Colposcopía: el examen ginecológico que sirve para detectar el VPH o el cáncer de cuello uterino

El cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres peruanas, y su principal factor de riesgo es el VPH, una infección de transmisión sexual muy común

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La colposcopía debe realizarse cuando
La colposcopía debe realizarse cuando se sospecha infección por VPH de alto riesgo (MD.Saúde)

Cuidar la salud sexual y reproductiva es fundamental para el bienestar integral de las mujeres. Una de las maneras más efectivas de prevenir enfermedades graves es mediante los exámenes ginecológicos regulares, que permiten detectar de forma temprana infecciones, lesiones o condiciones que podrían evolucionar con el tiempo.

En el Perú, tanto el Ministerio de Salud (Minsa) como el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomiendan que las mujeres se realicen chequeos ginecológicos periódicos desde los primeros años de vida sexual activa, y que incluyan pruebas como el Papanicolaou (PAP) y, en casos específicos, la colposcopía, un examen especializado que permite identificar lesiones provocadas por el Virus del Papiloma Humano (VPH) o posibles indicios de cáncer de cuello uterino.

Según datos del Minsa, el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres peruanas, y su principal factor de riesgo es el VPH, una infección de transmisión sexual muy común. Lo preocupante es que muchas veces el VPH no presenta síntomas, por lo que la única forma de detectarlo a tiempo es mediante pruebas ginecológicas como la colposcopía.

¿Qué es la colposcopía?

La colposcopía es un procedimiento ginecológico ambulatorio que permite observar con detalle el cuello del útero, la vagina y la vulva a través de un instrumento llamado colposcopio, que actúa como una lupa con luz y aumento.

La colposcopía es un procedimiento
La colposcopía es un procedimiento ginecológico ambulatorio que permite observar con detalle el cuello del útero, la vagina y la vulva (Instituto Médico de la Mujer)

Este examen es indoloro, rápido y seguro, y se realiza en el consultorio ginecológico. La paciente se acuesta en una camilla ginecológica, como en un Papanicolaou, y el especialista introduce un espéculo para visualizar el cuello uterino. Luego, se aplica una solución especial (como ácido acético o yodo) que permite resaltar posibles áreas anormales. El colposcopio se ubica fuera del cuerpo y no entra en contacto con la paciente; su función es aumentar la imagen para observar con más precisión cualquier alteración.

¿Cuándo se debe realizar una colposcopía?

La colposcopía no se realiza de forma rutinaria a todas las mujeres, sino que se indica cuando:

  • El resultado del Papanicolaou es anormal.
  • Se sospecha infección por VPH de alto riesgo.
  • Hay sangrados vaginales anormales o después de las relaciones sexuales.
  • Se encuentran lesiones en el cuello uterino durante un examen ginecológico.
  • Hay antecedentes de cáncer cervical.

Si durante la colposcopía el especialista encuentra zonas sospechosas, puede tomar una pequeña muestra (biopsia) para analizarla en laboratorio y confirmar o descartar la presencia de células precancerosas o cancerosas.

En general, la colposcopía no duele. Algunas mujeres pueden sentir una leve molestia al aplicar la solución o durante la inserción del espéculo, pero el procedimiento suele durar entre 10 y 20 minutos. En caso de realizar una biopsia, se puede sentir un pequeño pinchazo o cólico leve. Después del examen, la paciente puede retomar sus actividades normales, aunque si se tomó una biopsia, puede haber un leve sangrado vaginal por uno o dos días.

¿Qué es el VPH y el cáncer de cuello uterino?

Existen más de 100 tipos
Existen más de 100 tipos de VPH, pero solo algunos, conocidos como VPH de alto riesgo (Freepik)

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común en el mundo. Se estima que al menos el 80 % de las personas sexualmente activas lo contraerán en algún momento de su vida. Existen más de 100 tipos de VPH, pero solo algunos, conocidos como VPH de alto riesgo, están relacionados con el desarrollo de cáncer de cuello uterino.

El VPH suele ser asintomático y muchas veces desaparece solo, pero en algunos casos persiste y provoca lesiones en el cuello uterino que, si no se detectan y tratan a tiempo, pueden convertirse en cáncer.

El cáncer de cuello uterino se desarrolla de forma lenta, a lo largo de varios años, y pasa por etapas de lesiones precancerosas. Por eso es tan importante la detección temprana, ya que en sus primeras fases puede tratarse de manera sencilla y efectiva.

Los principales factores de riesgo del VPH y el cáncer de cuello uterino:

  • Tener múltiples parejas sexuales o una pareja con muchas parejas previas.
  • Iniciar la vida sexual a edad temprana.
  • Fumar.
  • Tener un sistema inmunológico debilitado.
  • No realizarse controles ginecológicos periódicos.