Johanna San Miguel muestra a su hijo por primera vez y él revela lo que pensaba de ‘EEG’: “Ni siquiera sabía qué hacías ahí”

La conductora y actriz Johanna San Miguel sorprendió a sus seguidores al compartir por primera vez un video en el que aparece junto a su hijo, Paulo Lores San Miguel, de 22 años.

El contenido, publicado en redes sociales, muestra una conversación cargada de humor, ironía y momentos de reflexión sobre su rol como madre, los juicios del público y su participación en el programa 'Esto es Guerra’.

Johanna confesó que estaba sorprendida de que su hijo aceptara grabar contenido con ella. “Ni siquiera querías grabar historias conmigo”, le reprochó entre risas, a lo que Paulo respondió con humor: “¿Qué tal cambio? No”.

La actriz celebró el momento como una muestra de conexión entre ambos, pese a que el joven se ha mantenido al margen de la exposición mediática durante todos estos años.

Durante la charla, Paulo reveló que no tenía claro a qué se dedicaba su madre en televisión. “Ni siquiera sé qué hacías”, dijo, generando risas en su madre.

Johanna, por su parte, se describió como “insoportable” en su rol maternal, reconociendo que es insistente cuando no le responde los mensajes. “Te escribo y te mando ‘¿Dónde estás?’. Y tú, nada”, comentó.

La conductora también mencionó que algunas personas en redes la han descalificado como madre debido a episodios públicos en los que estuvo envuelta en escándalos.

Johanna reflexionó sobre cómo ciertos momentos controversiales de su vida fueron interpretados por el público. Mencionó que los comentarios negativos han sido constantes, pero que su relación con su hijo es cercana, honesta y sin filtros. En la conversación, se abordó uno de los momentos más comentados de su vida personal: su relación con una persona mucho menor.

“Tú saldrías con una mujer muchísimo mayor?”, le preguntó ella a Paulo. “No”, respondió él tajante.

Johanna reaccionó con una mezcla de humor y resignación al saber que su hijo ya tiene pareja estable y su vida planeada hasta los 57 años. “Yo a los 22 vivía en San Bartolo, corría tabla y cuidaba a mi perro. Recién a los 34 quise ser mamá”, recordó.

Uno de los momentos más llamativos de la conversación fue cuando Paulo confesó ser celoso con su madre.

“La verdad es que no quieres que esté con nadie”, le dijo Johanna, a lo que él respondió sin rodeos: “Sí, obvio”. Al profundizar en su visión de pareja ideal para su madre, Paulo aseguró que el perfil que espera “no existe”.

Johanna, entre risas, expresó su incredulidad ante esta actitud celosa y comentó: “No puedo creerlo…”, mientras Paulo insistía en que cualquier candidato potencial le genera rechazo. A pesar de los comentarios graciosos, el intercambio evidenció un lazo afectivo fuerte y una dinámica de confianza entre ambos.

Durante la charla, madre e hijo dejaron entrever sus diferencias de personalidad. Mientras Paulo afirma tener una vida estructurada, Johanna reconoce haber vivido con mayor libertad y espontaneidad. “Yo tengo mi vida planeada hasta los 57”, dijo él. “Yo, a tu edad, solo pensaba en surfear y actuar en Pataclaun”, le respondió ella.

Esta diferencia generacional generó risas y comentarios sobre cómo ha cambiado la juventud en las últimas décadas, así como la forma en que cada uno percibe el futuro. “Me da risa que seas tan serio a tu edad”, comentó Johanna con cierta ternura, mientras Paulo la escuchaba entre bromas.