Giovanna Pollarolo: “La casa también puede ser un campo de batalla”

En entrevista con Infobae Perú, reflexiona sobre el desencanto en el amor romántico y el hogar, a propósito de su nuevo libro ‘No podemos explicar por qué lloramos’

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(Editorial Planeta)
(Editorial Planeta)

Giovanna Pollarolo ha cultivado una trayectoria literaria amplia. Poeta, ensayista, guionista de cine y autora de cuentos que exploran los matices de la emoción en situaciones cotidianas. En ‘No podemos explicar por qué lloramos’, su más reciente publicación, regresa a la ficción para reunir relatos inéditos junto a otros presentes en ‘Atado de nervios’ (1999), un libro inhallable dado que nunca fue reeditado.

Este nuevo volumen se construye alrededor de “mujeres en tránsito”, como ella misma describió: atrapadas en espacios comunes, sujetas a vínculos, familiares, afectivos o materiales que se deshilachan con el tiempo. Son personajes que cargan con deseos que no se atreven a mencionar. Es ahí donde el llanto, ese que aparentemente surge sin una causa concreta, atraviesa varias de estas historias como síntoma.

Con un tono a veces sarcástico en su escritura, la autora retoma aquellos temas que siempre “le han dado vueltas”. Participa actualmente en varios eventos de la Feria Internacional del Libro de Lima 2025 y presentará allí esta nueva publicación.

(Fundación BBVA)
(Fundación BBVA)

Un libro escrito a su ritmo

“Me demoro porque no tengo urgencia”, dice Giovanna Pollarolo sobre su proceso de escritura. No trabaja con horarios ni estructuras previas. A veces empieza por un texto suelto o un poema derivaba en otra historia.

En su nuevo libro, fueron los relatos que aparecieron con los años los que empezaron a tener puntos en común con los que ya había escrito en ‘Atado de nervios’.

− ¿En qué momento sentiste que lo que venías escribiendo ya era un libro?

Ha ido cambiando con los años. Al comienzo eran solo cuentos dispersos. Había escrito en 1999, “Todo va mejor con Coca Cola”, sobre una mujer que un domingo no sabe qué hacer con su pesar. Luego vino otro cuento donde le puse voz a un hombre despreocupado por su mujer que no habla. Más adelante empecé a escribir bajo una idea general de “casas”. Quería hacer un poema, pero se convertía en cuento. Entonces empecé a organizarlos. Me di cuenta de que había algo común. Un tránsito. Como me pasa siempre, lo que más me demora es darme cuenta de que hay una unidad.

− Originalmente pensaste llamarlo ‘Atado de nervios II’, ¿por qué cambió el título?

Sí. Yo quería hacer como hizo Ribeyro con ‘La palabra del mudo I y II”, algo así. Pero no eran suficientes para un nuevo tomo. Entonces se decidió coger el título de uno de los relatos, ‘No podemos explicar por qué lloramos

− ¿Por qué incluir cuentos antiguos junto a los nuevos?

Me di cuenta de que los nuevos cuentos dialogaban con los antiguos, que podían parecer del “mismo paquete”. No había disonancia. Además, no se podían encontrar porque hace veinticinco años que no se reeditan.

El llanto que hila los cuentos

En muchos de los cuentos de ‘No podemos explicar por qué lloramos’, el llanto aparece como una reacción contenida, como si detrás de cada gesto cotidiano hubiera algo que se sostiene apenas.

“Cuando te preguntan por qué lloras, esperan una razón muy concreta. Pero ese es solo una parte”, dice la autora.

− En el relato que da nombre al libro, los personajes se desbordan en llanto. Es algo que se repite en las historias.

Sí. Es el tremendo dolor de este hijo al que su padre no reconoce. El dolor de esta madre que siempre ha estado al servicio de su hogar. Y claro, ¿cómo lo dices? Porque cuando te preguntan “¿por qué lloras?”, esperan una razón muy concreta, pero eso es solo una parte. Yo creo que el libro más bien indaga por otras razones, por esos sentimientos que corren “por debajo”, pese a que aparentemente los personajes se ven controlados.

− Pero nadie se atreve a hacer la pregunta: ¿por qué lloras?

Nadie. Pero nadie pregunta. Y todo se traslada o camufla en otra cosa. Se crea un nuevo problema. Como la mujer que busca una Coca-Cola, o la que se obsesiona con su refrigerador. Se crea un nuevo problema. Y entonces no encuentras la solución, porque están diagnosticando mal. Todo se va por otro lado.

La casa como espacio simbólico

En varios cuentos, el hogar aparece como el escenario donde se camufla la tristeza, donde las emociones no se expresan directamente, pero se sienten en los objetos, en las rutinas, en el silencio de las paredes.

− En muchos de los cuentos hay una presencia muy fuerte en el concepto del hogar, ¿qué representa la casa en estos cuentos?

Es una metáfora. Los personajes lo entienden como el espacio soñado, donde vas a encontrar seguridad. Como si el afuera fuera el mundo duro, difícil, y adentro está la paz. Pero en verdad tampoco es así. La casa también puede ser un campo de batalla. Las peores cosas pueden ocurrir dentro de una casa.

− ¿Y para las mujeres tiene una carga particular?

Claro, porque desde siempre se ha asignado ese espacio. La mujer en lo privado, el hombre en la calle. Y eso ha sido muy menospreciado, ¿no? El espacio doméstico ha sido considerado menor, porque lo importante ocurre afuera, donde se toman las decisiones. Pero es adentro donde están muchas cosas que no se dicen.

Giovana Pollarolo será homenajeada en
Giovana Pollarolo será homenajeada en la Feria Ricardo Palma. (Foto: Difusión)

El desencanto del amor romántico

El amor —o más bien, el desamor— atraviesa buena parte de los cuentos de Giovanna Pollarolo. Se aleja deliberadamente del modelo del amor idealizado y lo aborda desde el vacío, la desilusión y la angustia.

− ¿Qué queda cuando se cae la idea del amor romántico?

He citado mucho a Vivian Gornick. Cuando estaba escribiendo estos cuentos, llegué a uno de sus libros. Ella plantea que si las mujeres caen en el amor romántico, más temprano que tarde, pierden su independencia. El amor está planteado como una entrega absoluta, como si la felicidad se fuera a encontrar en esa otra mitad. Y eso es imposible. Entonces buscas otro vínculo, y vuelve a pasar. Porque eso que estás buscando no existe.

− ¿Y crees que eso se sostiene hasta hoy?

Yo creo que han cambiado mucho las cosas, pero está bien que se lea y se escriba sobre esto, porque también nos alerta y nos permite hablarlo.

− ¿Y cómo influyó esa lectura en tu escritura?

Fue como encontrar justo lo que estaba necesitando. Me dio asidero, le dio forma a lo que estaba pensando. De pronto todo se organizaba alrededor de eso.

− Has dicho que publicar te cuesta. ¿Por qué?

Porque te expones. Te expones a las preguntas del otro, a las lecturas. Cada vez que publico es un sufrimiento.

− ¿Y por qué lo haces igual?

Me he dado cuenta de que si no lo hago, no paso a otra cosa. Necesito publicar para cerrar. Porque nunca va a estar como uno quisiera. Hay un abismo entre lo que deseas, que tampoco lo sabes bien, y lo que logras. Pero tienes que poner un punto. En la vida vamos avanzando porque vamos cerrando etapas.

Giovanna Pollarolo en la FIL Lima 2025

Giovanna Pollarolo estará en la Feria Internacional del Libro de Lima 2025. Este jueves 24 de julio presenta ‘No podemos explicar por qué lloramos’, su más reciente publicación. El evento se realizará de 8:00 p.m. a 8:45 p.m. en el auditorio Clorinda Matto, y contará, además, con la participación de la narradora y poeta colombiana Piedad Bonnett.

Aunque no se siente del todo cómoda con la exposición pública, Pollarolo asume estos espacios como parte del oficio, pero también como un gesto: “Me da pudor. Pero creo que también es parte de una reciprocidad. Una forma de acompañar a otros, como me han acompañado a mí”, comenta. Durante la feria también ha participado en mesas dedicadas a las presentaciones de otros libros y colegas.