¿Por qué un Zoológico de Estados Unidos está observando cóndores con drones en el Perú?

Una de las aves más grandes y longevas del mundo, con una esperanza de vida de hasta 70 años, ha encontrado en nuestro país un escenario de alerta

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Cóndor andino. Crédito: Alejandro Zeballos
Cóndor andino. Crédito: Alejandro Zeballos

En el aviario del Zoológico de Denver, los visitantes pueden observar a Evita y Andy, dos cóndores andinos que se posan erguidos sobre rocas artificiales. Cuando Andy se lanza hacia la reja y despliega sus alas de casi 2.5 metros, parece posar para su audiencia. El espectáculo es cautivador, pero detrás de esa imagen hay una especie que enfrenta una amenaza grave en su hábitat natural.

El cóndor andino, una de las aves más grandes y longevas del mundo, con una esperanza de vida de hasta 70 años, ha encontrado en Perú un escenario de alerta. La Denver Zoo Conservation Alliance (DZCA), consciente de esta situación, lidera un proyecto binacional que utiliza drones para localizar nidos en zonas inaccesibles de la cordillera andina.

Todo comenzó en 2022, cuando el equipo de la DZCA, liderado por Henry Tinoco Vega, llegó a las regiones de Junín y Pasco para trabajar en la conservación de otra especie vulnerable: la rana gigante. Sin embargo, fueron los propios agricultores de estas zonas quienes dirigieron la atención hacia otra preocupación. Les hablaron de cóndores sobrevolando los picos cercanos, pero también de su incertidumbre ante la falta de monitoreo y apoyo institucional.

Cóndor andino estaría en peligro.
Cóndor andino estaría en peligro. (Foto: Denverite)

Ante esa inquietud, el equipo propuso hacer un diagnóstico. Las caminatas diarias de cinco a siete horas en terrenos escarpados dieron frutos: se identificaron cuatro áreas clave para la observación de cóndores: Mal Paso, Laguna Hueghe, el distrito de Lancari y la Unidad de Producción Quisque.

Gracias al uso de drones, se han logrado documentar comportamientos de anidamiento, rutas de vuelo y zonas de alimentación en altitudes extremas. La información es valiosa para generar políticas públicas, pero también para integrar a las comunidades altoandinas en la conservación de esta especie emblemática.

Situación crítica en territorio peruano

El cóndor andino (Vultur gryphus) habita principalmente la cordillera de los Andes, desde Cajamarca hasta Tacna. También se reportan avistamientos en zonas costeras como Arequipa, Moquegua y Lima. Su presencia es frecuente en regiones como Ayacucho, Apurímac, Cusco, Junín, Arequipa, Pasco y Puno.

Pese a su distribución amplia, en Perú se estima que quedan menos de 500 individuos en estado silvestre, según datos confirmados hasta 2024 por el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (SERNANP) y organizaciones conservacionistas. Esta cifra ha llevado a que, mientras la Lista Roja de la UICN lo clasifica como “Casi Amenazado” a nivel global, en Perú figure como especie “En Peligro Crítico”.

Cada 7 de julio se
Cada 7 de julio se recuerda la importancia del cóndor andino, ave emblemática de Sudamérica cuya conservación es urgente frente a la pérdida de hábitat y la caza. (Andina)

Entre las amenazas que enfrenta destacan el envenenamiento, muchas veces accidental, por el uso de cebos tóxicos dirigidos a carnívoros; la pérdida de hábitat por expansión agrícola, minería y obras de infraestructura; la disminución de carroña disponible, su principal fuente de alimento; y la captura para rituales o ferias patronales, como el conocido “Yawar Fiesta”.

La falta de vigilancia estatal en zonas remotas también agrava la situación. Muchas comunidades desconocen las normativas que prohíben la caza o tenencia del cóndor, y la ausencia de presencia institucional en áreas rurales dificulta la aplicación de los planes de conservación.

Actualmente, el cóndor andino cuenta con protección legal en el país. Desde 2015, existe un Plan Nacional de Conservación que ha sido actualizado parcialmente hasta 2023. Este documento establece directrices para el monitoreo de la especie, rehabilitación, liberación de ejemplares y campañas educativas.

La alianza entre el Zoológico de Denver, SERNANP, Inkaterra Asociación y otras entidades ha permitido desarrollar un enfoque integral que combina tecnología, ciencia y saberes locales. Drones de alta precisión son empleados para acceder a zonas donde el terreno impide el ingreso humano. Las imágenes recolectadas permiten conocer detalles sobre el comportamiento reproductivo y los patrones migratorios de los cóndores.

Además, se promueve una revaloración cultural de la especie. Diversas comunidades de Junín y Pasco participan en actividades que reconocen al cóndor como símbolo de vida y sabiduría ancestral, dejando de lado su asociación con el sacrificio en contextos festivos.