Así es cómo debes consumir la cúrcuma para aliviar el dolor de la artritis

La artritis es una enfermedad inflamatoria que afecta a las articulaciones, causando dolor, rigidez, hinchazón y una notable disminución en la calidad de vida. Es un padecimiento común entre adultos mayores, pero también puede presentarse en personas jóvenes, especialmente si existe predisposición genética, obesidad o lesiones articulares previas. En el Perú, según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), se estima que más de 1 millón de peruanos conviven con alguna forma de artritis, siendo las más frecuentes la osteoartritis y la artritis reumatoide. Esta cifra podría aumentar debido al envejecimiento de la población y al aumento del sedentarismo.

La prevención y el tratamiento oportuno de la artritis son fundamentales para evitar el deterioro progresivo de las articulaciones y la discapacidad. Además del tratamiento médico convencional, muchas personas recurren a remedios naturales para aliviar los síntomas. Uno de los más efectivos es la cúrcuma, conocida en el Perú como palillo, un superalimento con potentes propiedades antiinflamatorias.

La cúrcuma contiene un compuesto activo llamado curcumina, que es el principal responsable de sus beneficios terapéuticos. La curcumina actúa como un potente antiinflamatorio natural, comparable con medicamentos como el ibuprofeno, pero sin los efectos secundarios gastrointestinales que estos pueden provocar.

Para aprovechar sus propiedades, la cúrcuma puede consumirse de las siguientes maneras:

• Infusión de cúrcuma: hervir una cucharadita de cúrcuma en polvo en una taza de agua durante 10 minutos. Puedes agregar kion y una pizca de pimienta negra, que mejora la absorción de la curcumina en el cuerpo. Se recomienda beber una o dos veces al día.
• Leche dorada: mezclar una cucharadita de cúrcuma con leche (preferiblemente vegetal), una pizca de pimienta negra y miel al gusto. Calentar sin hervir. Esta bebida es ideal para tomar antes de dormir, ya que también ayuda a relajar el cuerpo.
• En cápsulas o suplementos: existen suplementos de curcumina estandarizados que contienen dosis más concentradas y biodisponibles. Se recomienda consultar con un médico antes de iniciar su consumo, especialmente si ya se toman medicamentos para la artritis.
• Como condimento en comidas: incorporar cúrcuma a sopas, guisos, arroz o batidos verdes es una forma sencilla de incluirla en la dieta diaria. Aunque en estos casos la dosis es menor, el consumo continuo puede tener efectos beneficiosos a largo plazo.

El dolor causado por la artritis no solo limita el movimiento, sino que también tiene un impacto emocional y psicológico significativo. Las personas que viven con esta enfermedad pueden experimentar fatiga crónica, dificultad para dormir, depresión y ansiedad, debido a la constante incomodidad y a la pérdida de independencia en sus actividades cotidianas. Tareas simples como vestirse, cocinar o caminar pueden volverse dolorosas o incluso imposibles.

Además, el dolor constante puede interferir en las relaciones familiares, laborales y sociales, lo que afecta la calidad de vida general. Por eso, el manejo del dolor y la inflamación es crucial para mejorar el bienestar de quienes viven con artritis.

Además de la cúrcuma, existen otros alimentos con propiedades antiinflamatorias que pueden complementar el tratamiento de la artritis:

• Jengibre: tiene efectos similares a los de la cúrcuma y puede reducir la rigidez y el dolor articular. Se puede consumir en infusiones o rallado en ensaladas y sopas.
• Pescados grasos: como el salmón, el atún y la sardina, son ricos en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación en las articulaciones.
• Aceite de oliva extra virgen: contiene oleocantal, un compuesto con efectos antiinflamatorios similares al ibuprofeno.
• Frutas rojas y cítricos: fresas, arándanos, naranjas y limones son ricos en antioxidantes y vitamina C, que fortalecen el sistema inmunológico y combaten la inflamación.
• Vegetales de hojas verdes: espinaca, acelga y brócoli contienen calcio, magnesio y antioxidantes beneficiosos para la salud articular.
• Nueces y semillas: son fuente de grasas saludables y vitamina E, que ayuda a proteger las articulaciones del daño oxidativo.