Homicidios en Perú se triplicaron desde el 2000 al 2024: Hay más de 1.200 víctimas en lo que va de este año

Sin embargo, especialistas advierten que la falta de integración entre los registros de la PNP, Fiscalía y SINADEF impide conocer la magnitud real de la violencia letal en el país

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Homicidios en el Perú.
Homicidios en el Perú.

En las últimas dos décadas, el Perú ha experimentado un incremento sostenido de los homicidios, que según registros policiales, se han triplicado entre el año 2000 y el 2024. Sin embargo, la magnitud real del problema es incierta debido a la falta de integración entre las distintas bases de datos oficiales.

Arturo Huaytalla, sociólogo y especialista en seguridad ciudadana, señaló que las cifras actuales deben ser analizadas con cautela. Explicó que el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF) contabiliza certificados de defunción, mas no homicidios de manera directa, lo que limita la precisión de la información. “Nos aproximan, pero con mucha distancia de lo que realmente está pasando en el país”, precisó durante una entrevista en Canal N.

Brechas en el conteo oficial de homicidios

De acuerdo con Huaytalla, la medición de homicidios en el país se realiza de forma fragmentada: por un lado, las denuncias policiales; por otro, las carpetas fiscales; y en paralelo, los registros del SINADEF. Ninguna entidad consolida de manera integral estos datos, lo que genera discrepancias significativas.

(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

Mientras el SINADEF reporta 4,968 casos de homicidio entre 2022 y 2025, el sistema de denuncias policiales registra más de 6,600 en el mismo periodo. Esta diferencia de alrededor del 30% evidencia la necesidad de un sistema centralizado que unifique y depure la información.

Huaytalla advierte que la falta de datos de calidad no solo impide dimensionar la problemática, sino que también obstaculiza la formulación de planes efectivos de seguridad ciudadana. “A quien sí sirve no tener buenos datos es al crimen y, en algunos casos, a funcionarios que no cumplen sus funciones de manera correcta”, afirmó.

El especialista detalló que, en la actualidad, el país enfrenta simultáneamente tres tipos de fenómenos delictivos. El primero corresponde a los delitos comunes como robos de billeteras, carteras y celulares, que habían disminuido durante la pandemia pero han retomado una tendencia al alza.

El segundo grupo abarca los delitos violentos vinculados al crimen organizado, como las extorsiones y homicidios, que han ganado mayor presencia en diversas regiones. Finalmente, Huaytalla identificó un tercer fenómeno: el aumento de los delitos informáticos, que si bien no tienen la visibilidad de los crímenes violentos, requieren una atención urgente.

Evolución y cambios en la criminalidad

(Andina)
(Andina)

En los años 2010 y 2011, la victimización más frecuente estaba asociada a robos menores. Sin embargo, el panorama ha cambiado. Hoy, el incremento de homicidios y extorsiones está ligado a la expansión de redes criminales organizadas que operan tanto en el ámbito físico como en el digital.

Huaytalla destacó que esta “nueva morfología del crimen” implica transformaciones en las estrategias de seguridad. No se trata únicamente de reforzar el patrullaje en calles, sino de mejorar la capacidad de investigación, inteligencia y análisis de datos para anticipar y prevenir delitos.

El especialista insistió en que la ausencia de una instancia que consolide toda la información sobre homicidios es un obstáculo central. En su opinión, un sistema unificado permitiría identificar tendencias, zonas críticas y características específicas de los crímenes, lo que a su vez facilitaría la implementación de estrategias focalizadas.

Actualmente, cada institución procesa datos desde su ámbito, pero no existe un intercambio efectivo ni protocolos estandarizados para unificar criterios. Esto provoca que las cifras varíen dependiendo de la fuente, generando confusión en la opinión pública y en los tomadores de decisiones.