
En medio de una coyuntura donde la presión social, las interpretaciones técnicas y los intereses económicos suelen tensionar las decisiones públicas, la actual temporada de pesca de anchoveta en el Perú exige una mirada fría, rigurosa y, sobre todo, bien informada. La discusión sobre los porcentajes de juveniles en la captura industrial no puede abordarse desde el alarmismo ni la desinformación, sino desde la evidencia científica y la norma vigente.
Recientemente, el actual viceministro de pesca y acuicultura, el sr. Jesús Barrientos Ruiz, declaró que la anchoveta no es solo el principal recurso hidrobiológico del Perú, sino también un ícono de nuestra política pesquera. Representa el 95% del desembarque industrial y sostiene una cadena de valor que aporta más de 1,500 millones de dólares anuales, con 12 mil empleos directos y más de 37 mil indirectos. Este es un recurso que no se puede ni se debe gestionar desde el instinto o la presión de grupos que, sin fundamentos técnicos, solicitan el cierre inmediato de la temporada, alegando —sin pruebas concluyentes— que la pesca está compuesta en un 70% por juveniles1.
Del mismo modo indicó que, toda temporada de pesca se cierra bajo tres presupuestos técnicos claramente establecidos por el Ministerio de la Producción - Produce: (i) se alcanza la cuota autorizada; (ii) se supera el límite permitido de captura incidental de juveniles; o (iii) se detecta el inicio del proceso reproductivo de la especie.
Al respecto, es preciso señalar que el Instituto del Mar del Perú – IMARPE confirmó, para la actual temporada de pesca 2025, una biomasa de anchoveta estimada en 10.9 millones de toneladas, superior a la registrada en 2024. En función de esta evaluación científica, el Ministerio de la Producción (PRODUCE) autorizó una cuota de captura de hasta 3 millones de toneladas, es decir, menos del 30% de la biomasa disponible, garantizando así el criterio de sostenibilidad. Como ocurre en toda actividad extractiva de carácter no selectivo, se contempla un porcentaje de ejemplares de tallas menores o juveniles. Para esta temporada, el límite técnico permitido de captura de juveniles ha sido fijado en 633 mil toneladas.
A la fecha, ninguna de las condiciones establecidas por el IMARPE para determinar el cierre de la primera temporada de pesca del año 2025 se han cumplido. La flota pesquera aún no alcanza extraer los 3 millones de toneladas de la cuota total asignada, tampoco se ha llegado al tope de captura permisible de juveniles (633 mil toneladas); y tercero, no hay señales del inicio del proceso reproductivo.
En cuanto a los juveniles, PRODUCE ha sido claro: la pesca no es selectiva, y el reglamento permite una fracción específica de captura incidental, como parte del enfoque precautorio adoptado. Mientras el porcentaje se mantenga dentro del límite —como es el caso actualmente— no existe sustento técnico para cerrar la temporada. Ciertamente, proteger la biomasa de juveniles es un criterio técnico fundamental para garantizar la sostenibilidad de este importante recurso. Pero resulta inaceptable que, sin evidencia validada por el IMARPE ni verificación técnica por parte PRODUCE, se emitan alertas públicas que generan alarma e incertidumbre en un sector tan relevante de nuestra economía. La sostenibilidad no se alcanza cerrando temporadas por presión; se alcanza aplicando las reglas ya establecidas, respetando los límites biológicos y corrigiendo cuando sea necesario, con datos sobre la mesa.
El Perú ha consolidado, durante años, un modelo de manejo pesquero basado en ciencia. El seguimiento satelital de embarcaciones, el uso de herramientas de prospección científica, la presencia de observadores a bordo y la fiscalización en tiempo real permiten que decisiones como el inicio o cierre de una temporada no dependan del vaivén político. Actualmente, el Perú es considerado un ejemplo de sostenibilidad en el manejo de la anchoveta a nivel mundial, reconocido por organismos internacionales, garantizado por una institución de prestigio como el IMARPE, pero a veces criticado en nuestro medio por razones ajenas a los criterios científicos de manejo que viene empleando con éxito el Ministerio de la Producción.
Desde una visión jurídica, las decisiones administrativas no pueden responder a percepciones o presiones sin sustento. El Reglamento de Ordenamiento Pesquero de la anchoveta establece con claridad los criterios para la suspensión temporal o cierre anticipado. Ninguno de ellos se ha activado. Un cierre fuera de esos cauces no solo sería arbitrario, sino que generaría graves efectos económicos y reputacionales para el país.
En lugar de ceder ante voces que exigen un cierre inmediato sin comprender los mecanismos de manejo adaptativo que el Perú ha consolidado, corresponde respaldar el modelo de vigilancia científica continua que Produce ha ejecutado con apoyo del IMARPE. El enfoque precautorio —basado en monitoreos permanentes, límites biológicos y decisiones adaptativas— es precisamente lo que ha permitido al Perú liderar la pesca sostenible de anchoveta a nivel mundial.
Como país pesquero, lo que corresponde ahora no es detener la temporada sin causa, sino culminarla de forma responsable, como se ha venido haciendo, asegurando la sostenibilidad del recurso, la protección de los juveniles y la continuidad de la cadena productiva que sostiene a miles de peruanos.
El sector pesquero, como cualquier otro, merece crítica constructiva y vigilancia rigurosa. Pero también merece respeto cuando actúa bajo estándares técnicos y legales. En este caso, hay un claro esfuerzo institucional por mantener ese estándar. Lo que toca es reforzar la vigilancia, mejorar la transparencia de los reportes, publicar oportunamente los informes de prospección científica y asegurar una fiscalización sin privilegios ni excepciones.
En un mundo cada vez más exigente con la trazabilidad de los recursos naturales, el prestigio del Perú como potencia pesquera sostenible no puede hipotecarse por intereses de corto plazo. La temporada de anchoveta 2025 avanza con responsabilidad y debe culminar cuando se cumplan los criterios establecidos por la autoridad del sector.
1Según declaró el actual viceministro de pesca y acuicultura del Ministerio del Producción el sr. Jesús Barrientos, en entrevista en video en IP Noticias Julio 2025.

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