Morgue no entrega cuerpo de vigilante asesinado a balazos en Carabayllo porque no hay luz

La familia de Julio Sánchez Salvador, vigilante asesinado en el mercado Valle Chillón de Carabayllo, enfrenta una situación desesperada: la morgue central de Lima no ha realizado la entrega del cuerpo tras casi 48 horas debido a reiterados cortes de electricidad. El caso agrava el dolor de los deudos y pone en evidencia las precariedades en la gestión forense en la capital peruana.

El crimen ocurrió en la urbanización Santo Domingo de Carabayllo. Julio Sánchez Salvador, encargado de la seguridad del mercado Valle Chillón, fue atacado por dos motocicletas con dos personas cada una, quienes dispararon directamente al trabajador tras ingresar al recinto. La zona había sido blanco de extorsionadores en días previos. Sánchez Salvador resultó gravemente herido, y aunque fue trasladado al hospital Sergio Bernales, los médicos no lograron salvarlo.

Tras el deceso, los restos de Sánchez Salvador fueron trasladados a la morgue central. Desde entonces, sus familiares buscan llevarlo a Huacho, su ciudad natal, para proceder con el sepelio. Sin embargo, según explicó uno de sus hermanos a 24 Horas Noticias, permanece en el recinto forense debido a la falta de electricidad, lo que impide la realización de la necropsia.

“Estamos atravesando un dolor muy grande por la pérdida de mi hermano, pero además tenemos que enfrentar este problema con la morgue. Nos dicen que la luz se va de manera constante, y quienes ingresaron después incluso ya han podido retirar a sus familiares”, reclamó uno de los familiares de Julio Sánchez Salvador, quien enfatizó el malestar de la familia por la demora.

En la morgue central hay un cartel que advierte sobre la falta de energía eléctrica. De acuerdo con testimonios recogidos, la empresa eléctrica realizó una inspección y detectó una falla en los cableados de la zona. Hasta ahora, el problema persiste y los trabajos forenses, incluidas las necropsias, no avanzan con regularidad. “Han dicho que enviarían una cuadrilla para arreglarlo, pero no ha llegado ninguna”, confirmaron familiares en los exteriores del edificio.

Este retraso impacta directamente en los deudos, que ya realizaron los trámites con la funeraria y esperan el retiro del cuerpo para el traslado. Algunos informes advierten que el colapso del sistema también afecta las funciones del Reniec (Registro Nacional de Identificación y Estado Civil) y la impresión de documentos, lo que complica aún más la salida de los cuerpos.

La situación se agrava en un contexto de recursos insuficientes para el sistema forense peruano. La morgue central de Lima, dependiente del Ministerio Público, enfrenta un aumento en la cantidad de cuerpos por atender, sin un presupuesto que permita sostener la operatividad ni la atención básica. “Venimos a recoger cadáveres y nos encontramos sin luz, como si estuviéramos en los años noventa. Los casos se acumulan y no hay respuesta”, dijo el familiar de la víctima.

Los trabajadores del sector señalan que estos problemas no son nuevos y afectan no solo a Lima, sino a otras regiones del país. La morgue central solicita mayor apoyo presupuestario para estabilizar el servicio y cumplir los trámites forenses con rapidez.