
La complicidad que forjaron en televisión hace más de una década hoy se renueva en el teatro. Beto Ortiz y Aldo Miyashiro se han unido para dar vida a Un rato con él, una obra que los reta a compartir escenario desde un nuevo ángulo: el de la actuación. La propuesta nació casi como un juego entre amigos que buscaban crear algo en conjunto, pero pronto se convirtió en un desafío exigente, lleno de ensayos y largas jornadas de lectura y análisis de guion. Ortiz, acostumbrado a la conducción televisiva, reconoce que dar el salto al teatro ha sido un proceso “trabajoso”, en el que tuvo que desaprender ciertos hábitos periodísticos para construir un personaje real y verosímil.
Miyashiro, por su parte, asumió el rol de guía y maestro en este proceso, convencido de que su amigo podía lograrlo. Más allá de lo artístico, ambos resaltan que su amistad ha sido el soporte fundamental para que el proyecto se concretara.
En conversación con Infobae Perú, Ortiz confiesa que este debut en tablas representa el cumplimiento de un sueño postergado; mientras que Miyashiro confirma de que las diferencias —en gustos, posturas e incluso estilos de vida— se diluyen cuando hay un proyecto común y una amistad genuina, aquella que se han demostrado en los momentos más difíciles.
- Beto, Aldo, cuéntenme cómo nació la idea de trabajar juntos nuevamente, esta vez en una obra teatral. Aldo, cómo le presentaste la idea a Beto...
No nació de la nada, Beto y yo veníamos hablando hace algún tiempo de hacer algo juntos, algo escénico, digamos, como un stand-up de los dos, hablar de algo, pero teníamos que escribirlo. Nos reuníamos y hablábamos, hablábamos y no escribíamos nada (risas). Entonces, un día, ya ante la situación, le propuse: “¿Y si hacemos una obra? Un texto de teatro que ya esté escrito, y claro, Beto se asustó. Fuimos a mi casa, en mi casa puse la obra, que está en una plataforma de teatro, la vimos y le pregunté así a boca de jarro: “¿La haces o no?” (ríe). Y me dijo: “Sí”. Nos dimos la mano y nos dimos un abrazo...
- ¿Y tú, Beto, cómo lo tomaste?
Beto: No fue sorpresa, como él dice, hace rato que queríamos hacer algo, no sabíamos qué. Pero a mí nunca se me hubiera pasado por la cabeza meterme a hacer un personaje de ficción, porque no es lo mío. Pero... creo que fue una buena solución, porque si no, hubiéramos hecho algo de chongo... improvisar ... como cuando no hemos preparado programa (risas). Pero no, la cosa era que fuera más chamba y lo ha sido, para mí ha sido un chambón.

Aldo: Es chanconazo... Lo que pasa es que queríamos hacer algo más elaborado. Entonces, esta es una obra que no es fácil de hacer. Tiene un montón de texto, pasas por un montón de emociones. Se lo propuse sabiendo que Beto iba a hacer, digamos, el mejor esfuerzo para poder llegar. Previo al ensayo con los compañeros, Beto y yo nos juntábamos acá (en la oficina). Dos meses y medio antes. Horas y horas leyendo el texto.
- ¿Pero tú ya habías tomado talleres de actuación?
Beto: Cuando tenía dieciocho, diecinueve años. Siempre tuve el bichito de la actuación. Es algo que siempre creí que iba a hacer y al final, bueno, la vida me llevó por otros caminos. Pero siempre fue una especie de sueño. Cumplido un poco tarde, pero cumplido.
- ¿Y cómo ha sido el proceso, desde la pedida formal de Aldo y el estreno?
Beto: Para mí ha sido bien trabajoso, porque... como es siempre cuando te metes a hacer algo que no sabes hacer. Tenía que empezar de cero, tenía que aprender a desaprender. Por ejemplo, leía el texto como si fuera un reportaje, locutaba los textos. Trataba de que saliera todo perfecto, como un reportaje. Y acá no se necesita eso, más bien, se necesita que parezca de verdad y, por lo tanto, tartamudeas, titubeas, te equivocas. También alucinar ser otro. Al final eres tú, pero tratando de construir un personaje, que tampoco es algo que haces todos los días.
- ¿Te sorprendiste al verlo ya en tabla?
Aldo: Sí. Desde el primer día que leímos, sabía que lo iba a conseguir. He sido profesor también, he enseñado a jóvenes y sabes cuando alguien va a poder resolverlo, y yo sentía que sí. Pero claro, el tema principal era, que se la crea. Segundo, la emisión. Cuando escuchabas a Beto al comienzo de las lecturas, estaba bien en el sentido de lo que decía el personaje, pero claro, parecía una locución de El Valor de la Verdad (se ríe)
Beto: (jajaja) Ni siquiera Panoarama.
Aldo: Sí. Le decía: “Cuando hables, quiero que lo ensucies” y él me decía: “¿que?“, porque cuando uno habla se equivoca y hace pausas, así es como empezamos a trabajar. Y, por suerte, salió todo muy bien. Es sorprendente lo que pasó en las funciones, porque la gente iba a ver a Beto, evidentemente, pero... creo que pasado los veinte minutos de la obra, se olvidaban de eso, entraban al personaje y a la convención mágica del teatro.

- ¿Imaginaste que Aldo te ayudaría a cumplir el sueño de actuar?
Beto: Así como lo dices, suena bien solemne (risas). Pero no, la verdad es que a estas alturas del partido, no pensaba que iba a poder hacer teatro de verdad. Creo que todas las etapas han sido bien bacanes para mí, porque todo ha sido nuevo. Desde el sentarse en esa mesa a leer los textos al comienzo. Claro, Aldo ha sido el principal maestro, pero yo aprendí un poco de todos, especialmente de Rochi (Roxana Yépez), que la he torturado bastante, le preguntaba qué hace un actor cuando no está actuando. ¿Qué voy haciendo con mis manos mientras el otro habla? ¿O cómo pasas por una emoción que no estás sintiendo?
- Has sido un chancón preguntando...
Beto: Soy chancón cuando estoy en algo que no sé. Cuando es algo que ya sé, soy recontra vago (risas). Sí... Y eso también lo aprendí de Aldo (risas).
- ¿Cómo ha sido para ustedes abordar esta obra, juntos nuevamente?
Beto: No lo hubiéramos podido hacer si no fuéramos amigos...
Aldo: Sí, porque era traer a una figura de otro lado para hacerla actuar. Yo no sé si hubiera podido hacerlo con alguien que no sea mi amigo. Porque requiere tener una paciencia no habitual en el teatro. En el teatro, a veces, los procesos son muy cortos, acá había que tener paciencia para hacer que Beto entienda un poco todo lo que estaba por pasar, sin generarle ansiedad ni darle miedo, tratando de que no se angustie demasiado. Entonces, si no hubiésemos sido amigos, yo no sé si el proceso hubiera podido llegar a donde llegó. Creo que la gente que ha ido al teatro se ha ido muy contenta y se ha ido muy sorprendida con Beto.
- La gente piensa que todo este tiempo han estado distanciados...
Beto: No sé de dónde sale eso.
- Cree que este es un tipo de reencuentro...
Beto: Bueno, es un reencuentro, pero no hemos estado distanciados. Hemos estado en contacto todo el tiempo.
Aldo: Yo soy muy cuidadoso, la gente piensa eso porque no pongo en redes: ‘hoy me junté con Beto’. Nos hemos tomado fotos y las hemos subido a redes a veces, pero no lo hacemos siempre. Hablamos mucho por teléfono. Siempre estamos, pendiente del otro, sobre todo si al otro le pasa algo. Nos llamamos o nos escribimos.
Beto: A veces, solo cuando algo le pasa al otro... Ha habido épocas largas que no hemos hablado, pero cuando algo pasa, si nos volvemos a conectar.

Aldo: En ese sentido, creo que nuestra amistad es extraña. No es una amistad de que todos los sábados tomamos una cerveza. No, pero sí nos vamos a comer, nos llamamos por teléfono. Cuando hablamos por teléfono, yo ya sé que va a durar más de cuarenta minutos, de todas maneras. Ese tipo de cosas.
Beto: Pero es extraña porque, además, somos como los personajes de la obra, somos muy diferentes. Él va al estadio todos los domingos. A mí me mata, no me llevas ni amarrado. También a nivel político, tenemos pensamientos muy distintos. Y sus amigos actores estoy seguro, no me consta, pero estoy seguro que lo amonestan por ser amigo mío. Entonces, eso también es divertido.
- ¿Y en qué momentos han sentido ustedes realmente el apoyo uno del otro?
Aldo: Cuando he pasado por momentos complicados. Es bien complejo estar tantos años en televisión. Estás súper expuesto y pasas por momentos difíciles. Es parte del precio.
Beto: Cuando viví dos años en México y en esa época pasaron cosas, estuvimos en contacto más que cuando vivía en Lima. Cuando pasó el asesinato de Ruth Thalía (primera participante de El Valor de la Verdad), por ejemplo, que son momentos en los que todo el mundo huye de ti, que todo el mundo te ataca. Entonces no es verdad que en la televisión no hay amigos, como suelen decir algunas conductoras. Sí hay, no muchos, pero yo creo que los pocos que hay están en esos momentos dark que siempre te van a pasar cuando estás en televisión.
Aldo: Son momentos donde te sientes muy solo y sientes que el mundo se te viene encima, y a veces una palabra o un consejo hace que tu día cambie.

- Hubo un momento mediático que viviste (el ampay)...
Aldo: Claro, ahí fue (que sentí el apoyo de Beto)
Beto: Yo estaba en México en ese momento, cuando vi lo que pasó, nos volvimos a contactar y hablamos todos los días desde ese momento... Yo creo que es finalmente lo mínimo que esperas de un amigo, que levante el teléfono cuando sabe que estás en apuros, o pasándola no tan bien ¿no?
¿Y Aldo ya te presentó a Gia, su novia?
Beto: No, todavía no, pero lo he escuchado tanto hablar de ella que casi la conozco. (risas)
Aldo: Nos ha ido a ver, pero, lamentablemente, yo terminaba la función y tenía que salir corriendo porque tenía programa. Entonces, no ha habido ese momento para presentarlos.

- Aldo ha logrado que regreses a Willax TV para asistir a su programa...
Beto: Esa es otra diferencia que nos separa. Él trabaja en Willax, que es un canal de derecha, y yo trabajo en Panamericana, que es un poco más moderado. (risas) Regresé, claro, eso fue una hazaña. Uno nunca debe decir: “No volveré nunca” (risas). Algunos se pusieron contentos y otros no tanto. (risas)
Aldo: Creo que hicimos un programa muy paja ese día, muy divertido. La gente lo recibió con muchísimo cariño, nos vestimos de Enemigos Públicos.
¿Y no hay posibilidad de que se junten nuevamente para conducir?
Beto: Hemos sondeado, pero la respuesta rápidamente es ‘es el presupuesto de dos programas (ríe)’.
Aldo: Es un programa muy caro ahorita. Que nos paguen a los dos para una sola hora... tendríamos que hacer un programa de tres horas, cuatro horas... para que nos puedan pagar a los dos. Pero sí sería algo que nos gustaría hacer. Nos divertíamos mucho haciendo el programa.
Beto: La gente que era joven en ese momento lo recuerda con cariño, y siempre es más divertido hacer un programa con un amigo que solo.

¿Y ya lo has invitado para que vaya a El Valor de la Verdad?
Beto: No, pero ya que lo estás invitando... (risas) Yo creo que mis amigos no deberían ir. Me voy a sentir mejor si no van.
Aldo: Los que me conocen saben que hablo muy poco de mi vida. Entonces, no, no iría.
¿Y ves su programa, El Valor de la Verdad?
Aldo: Yo soy alguien que no miro mucho sobre espectáculos o sobre la vida de los demás, porque, si me preguntas algunas cosas, no sé. Entonces, hemos hablado del programa, pero que yo me siente en esa silla a contar mi vida, tendría que ir al día siguiente a Dubái o desaparecer por dos años (ríe). Para qué, no.
Beto: Yo lo entiendo, porque en cada temporada, en la recta final, siempre me dicen que deberíamos acabar en un Valor de Verdad de Beto Ortiz, que Beto Ortiz entreviste a Beto Ortiz. No lo voy a hacer ni loco.
Nota: Un rato con él va del 27 al 31 de agosto en el Teatro Julieta. Puedes adquirir tus entradas a través de Joinnus. Luego tienen funciones en Arequipa e Iquitos.
Últimas Noticias
Maju Mantilla y Gustavo Salcedo: el romántico video que protagonizaron antes de anunciar su separación
Aunque intentaron mantener la estabilidad por sus hijos, las muestras de cercanía desaparecieron en redes sociales. Con un comunicado, el empresario confirmó el fin de su matrimonio con la exMiss Mundo 2004.

Ignacio Buse vs Rei Sakamoto EN VIVO HOY: punto a punto del partido por la ronda 2 de la ‘qualy’ del US Open 2025
El tenista peruano afrontará su segundo desafío en Nueva York luego de vencer al austríaco Lukas Neumayer en su debut. Sigue todas las incidencias del duelo contra su rival japonés

Congresistas podrán hacer proselitismo en semana de representación, luego de aprobación en el Pleno
El Pleno del Poder Legislativo aprobó la Resolución Legislativa 11306, con 82 votos a favor, 23 en contra y 8 abstenciones

Christian Cueva involucrado en desenfrenada fiesta de 18 horas con jugadores de Emelec: peruano se defendió y dijo que no estuvo presente
Un medio ecuatoriano informó sobre el alocado desbande ocurrido con los futbolistas del club ‘bombillo’, entre los que se incluye a ‘Aladino’, pero negó haber estado presente

Aprueban penas de hasta 4 años de cárcel para quienes vendan chips de celular en la calle
La activación ilegal de líneas móviles y posesión de chips de celular será penada fuertemente. La norma había sido observada por la presidenta Dina Boluarte
