Más de 100 mil jóvenes salieron del mercado laboral en el último año: ¿qué hay más allá de la falta de empleo?

Con estudios técnicos o universitarios, miles de jóvenes en Lima Metropolitana enfrentan un panorama laboral incierto, atravesado por el desaliento, la migración y la falta de oportunidades

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Más de 100 mil jóvenes perdieron el empleo en el último año | 24 HORAS

En medio de un panorama económico frágil y marcado por la incertidumbre política, la realidad golpea con fuerza a los jóvenes peruanos. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el desempleo juvenil en Lima Metropolitana ha crecido un 14.3% en los últimos doce meses, lo que se traduce en más de 102 mil personas de entre 14 y 24 años sin empleo, muchas de ellas con estudios técnicos o universitarios concluidos o en curso.

El reportaje difundido por el programa 24 Horas reveló testimonios de jóvenes que, tras meses de búsqueda laboral infructuosa, se sienten empujados a abandonar el país o simplemente han dejado de buscar trabajo por falta de oportunidades. “No hay trabajos y los trabajos siempre requieren currículo y no te dejan trabajar de la nada, expresa una joven entrevistada.

La frustración y el agotamiento emocional parecen extenderse en esta población. “He intentado salir porque no siento que tengamos acá un futuro. Incluso ahora con la situación política que estamos viviendo. Es más incertidumbre y lo cual aleja la inversión privada o de empresas extranjeras que fomentan el empleo”, añade otra joven, que no descarta migrar en busca de oportunidades.

La mitad de los jóvenes
La mitad de los jóvenes sin empleo en Lima cuenta con estudios superiores, pero no encuentra oportunidades.

El futuro comprometido de toda una generación

De acuerdo con el economista Jorge González Izquierdo, la situación es crítica y refleja una tendencia estructural que se agudiza en contextos de crisis. “La situación del empleo juvenil en el Perú es muy difícil, muy adversa para los jóvenes. Las tasas de desempleo abierto están bien por encima de la tasa promedio de la economía, generalmente más que la duplica”, indicó en declaraciones al programa.

El especialista advirtió, además, que esta falta de inserción laboral tiene efectos de largo plazo, no solo para los jóvenes afectados, sino para el país en su conjunto: “Si los jóvenes de hoy día no están bien educados, entrenados, capacitados, como esa es la realidad del Perú y encima no tienen oportunidad de conseguir esa capacitación vía trabajo, entonces el futuro que le espera a la sociedad peruana es un futuro poco prometedor”.

Las estadísticas respaldan esta preocupación. Entre 2023 y 2024, el promedio de peruanos que decidieron emigrar se duplicó en comparación con años anteriores. Según datos oficiales del INEI, un número significativo de estas salidas del país corresponde a jóvenes que ya no ven posibilidades de desarrollo profesional ni estabilidad económica en territorio nacional.

La ausencia de políticas públicas para los jóvenes

El deterioro del acceso a empleo no es un fenómeno aislado, sino la consecuencia de múltiples factores acumulados. Uno de los más señalados es el impacto negativo de la pandemia en la educación y la capacitación técnica. La interrupción prolongada de clases presenciales, la brecha digital y la falta de adaptación de muchos programas formativos han dejado a miles de jóvenes con competencias limitadas frente a un mercado cada vez más exigente.

A esto se suma la falta de políticas públicas sostenidas para fomentar el empleo juvenil. El Ejecutivo no ha respondido con acciones concretas frente al avance del desempleo en este segmento poblacional, lo que genera aún más descontento y desmotivación. “Me demoré consiguiendo un trabajo, me demoré unos un mes aproximadamente, pero conozco a compañeros que sí demoran muchísimo tiempo más, lo cual es lamentable porque también el costo de vida es alto”, relató otra de las jóvenes consultadas.

Miles de jóvenes dejan de
Miles de jóvenes dejan de trabajar y muchos ya ni siquiera buscan empleo.

El desempleo juvenil no solo impacta los ingresos inmediatos, también debilita el sistema de seguridad social, reduce el consumo y perpetúa la desigualdad. Muchos jóvenes terminan en empleos precarios, sin contrato ni beneficios, y con alta rotación. Para los especialistas, urge que el Gobierno impulse políticas concretas de inserción laboral, o el país podría perder a toda una generación de capital humano.