Avance científico logra reparar neuronas dañadas y revertir el envejecimiento del cerebro

Unas estructuras metálicas diminutas demostraron en laboratorio su capacidad para mejorar la salud mitocondrial y aumentar la longevidad en modelos animales, lo que abre la puerta a una nueva era en la neurociencia regenerativa

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Las nanoflores desarrolladas por Texas
Las nanoflores desarrolladas por Texas A&M redujeron el estrés oxidativo en neuronas y mejoraron la función mitocondrial en menos de 24 horas de tratamiento. (Journal of Biological Chemistry)

Investigadores de la Universidad de Texas A&M han desarrollado un nuevo material que podría transformar radicalmente el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Según un estudio publicado en la revista científica The Journal of Biological Chemistry, se trata de unas estructuras metálicas microscópicas, conocidas como nanoflores, que no solo protegen, sino que también reparan las neuronas dañadas y mejoran la salud mitocondrial.

El proyecto fue liderado por Dmitry Kurouski, profesor del Instituto Texas A&M AgriLife, quien subrayó que esta innovación va más allá de aliviar síntomas: “Estas nanoflores se ven muy bonitas bajo el microscopio, pero lo que hacen dentro de la célula es aún más impresionante”.

¿Qué son las nanoflores y cómo actúan en el cerebro?

Las nanoflores son partículas metálicas diseñadas a escala molecular que se asemejan, por su forma, a flores microscópicas. Su función principal es interactuar directamente con las mitocondrias, las estructuras encargadas de producir energía dentro de las células.

Cuando las mitocondrias funcionan mal, generan residuos tóxicos conocidos como especies reactivas de oxígeno, que dañan las células cerebrales y contribuyen a enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson. En pruebas realizadas en laboratorio, se demostró que las nanoflores son capaces de reducir significativamente estos compuestos perjudiciales, restaurando así la salud de las neuronas.

Las partículas metálicas conocidas como
Las partículas metálicas conocidas como nanoflores podrían convertirse en una nueva clase de tratamientos para enfermedades neurodegenerativas. (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Las nanoflores parecen ajustar finamente el rendimiento de las mitocondrias, reduciendo los niveles de sus subproductos tóxicos hasta prácticamente la nada”, detalló Kurouski.

Resultados prometedores en organismos vivos

Para probar su eficacia más allá del entorno celular, los investigadores utilizaron un modelo animal muy común en neurociencia: el gusano Caenorhabditis elegans. Este organismo, que normalmente vive unos 18 días, mostró una mayor longevidad y menor tasa de mortalidad en etapas tempranas tras el tratamiento con nanoflores.

“Estos gusanos no solo vivieron más tiempo, sino que también tuvieron una vida más saludable”, señaló Charles Mitchell, estudiante de doctorado en Bioquímica y Biofísica en Texas A&M.

Este hallazgo es importante porque representa una prueba preliminar de que el tratamiento podría tener efectos positivos no solo a nivel celular, sino en organismos completos.

Los investigadores planean estudiar el
Los investigadores planean estudiar el efecto del material en casos de daño cerebral como accidentes cerebrovasculares y lesiones de médula espinal - (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un posible giro en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas

Durante décadas, la medicina ha buscado sin éxito una forma efectiva de detener o revertir el daño neuronal. Los tratamientos actuales para enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson solo logran aliviar los síntomas, sin reparar el daño que causan.

Este nuevo enfoque propone actuar directamente sobre las causas del deterioro neuronal: el mal funcionamiento mitocondrial y el daño celular asociado al envejecimiento.

“Si podemos proteger o restaurar la salud mitocondrial, entonces no solo estamos tratando síntomas, sino que estamos abordando la causa raíz del daño”, insistió Kurouski.

Próximos pasos: ensayos clínicos y patente

El equipo ya ha solicitado una patente para el uso terapéutico de las nanoflores y tiene previsto colaborar con el Colegio de Medicina de Texas A&M para investigar su potencial en el tratamiento de accidentes cerebrovasculares, lesiones de médula espinal y otras afecciones neurológicas.

El equipo de científicos ya
El equipo de científicos ya solicitó una patente para el uso médico de las nanoflores en terapias neuroprotectoras. (Imagen ilustrativa Infobae)

En el corto plazo, se realizarán estudios de toxicidad y distribución en modelos animales más complejos. Si los resultados son positivos, se iniciarán ensayos clínicos en humanos.

“Queremos asegurarnos de que sea seguro, efectivo y tenga un mecanismo de acción claro”, declaró Kurouski. “Pero basándonos en lo que hemos visto hasta ahora, hay un potencial increíble en las nanoflores”.

Un avance con implicaciones globales

El envejecimiento poblacional y el aumento de casos de enfermedades como el Alzheimer han generado una urgente necesidad de tratamientos más efectivos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 55 millones de personas viven actualmente con demencia en el mundo, y se espera que esta cifra se duplique para 2050.

Un tratamiento como el propuesto por los investigadores de Texas A&M podría cambiar radicalmente esta proyección, al ofrecer una alternativa que no solo ralentiza la progresión de estas enfermedades, sino que podría revertir sus efectos.

Aunque aún falta camino por recorrer, el hallazgo de las nanoflores representa un paso importante hacia una medicina regenerativa del cerebro que, hasta ahora, solo existía en el terreno de la ciencia ficción.