El Día Mundial del Emoji: cada 17 de julio se celebra la revolución visual que transformó la comunicación digital

Esta jornada resalta cómo los símbolos visuales han transformado la interacción en redes sociales y mensajería, permitiendo expresar emociones y matices que trascienden culturas y lenguas en todo el mundo

Guardar
La celebración anual destaca cómo los símbolos digitales han revolucionado la forma de interactuar, permitiendo expresar emociones y matices que trascienden fronteras culturales y lingüísticas en la era digital globalizada (Cablevisión del Norte)

El 17 de julio se conmemora el Día Mundial del Emoji, una fecha que pone en relieve la importancia de estos símbolos en la comunicación contemporánea. Desde su aparición en los años 90 hasta su consolidación como parte integral del lenguaje digital, los emojis han trascendido fronteras culturales y lingüísticas.

La elección del día se debe a la fecha que muestra el ícono del calendario en muchos sistemas operativos. Esta celebración no solo destaca su evolución tecnológica, sino también su capacidad para transmitir emociones, ideas y matices que las palabras no siempre logran expresar con claridad.

Un ícono del calendario como punto de partida

El Día Mundial del Emoji
El Día Mundial del Emoji se instauró en 2014, inspirado por la fecha visible en el emoji de calendario, como un homenaje a su impacto en la comunicación digital global. (Freepik)

La elección del 17 de julio para rendir tributo a los emojis no fue casual. Esta fecha figura en el emoji de calendario de sistemas como Apple, por lo que se tomó como referencia simbólica para instaurar el festejo.

La iniciativa fue impulsada en 2014 por Jeremy Burge, un especialista en semiótica digital, quien propuso la fecha como una manera de reconocer el papel creciente que estos pequeños íconos tenían en el entorno de las redes sociales y los servicios de mensajería.

Con el pasar de los años, la propuesta se extendió y alcanzó visibilidad internacional. Las plataformas digitales, marcas tecnológicas y usuarios en general adoptaron la celebración como un momento para reflexionar sobre cómo ha cambiado la comunicación humana a raíz del uso masivo de estos elementos visuales.

En la actualidad, el Día Mundial del Emoji es un fenómeno que va más allá del entorno virtual. En distintas ciudades del mundo se organizan actividades culturales, lanzamientos temáticos, campañas educativas y hasta anuncios de nuevos paquetes de íconos que buscan representar de forma más inclusiva la diversidad global.

De Japón al mundo: la evolución de los emojis

Lo que nació como una
Lo que nació como una herramienta japonesa para ahorrar caracteres, terminó como un sistema global que expresa emociones sin necesidad de palabras. (Freepik)

Aunque hoy los emojis forman parte del día a día de millones, su origen se remonta a finales del siglo XX en Japón. Fue el diseñador Shigetaka Kurita quien, en 1999, creó el primer conjunto de pictogramas para una plataforma de mensajería móvil. Estos íconos iniciales estaban pensados para reducir el número de caracteres en los mensajes, al tiempo que ayudaban a transmitir emociones de forma inmediata.

Con la expansión de los teléfonos inteligentes y la globalización de la mensajería digital, los emojis se convirtieron en un lenguaje visual compartido. Su estandarización a través del Consorcio Unicode permitió que fueran reconocidos de forma universal en diferentes dispositivos, lo que contribuyó a su rápida expansión.

Actualmente, existen miles de emojis agrupados en categorías que van desde expresiones faciales y alimentos hasta banderas, símbolos religiosos y objetos cotidianos. Su desarrollo no ha sido estático: cada año se suman nuevos íconos que buscan representar realidades culturales, identidades de género y elementos de inclusión que responden a demandas sociales y tecnológicas.

Un lenguaje digital que supera barreras

Este código visual permite expresar
Este código visual permite expresar sentimientos, intenciones y matices en plataformas digitales, superando muchas veces las limitaciones del texto escrito. (Freepik)

Uno de los mayores logros del emoji ha sido su capacidad para unir a personas de culturas y lenguas distintas mediante un código visual común. En un entorno en el que la inmediatez y la economía del lenguaje son esenciales, estos íconos permiten transmitir estados de ánimo, intenciones y matices que muchas veces se pierden en la escritura plana.

Además, han dado lugar a formas creativas de comunicación que trascienden lo textual. Las conversaciones que combinan palabras con emojis pueden adquirir una riqueza semántica superior a los mensajes exclusivamente verbales. Incluso hay quienes logran sostener diálogos enteros únicamente con estos símbolos, lo que revela su enorme potencial como herramienta de expresión emocional y cultural.

Su impacto también se ha reflejado en el arte, la moda, la música y la publicidad. Diversas campañas de comunicación han utilizado emojis como elemento central para captar la atención del público joven y transmitir mensajes con mayor cercanía. Asimismo, instituciones educativas y organizaciones sociales han recurrido a ellos para promover valores, alertas de salud o acciones cívicas, con resultados efectivos en términos de alcance e impacto.

Nuevas representaciones y debates por la inclusión

El debate por la inclusión
El debate por la inclusión en los emojis ha generado cambios significativos en su diseño, incorporando tonos de piel, géneros y discapacidades. (Freepik)

Con el crecimiento de su uso, los emojis no han estado exentos de cuestionamientos. Uno de los debates más persistentes ha sido el de la representación. Durante años, las opciones disponibles respondían a estándares culturales limitados, lo que generó reclamos por una mayor diversidad racial, de género, orientación sexual, religión y discapacidad.

A partir de estas demandas, los desarrolladores comenzaron a incluir más variantes de tonos de piel, símbolos religiosos y signos asociados a distintas identidades. Las actualizaciones recientes han sumado imágenes relacionadas con movilidad reducida, diversidad familiar y nuevas profesiones, reflejando una mayor sensibilidad frente a la pluralidad social.

No obstante, la discusión continúa. Algunos sectores piden una mayor participación ciudadana en la elección de nuevos íconos, así como mecanismos más inclusivos para definir qué elementos deben formar parte del universo emoji.

Por otro lado, expertos en lingüística y comunicación digital alertan sobre los riesgos de simplificar demasiado los mensajes, lo que podría dar lugar a malentendidos. Aun así, reconocen que su influencia en la construcción de identidades digitales y vínculos afectivos es indiscutible.