Un terremoto de magnitud 8.7 sacudió este miércoles 30 de julio (martes 29 en Perú) la península de Kamchatka, en el este de Rusia, activando una serie de alertas de tsunami en varias zonas del océano Pacífico, entre ellas el Perú, donde las autoridades han cerrado los 126 puertos del país y ha evacuado todas las playas del litoral peruano.
En la Costa Verde, los accesos a esta vía han sido cerrados en su mayoría, mientras que en La Punta y el Callao, los accesos a la playa quedaron cerrados y se pidió la evacuación de los vecinos que viven muy cerca al mar.
En horas de la noche del miércoles 30 de julio, el contralmirante Jorge Vizcarra, director de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú informó que se levantó la alerta de tsunami a nivel nacional.
El reciente terremoto de magnitud 8,8 en la península de Kamchatka, Rusia, reavivó las advertencias sobre el alto riesgo sísmico en territorio peruano. Hernando Tavera, jefe del Instituto Geofísico del Perú (IGP), afirmó que la posibilidad de un temblor de dimensiones similares a las vividas en ese país existe en la costa peruana.
La vulnerabilidad de los hogares peruanos frente a desastres naturales queda expuesta por una cifra que sorprende por su contundencia: solo el 3,3% de las viviendas en el Perú cuenta con un seguro contra sismos, tsunamis y otros eventos catastróficos, según la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (APESEG).
El reciente terremoto de magnitud 8.8 en Rusia provocó una alerta de tsunami en la costa peruana, movilizando a las autoridades y poniendo en marcha diversas herramientas de prevención. Una de ellas es la aplicación móvil MGP Tsunamis, desarrollada por la Marina de Guerra del Perú, que se ha convertido en un recurso clave para la difusión de alertas y la gestión de la emergencia.
Un potente terremoto de magnitud 8.7 estremeció la región oriental de Rusia, específicamente la península de Kamchatka, en la noche del martes 29 de julio. El epicentro se registró a unos 133 kilómetros al sureste de la ciudad de Petropavlovsk‑Kamchatsky, a una profundidad de 74 kilómetros, de acuerdo con el reporte del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).
Alerta por tsunami en Perú. La Reserva Nacional de Paracas, junto con otros espacios protegidos del litoral peruano, ha intensificado la vigilancia preventiva en sectores como Yumaque, Playa Roja, Lagunillas, Raspón, La Mina y las playas de la zona sur, tras la activación del protocolo de emergencia por la alerta de tsunami.
Un tsunami procedente del Pacífico podría desencadenar efectos devastadores en la franja costera peruana. El Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet) ya identificó varias amenazas que impactarían de manera directa vastas áreas urbanas, infraestructuras clave y corredores naturales desde Tumbes hasta Lima.
La advertencia de que operadores de turismo, clubes, restaurantes y otros negocios en el litoral costero podrían enfrentar consecuencias graves si ignoran las recomendaciones de las autoridades resalta la magnitud del riesgo ante una alerta de tsunami. Esta preocupación, expresada por la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil), subraya la necesidad de que los empleadores actúen con responsabilidad y diligencia para proteger a sus equipos.
Tras el terremoto de magnitud 8.7 registrado en Rusia, la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra del Perú activó una alerta de tsunami para todo el litoral, incluyendo el Callao. Según estimaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), el tren de olas llegaría al puerto del Callao a las 13:26 horas de este miércoles 30 de julio.
El mar se retiró aproximadamente 100 metros en la playa El Toril, ubicada en la provincia de Paita, región Piura, según confirmó la Marina de Guerra del Perú. Este fenómeno se produce luego de la alerta de tsunami emitida a raíz del terremoto de magnitud 8.7 registrado el 29 de julio (hora Perú) en la península de Kamchatka, al este de Rusia.
Un tsunami es una serie de olas de gran tamaño generadas por el desplazamiento abrupto de una gran masa de agua. Este fenómeno puede alcanzar velocidades de hasta 800 kilómetros por hora en mar abierto y causar devastación al llegar a tierra firme.