El truco para ganar boletos gratis, dinero y hotel sin despegar del aeropuerto: pocos lo saben y es muy sencillo

Viajar en avión puede traer más que una llegada a tu destino: también puede significar noches de hotel pagadas, pasajes gratuitos y dinero en efectivo sin necesidad de abordar. Todo gracias a una situación cada vez más frecuente: el overbooking.

Se trata de una práctica común entre aerolíneas comerciales que consiste en vender más boletos de los asientos disponibles en un vuelo. Aunque puede parecer ilegal, el overbooking está permitido por la normativa estadounidense y en otros países de América, bajo el supuesto de que siempre habrá algunos pasajeros que cancelen o no se presenten.

El problema surge cuando todos los pasajeros aparecen. Es entonces cuando las aerolíneas se ven obligadas a buscar soluciones. Y una de ellas, por mandato federal, es ofrecer compensaciones voluntarias a los viajeros dispuestos a ceder su asiento.

Las opciones de compensación varían, pero pueden incluir:

• Boletos gratuitos para otro vuelo
• Estadía en hotel completamente pagada
• Vouchers de comida y transporte
• Dinero en efectivo o crédito para futuras reservas

En algunos casos, las cifras ofrecidas por ceder el asiento pueden superar los US$1,000, dependiendo de la urgencia del vuelo y la disponibilidad de alternativas. Algunas aerolíneas incluso realizan subastas entre pasajeros para ver quién acepta por el menor precio o quién cede su lugar por la mejor oferta.

La clave está en mantenerse atento al personal de la aerolínea en la puerta de embarque. Si el vuelo ha sido sobrevendido, los agentes suelen realizar anuncios pidiendo voluntarios para quedarse en tierra a cambio de beneficios.

Este procedimiento es el primer paso antes de llegar a medidas más drásticas. Si nadie acepta la oferta voluntariamente y la aerolínea se ve obligada a denegar el embarque a algún pasajero, la compensación ya no es opcional: se convierte en una obligación legal regulada por el Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos.

Si no te ofreciste como voluntario y aún así te niegan el embarque, la ley exige una compensación automática. El monto dependerá del tiempo de retraso que sufras y de la aerolínea:

Si llegas entre 1 y 2 horas más tarde (en vuelos nacionales), podrías recibir hasta el 200 % del valor del pasaje. Si el retraso es superior a 2 horas (o más de 4 en vuelos internacionales), el monto podría elevarse hasta el 400%.

Eso sí, si la aerolínea logra reubicarte en otro vuelo con un retraso mínimo (menos de una hora), no estás obligado a recibir compensación.

Muchos viajeros frecuentes dominan este mecanismo. Personas con itinerarios flexibles llegan al aeropuerto dispuestos a “jugar la carta del voluntario”, atentos a vuelos llenos y a la posibilidad de sacar provecho del overbooking.

Hay quienes han conseguido vuelos redondos gratuitos, estadías en hoteles de tres o cuatro estrellas e incluso tarjetas de regalo o millas adicionales. Algunas historias se viralizan en redes sociales, como la de un pasajero que obtuvo más de US$4,000 en vales de viaje por ceder su asiento en múltiples ocasiones durante una semana.

¿Cómo prepararte para aprovecharlo?

• Llega temprano y verifica el estado del vuelo.
• Habla con el personal en la puerta de embarque sobre la posibilidad de sobreventa.
• Evalúa tu flexibilidad: si no tienes urgencia en llegar, considera aceptar la oferta.
• Solicita todo por escrito: asegúrate de tener constancia de la compensación acordada.
• Pregunta por alternativas: a veces puedes ser reubicado en clase ejecutiva o en otro vuelo directo.