Sueña con dotar de agua segura a su comunidad en Puno y para lograrlo estudiará ingeniería en Australia con beca de Pronabec

Criada en un entorno sin agua potable, Mireya Ayna Quispe tiene un sueño: volver del país oceánico con soluciones reales para Ilave, su pueblo natal

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Mireya nació en Ilave (Puno),
Mireya nació en Ilave (Puno), donde vivió las consecuencias de la escasez de agua potable. Esa experiencia marcó su vocación. (Gob)

En la ciudad de Arequipa, mientras el tránsito recorre el distrito de Cerro Colorado, una joven ingeniera dedica sus días a supervisar obras públicas que buscan atender las necesidades de la población. A simple vista, su labor podría parecer una más dentro del trabajo municipal. Sin embargo, detrás de cada trazo técnico y de cada análisis estructural hay un proyecto de vida que se expande más allá de las fronteras del país. Mireya Ayna Quispe, nacida en Ilave, Puno, se prepara para emprender un viaje académico a Australia con un objetivo concreto: transformar la realidad de su comunidad a través de la infraestructura.

Su historia no se resume en becas ni títulos, sino en la firme voluntad de cambiar las condiciones de vida de quienes crecen sin acceso seguro al agua potable. En su memoria permanece la imagen de una infancia marcada por madrugadas en las que debía almacenar agua para que alcanzara durante el día. En sus planes actuales, esa vivencia se convierte en el eje de un futuro proyecto que aspira a dotar de recursos hídricos sostenibles a la población de Ilave.

Seleccionada para la Beca Generación del Bicentenario del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec), Mireya fue admitida en el Master of Engineering Science Management de la Universidad de Queensland. La decisión de estudiar en ese país responde a su interés por especializarse en un entorno donde la infraestructura alcanza niveles de excelencia.

“Me gusta la rama de infraestructura, pero también la de construcción y esta maestría me permitirá consolidar esos conocimientos técnicos y fortalecer mis habilidades en organización y coordinación para liderar proyectos”, explicó.

Mientras se alista para iniciar su posgrado, Mireya continúa aplicando sus conocimientos en el ámbito local, sin perder de vista los desafíos que espera asumir al regresar.

Un objetivo más allá del aula

Estudió Ingeniería Civil en la
Estudió Ingeniería Civil en la UNSA (Arequipa), y ahora trabaja en obras públicas en Cerro Colorado. (Gob)

El camino profesional de Mireya comenzó en la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa, donde descubrió su vocación por la ingeniería civil. Desde entonces, cada etapa formativa estuvo guiada por una meta: participar en grandes obras que aporten soluciones reales. Por eso, la maestría en la Universidad de Queensland representa para ella una oportunidad no solo académica, sino estratégica.

“Espero que la maestría me brinde la visión para retornar y liderar proyectos de gran envergadura en mi país. Uno de mis objetivos es trabajar en proyectos como el Plan BIM Perú”, sostuvo.

Australia fue su elección por ser uno de los referentes mundiales en obras emblemáticas. Desde su perspectiva, conocer de cerca la gestión de grandes construcciones le permitirá traer nuevas ideas al contexto peruano. Más allá de lo técnico, su aspiración también incluye una labor formativa. “Quiero ejercer como docente en mi querida alma máter, la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, y ayudar a formar a más profesionales”, manifestó.

La visión de Mireya no se limita a una trayectoria individual. Cada paso que proyecta se relaciona con su comunidad, con los problemas que conoce desde niña y con la necesidad de aportar desde su formación profesional.

La urgencia del agua en Ilave

Cada paso académico y profesional
Cada paso académico y profesional lo proyecta en función de su comunidad. Su meta no es el éxito individual, sino el bienestar colectivo. (Gob)

Entre las motivaciones que la acompañan, hay una que persiste con fuerza. La falta de agua potable en su lugar de origen marcó profundamente su infancia y, ahora, orienta sus planes a largo plazo. “La falta de acceso al agua potable y la contaminación del río Ilave por la minería informal son problemas que me preocupan. Yo lo he vivido de pequeña, el agua es insuficiente para la gente y solo llegaba en las madrugadas, si no guardabas agua en la madrugada, no tenías durante el día”, relató.

Esa situación, que en muchos casos se normaliza en diversas zonas del país, es para Mireya un problema técnico y social que merece soluciones desde el conocimiento y la gestión adecuada. Por eso, aspira a liderar un proyecto que genere nuevos recursos hídricos para Ilave, aplicando lo aprendido en el extranjero a contextos locales.

Antes de iniciar su experiencia académica en Australia, Mireya se desempeña como ingeniera civil en la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado. Desde esa posición, trabaja en obras de infraestructura que responden a las necesidades de los vecinos. Aunque su mirada está puesta en los desafíos internacionales, no pierde el contacto con la realidad inmediata. La práctica diaria refuerza su capacidad para enfrentar situaciones reales, desde presupuestos hasta ejecución técnica.

Este trabajo no es una etapa transitoria, sino una base para el tipo de liderazgo que aspira ejercer. En lugar de desligarse del terreno, fortalece sus habilidades para luego trasladarlas a proyectos de mayor envergadura. La combinación entre experiencia profesional y formación académica es parte de su estrategia.