Korina Rivadeneira lanza emotivo mensaje a las víctimas sin visibilidad tras denunciar acoso: “Espero todas reciban el mismo trato”

En una noche cargada de emociones y con la voz entrecortada, Korina Rivadeneira se dirigió a sus seguidores y a sus televidentes para agradecer el respaldo recibido en los últimos días tras su valiente denuncia de acoso por parte de un integrante del elenco del Circo de los Dioses.

Con palabras honestas y directas, la modelo venezolana dejó al descubierto no solo el dolor que ha atravesado, sino también la profunda reflexión que esta experiencia le ha provocado. “Buenas noches, Tatito, y buenas noches a toda la gente que nos sigue y nos ha seguido todos estos días y que hoy nos mantienen en el mejor lugar de todos con la mejor sintonía”, comenzó su intervención frente a cámaras.

Aunque ya había expresado su gratitud en la emisión anterior, la exchica reality no quiso dejar pasar la oportunidad de reconocer el trabajo de las autoridades y resaltar su deseo de que esa misma acción se extienda a todas las víctimas, sin importar su nivel de exposición mediática.

“Yo sé que ya lo hice ayer, pero quiero repetirlo hoy porque las autoridades han actuado de manera incansable por este caso y quiero desear de todo corazón y pedirle sobre todo que no solamente se actúe de esta forma con personajes públicos como yo, sino con todas las víctimas que sufren o están expuestas a este tipo de situaciones y hasta peores”, afirmó visiblemente conmovida.

La artista relató que los últimos días han sido extremadamente desgastantes, no solo en lo físico, sino también en lo emocional y mental. “Hoy me siento en este momento destruida, pero sé que estoy acá para ustedes y que el programa ha de seguir y este es mi trabajo”, confesó con una mezcla de agotamiento y convicción.

La reflexión más dura y profunda surgió cuando recordó el examen médico-legal que tuvo que atravesar, una experiencia que la hizo pensar en todas las personas que sufren violencias mayores y no tienen con quién contar.

“¿Cómo se debe sentir para esas víctimas que han sufrido agresiones mucho peores y que además viven con sus agresores? Eso debe ser horrible. Y que encima no tengas el apoyo de tus familiares”, expresó con tristeza.

Agradeció el respaldo que recibió de la prensa, de los líderes de opinión y de sus seguidores en redes sociales, pero fue enfática al señalar que este nivel de apoyo no debería ser exclusivo para personas conocidas.

"Todo ha sido con justa razón, el trabajo de las autoridades, el trabajo del Ministerio de la Mujer, el apoyo en redes sociales, de la prensa, todo ha sido porque esto es completamente justo y lo merezco yo y lo merecen todas las personas que pasan por algo similar”.

En ese momento, el mensaje de Korina se convirtió en un clamor colectivo, un pedido directo para que su experiencia sirva como ejemplo para mejorar el trato y la atención a todas las víctimas, sin excepción. “Espero que se den cuenta de esto y que esto marque un precedente para todas las mujeres, para todas las personas, para los mayores, los hombres, las mujeres, los niños, para todos en general que vivan situaciones como esta de agresiones”.

La exchica reality también compartió detalles que reflejan el nivel de exigencia al que fue sometida en medio de los procedimientos legales. “Fue canzón, y yo dije en algún momento: las personas que pasan por esto no pueden aguantar más. He pasado todo el día sin comer, de un lado para el otro”, dijo, describiendo la intensidad de su jornada. A pesar de ello, no perdió la humanidad ni la empatía: “Yo me pongo en el lugar de ellos y la verdad que me da mucha tristeza y me siento supermal”.

Korina cerró su intervención con una petición urgente a las instituciones del país: que todas las víctimas reciban el mismo trato digno y justo que ella sintió haber recibido. “Espero que sean tratadas de verdad de ahora en adelante y siempre de la misma manera que fui tratada yo durante todo este proceso”.

La fuerza de sus palabras no pasó desapercibida. En un país donde muchas veces las denuncias se pierden en el olvido y las víctimas se sienten desamparadas, el testimonio de Korina Rivadeneira resuena como un eco necesario. No solo por ella, sino por todas aquellas personas que no tienen cámaras ni micrófonos para contar lo que han vivido.