Joven arriesgó su vida al escalar un barranco sin ayuda para salvar a un perrito atrapado en un acantilado de San Miguel

Un joven desafió una pendiente de más de 15 metros para salvar a un perrito atrapado en el borde de un acantilado en el distrito de San Miguel. La escena ocurrió frente a decenas de personas que, desde la parte alta de la Costa Verde, observaban al animal inmóvil en una zona de difícil acceso.

La situación se volvió crítica cuando quedó claro que el can no podía salir por sus propios medios. En ese momento, Jeremy Acho se abrió paso entre la malla de seguridad y comenzó a trepar sin ningún equipo, solo con sus manos y lo que llevaba puesto.

El rescate fue registrado por la cámara de un testigo. En las imágenes se ve al joven bajar con el perro envuelto en una chaqueta, mientras una pequeña multitud observa desde arriba. El video se difundió rápidamente y generó numerosos comentarios en redes sociales.

El rescate tuvo lugar en una zona escarpada del malecón, donde termina la pista y comienza el acantilado. Jeremy, que pasaba por el lugar, notó que varias personas miraban hacia abajo. Al acercarse, vio al perro acorralado en un saliente, a punto de perder el equilibrio.

Sin recibir instrucciones ni advertencias, cruzó la barrera metálica y comenzó a escalar por las mallas de contención. No tuvo cuerdas, ni asistencia, ni tiempo para evaluar riesgos. Subió con rapidez hasta llegar a donde estaba el animal, que no ladró ni se movió durante el ascenso.

“Me agarré de las mallas”, explicó luego. “Cuando llegué, lo envolví con mi chaqueta”. Su testimonio fue compartido por Panamericana Televisión. En ese momento, solo pensó en no fallar. Su prioridad era sacar al perro con vida, aunque eso implicara descender con una sola mano.

El lugar del incidente no contaba con acceso peatonal. El riesgo de caída era alto, pero Jeremy no se detuvo. Subió, aseguró al animal como pudo, y luego comenzó a bajar con él sujeto al cuerpo.

Sin herramientas ni ayuda externa, el joven recurrió a lo único que tenía a la mano: su propia ropa. Quitó una de sus casacas, la envolvió alrededor del lomo del perro y anudó los extremos para crear una suerte de arnés.

También se quitó los pasadores de sus zapatillas y los usó como refuerzo. Con una mano sostuvo al perro firmemente y con la otra se apoyó en la malla metálica. “Lo agarré muy fuerte”, dijo sobre ese momento. Así descendió lentamente, metro a metro, mientras su brazo empezaba a doler por el esfuerzo.

Cuando estuvo lo suficientemente cerca del suelo, dejó caer al perro con cuidado. El animal tocó tierra sin lastimarse. Jeremy lo siguió poco después y lo llevó hasta una zona segura, lejos del borde del precipicio. Al llegar abajo, lo guió hacia la pista, entre aplausos y palabras de aliento de los presentes.

El video del rescate muestra el momento exacto en que ambos cruzan la vía juntos. Algunos testigos se acercaron a ofrecer agua, mientras otros se limitaron a grabar. El joven no buscó protagonismo. Solo se enfocó en alejar al perro del peligro.

Jeremy contó que creció rodeado de animales. Una de sus mascotas murió atropellada hace algunos años. Desde entonces, cada vez que ve a un animal en peligro, recuerda aquella pérdida. Esta vez, dijo, no pudo quedarse de brazos cruzados.

También reveló que pasó por la escuela de Comando hace poco. Allí aprendió técnicas que, sin proponérselo, terminaron ayudándolo en esta situación. Según sus propias palabras, nunca imaginó usar lo aprendido en un contexto como este.

Durante el descenso, no tuvo tiempo para pensar demasiado. Solo sabía que no podía abandonar al animal. A pesar del cansancio, se mantuvo firme. “Ya subí, entonces no puedo retroceder”, dijo al explicar su decisión.

Una vez a salvo, el perrito mostró signos de estar herido. Cojeaba de una pata y tenía el pelaje en mal estado. No llevaba collar ni placa. Jeremy sospecha que vive en la calle desde hace tiempo. Por el momento, lo ha llevado consigo.

El joven pidió apoyo para que el animal reciba atención veterinaria. Aseguró que no cuenta con los recursos necesarios, pero está dispuesto a hacerse cargo si nadie más lo reclama. El perro permanece ahora bajo su cuidado, a la espera de ayuda médica.

La historia sigue circulando en redes. Decenas de personas han compartido las imágenes del rescate, algunas de ellas ofreciendo colaboración para los gastos veterinarios. Mientras tanto, Jeremy sigue en contacto con quienes se han interesado por el caso.