El origen del desfile escolar en el Perú: una tradición de 101 años que nació en la conmemoración de una fecha histórica

A pocos días de celebrarse un nuevo aniversario patrio, los colegios de Lima y regiones viven una verdadera fiesta de patriotismo con los desfiles escolares, una tradición que une a la comunidad educativa y enaltece el amor a la Patria

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Las innovadoras presentaciones de las
Las innovadoras presentaciones de las escoltas escolares, que incluyen coreografías y trajes no convencionales, transforman los desfiles de Huaycán en un festivo y polémico evento. Foto: Andina

Tal vez ningún evento escolar causa tanta expectativa como la parada cívica de los alumnos de colegios, donde miles de estudiantes visten los colores nacionales y marchan en las plazas principales de pueblos y ciudades del Perú. Sin embargo, pocos saben que esta costumbre tiene un origen concreto: el primer gran desfile escolar se realizó con motivo del centenario de la Batalla de Ayacucho, una efeméride cargada de simbolismo en la historia nacional.

La Batalla de Ayacucho, ocurrida el 9 de diciembre de 1824, selló la independencia del Perú y de gran parte de América del Sur, consolidando la derrota final del dominio español en el continente. Cien años después, en 1924, el Gobierno preparó una serie de actos conmemorativos para recordar ese aniversario trascendental.

Fue así como, a través de la Dirección de Instrucción Pública, surgió la idea de reunir por primera vez a delegaciones escolares en un gran desfile a nivel nacional, destacando el rol de la juventud y la educación en la construcción de una patria soberana.

El desfile escolar tiene su
El desfile escolar tiene su origen hace más de 100 años (Composición Infobae: Archivo Histórico del Instituto Riva-Agüero)

El evento original no fue solo un acto escolar, sino una demostración nacional de identidad y civismo. Los colegios más emblemáticos de Lima y provincias respondieron al llamado, preparando a sus alumnos para marchar formados por clases, portar banderas y entonar himnos patrios bajo la mirada atenta de autoridades, familias y vecinos. Aquella jornada inauguró una tradición que, año tras año, suma entusiasmo y preparación en todos los niveles escolares.

El desfile escolar de 1924 se perfiló como un hito. Según testimonios y crónicas de la época, los alumnos lucieron uniformes impecables y presentaron pancartas y símbolos patrios, convirtiendo calles y plazas en escenarios de homenaje colectivo al Perú y a los héroes de la independencia. La actividad tuvo un sentido cívico y educativo: era un recordatorio visible del sacrificio de quienes lucharon por la libertad del país y una oportunidad para fortalecer valores como el respeto, la responsabilidad y el orgullo nacional entre los más jóvenes.

Este evento tiene un origen
Este evento tiene un origen que se remonta hace más de 100 años (Archivo Histórico del Instituto Riva-Agüero)

Con el paso del tiempo, este evento se institucionalizó en el calendario escolar, adaptándose a los cambios sociales y educativos, pero manteniendo su esencia. Hoy, los desfiles escolares por Fiestas Patrias reúnen a estudiantes desde inicial hasta secundaria, apoyados por docentes y padres de familia, en una muestra de trabajo en equipo y creatividad. Los colegios preparan sus delegaciones con meses de anticipación, ensayan las marchas, diseñan banderolas y trajes, y proponen coreografías que fusionan tradición y modernidad. Algunas instituciones agregan a la marcha la representación de danzas típicas, la interpretación de música criolla o la recreación de episodios históricos.

(Archivo Histórico del Instituto Riva-Agüero)
(Archivo Histórico del Instituto Riva-Agüero)

Desfiles escolares en la actualidad

En los últimos años, el sentido inclusivo se ha acentuado. Muchas escuelas integran alumnos con discapacidades, colegios bilingües y representantes de diversas regiones, convirtiendo el desfile en un verdadero mosaico de la riqueza cultural y social del país. En zonas rurales, la jornada suele ir acompañada de ferias gastronómicas y actividades artísticas.

Además del componente cívico, la actividad estimula el sentido de pertenencia y comunidad, y refuerza la memoria histórica. El mensaje sigue siendo el mismo que en 1924: recordar el valor de la libertad y la importancia de la escuela en la formación de ciudadanos. Algunos historiadores sostienen que esta jornada —más allá de su solemnidad— ayuda a los niños y jóvenes a apropiarse de los espacios públicos y experimentar el “orgullo de marchar por el Perú”.

Cien años después, la tradición del desfile escolar mantiene su vigencia y sigue adaptándose a las nuevas generaciones. Lo que comenzó como un homenaje por el centenario de la Batalla de Ayacucho es hoy una de las manifestaciones más populares y masivas de la educación peruana, donde la historia, la música y el entusiasmo se entrelazan para celebrar lo que nos une como nación.

Desfile fue en conmemoración de
Desfile fue en conmemoración de los 142 años de la Batalla de San Pablo. (Foto: Cajamarca en la mira)
Propuesta de congresista busca que
Propuesta de congresista busca que estudiantes de quinto de secundaria hagan servicio militar obligatorio.
En los desfiles escolares se
En los desfiles escolares se evalúa qué tan ordenados están los menores al momento de marchar - crédito Andina