Problemas de aprendizaje en el primer semestre escolar: cómo detectarlos y actuar a tiempo

Con el cierre de las clases de mitad de año, muchos padres se preguntan por qué sus hijos no logran alcanzar el rendimiento esperado, sin imaginar que podrían existir retos cognitivos que aún no han sido identificados

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El uso de herramientas digitales
El uso de herramientas digitales con enfoque neuroeducativo puede reforzar lectura, cálculo y concentración en niños con bajo desempeño académico. (Andina)

Con el cierre del primer semestre escolar, muchos padres se enfrentan a la preocupación de ver que sus hijos no alcanzaron el rendimiento esperado. Las causas pueden ser variadas: estrés, falta de hábitos de estudio, problemas emocionales o, en muchos casos, dificultades de aprendizaje no diagnosticadas.

Según datos del Hospital Almenara, seis de cada diez niños atendidos en su servicio de patología del desarrollo presentan problemas relacionados con la comprensión lectora, las habilidades matemáticas y otras áreas cognitivas. Estos retos no siempre se detectan a tiempo, lo que puede afectar no solo el rendimiento escolar, sino también la autoestima y la motivación del estudiante.

La importancia de detectar el problema a tiempo

Para Milagros Bruno, coordinadora de la segunda especialidad en Neuroeducación y Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) de la Universidad Autónoma del Perú, es fundamental reconocer que cada niño aprende de forma distinta.

“Cada niño aprende de forma distinta. Por eso, es fundamental identificar no solo si existe una dificultad, sino también cuál es su estilo y tipo de aprendizaje. Esto permite personalizar la enseñanza y brindarles las herramientas adecuadas”, señala Bruno.

Especialistas en neuroeducación recomiendan identificar
Especialistas en neuroeducación recomiendan identificar el estilo y tipo de aprendizaje de cada estudiante para personalizar la enseñanza y mejorar su rendimiento escolar. (Imagen ilustrativa Infobae)

La especialista recalca que una detección temprana puede marcar la diferencia en el futuro académico de un niño. Ignorar las señales o pensar que “ya se le pasará” puede retrasar el apoyo que necesita, generando un impacto más profundo con el tiempo.

Cinco claves para acompañar a un niño con dificultades de aprendizaje

1. Detectar a través del juego

El juego libre o guiado es una poderosa herramienta para evaluar cómo un niño procesa la información. Actividades con patrones, secuencias, memoria visual o lógica permiten identificar tanto fortalezas como desafíos. Observar cómo reacciona ante el error o cómo resuelve problemas puede revelar más que un boletín de calificaciones.

2. Integrar herramientas digitales personalizadas

Actualmente existen aplicaciones con enfoque neuroeducativo que adaptan los contenidos al estilo de aprendizaje del menor. Estas plataformas pueden reforzar lectura, cálculo o concentración mediante dinámicas lúdicas y progresivas. La clave es utilizarlas como un complemento, nunca como castigo o sustituto del trabajo escolar.

3. Usar el diálogo metacognitivo

Más que preguntar si el niño hizo la tarea, es mejor conversar sobre cómo fue su proceso de aprendizaje. Preguntas como “¿qué fue lo más fácil y lo más difícil?” o “¿qué estrategia usaste?” ayudan a que el estudiante tome conciencia de su forma de aprender. Esto fortalece la conexión entre cuerpo y cerebro, un aspecto esencial para fomentar la autonomía.

4. Crear entornos multisensoriales en casa

No todos los niños aprenden de la misma manera. Algunos necesitan moverse, tocar o visualizar para asimilar mejor la información. Incorporar letras en relieve, música suave, organizadores visuales o técnicas de estudio con movimiento puede marcar la diferencia, especialmente para quienes tienen un estilo kinestésico o visual.

El Hospital Almenara reporta que
El Hospital Almenara reporta que seis de cada diez menores atendidos en su servicio de patología del desarrollo presentan dificultades vinculadas a comprensión lectora y habilidades matemáticas. (Adobe Stock)

5. Buscar una evaluación profesional

Si las señales persisten, lo más recomendable es acudir a un psicopedagogo o especialista en neuroeducación. Un diagnóstico preciso permitirá diseñar un plan de acompañamiento personalizado, enfocado en el desarrollo integral del niño.

Un llamado a la comprensión y al apoyo

Bruno advierte que detectar una dificultad de aprendizaje no debe generar alarma, sino abrir la puerta a una mejor comprensión del niño. Con las estrategias adecuadas, es posible revertir el bajo rendimiento y fortalecer su confianza.

“El objetivo no es comparar, sino entender que cada niño tiene un potencial único que merece ser descubierto y acompañado”, concluye.

En un contexto donde la exigencia escolar y el ritmo de vida pueden generar presión adicional, el rol de la familia y los educadores es clave. Reconocer, actuar y acompañar a tiempo puede significar la diferencia entre un niño que se siente incapaz y uno que aprende a superar sus retos con éxito.