Líneas de Nasca: identifican 248 figuras inéditas gracias a la inteligencia artificial

Los investigadores sostienen que la ubicación y diseño de las figuras evidencian usos ceremoniales y comunicativos, relacionados con creencias y rituales colectivos de la cultura Nasca

Guardar
Las nuevas figuras se encuentran
Las nuevas figuras se encuentran principalmente cerca de pequeños caminos y presentan agrupaciones temáticas referidas a sacrificio humano, aves silvestres y animales domesticados - Créditos: Andina.

Un grupo de especialistas de la Universidad de Yamagata, liderados por el profesor Masato Sakai, confirmó el hallazgo de 248 geoglifos adicionales en la zona arqueológica de las líneas de Nasca, en la región Ica, Perú.

El docente detalló que el trabajo de campo se efectuó en 2023 y 2024, en colaboración con IBM, utilizando inteligencia artificial para analizar extensos sectores de la Pampa de Nasca. El avance tecnológico permitió identificar figuras previamente desconocidas, lo que elevó el total de representaciones figurativas registradas a 893.

“Se investigaron sistemáticamente caminos conocidos por contener geoglifos. Estos incluyen 41 que representan figuras humanas, 31 escenas de decapitación, 21 llamas, 66 otros animales, 1 motivo de alfiler, 81 patrones geométricos y 7 de otros tipos, de los cuales 160 son geoglifos figurativos” señaló Masato Sakai, profesor titular y vicedirector del Instituto Nasca de la Universidad de Yamagata.

Las nuevas figuras se ubican principalmente junto a pequeños caminos y muestran agrupaciones temáticas como sacrificio humano, aves silvestres y animales domesticados.

Las nuevas figuras se encuentran
Las nuevas figuras se encuentran principalmente cerca de pequeños caminos y presentan agrupaciones temáticas referidas a sacrificio humano, aves silvestres y animales domesticados - Créditos: PromPerú.

La disposición de las formas, sostiene el equipo, sugiere que no eran simples decoraciones. Cada senda habría servido para abordar distintos temas culturales relevantes para los antiguos habitantes de la región.

Para Sakai y su equipo, estos trazos constituían un medio de comunicación y un vehículo de memoria social. Se estima que las formas plasmadas sobre el terreno servían tanto para compartir relatos como para transmitir mensajes vinculados a creencias y rituales colectivos. La posición estratégica y el diseño de los motivos refuerzan la idea de su uso en ceremonias o prácticas ligadas a la espiritualidad de la comunidad.

El proyecto, basado en tecnologías avanzadas unidas al método arqueológico tradicional, ofrece una perspectiva renovada sobre las expresiones simbólicas de la cultura Nasca. Los resultados obtenidos amplían la comprensión sobre los propósitos detrás de las líneas y la complejidad social de quienes las crearon. El aporte de la inteligencia artificial ha resultado fundamental para revelar detalles antes imperceptibles y comprender el valor de este patrimonio.

Cabe precisar que el anuncio se realizó en el pabellón de Perú durante la Expo 2025 Osaka-Kansai, evento que ha recibido más de medio millón de asistentes, según Promperú, responsable de la organización.

El uso de inteligencia artificial,
El uso de inteligencia artificial, combinado con métodos arqueológicos tradicionales, ha permitido detectar detalles imperceptibles y renovar la comprensión sobre el simbolismo, propósito y complejidad social detrás de las líneas de Nasca - Créditos: PromPerú.

Líneas de Nasca

Las líneas de Nasca conforman un conjunto de antiguos geoglifos trazados en el árido desierto del sur peruano. Fueron elaboradas entre los años 200 a.C. y 600 d.C. por la cultura que habitó esa región.

Estas enormes figuras representan aves, animales, seres antropomorfos y formas geométricas, algunas de ellas con más de cien metros de longitud. Su verdadera magnitud solo puede apreciarse desde el cielo o desde ciertos miradores naturales, lo que ha despertado un profundo interés internacional y numerosas interpretaciones sobre su función.

Las líneas de Nasca son
Las líneas de Nasca son antiguos geoglifos trazados sobre la superficie del desierto en el sur del Perú - Créditos: Andina.

Una hipótesis ampliamente aceptada sostiene que servían como una herramienta para observar el cielo. María Reiche, matemática y arqueóloga, defendió la idea de que se trataba de un calendario solar y estelar que orientaba las actividades agrícolas. Otra propuesta considera que estos diseños eran parte de ceremonias vinculadas a la fertilidad y la obtención de lluvias.

En este sentido, el investigador Johan Reinhard sugirió que estaban estrechamente relacionados con la veneración del agua, recurso escaso en aquella zona. También se cree que fueron caminos rituales, recorridos durante peregrinaciones o festividades religiosas.