Dina Boluarte a manifestantes: “Los usan para bloquear carreteras o incendiar las calles, no se dejen utilizar”

La presidenta defendió su gobierno durante las protestas en Iquitos y anunció medidas para abordar la crisis energética. Los disturbios, que incluyeron enfrentamientos con la policía, dejaron heridos

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Enfrentamientos en Iquitos por rechazo a la llegada de Dina Boluarte | Latina TV

La presidenta Dina Boluarte se pronunció este martes sobre las protestas en Iquitos, donde miles de personas protestaron en contra de su gobierno durante su llegada al VIII Consejo Estado Regional.

La mandataria afirmó durante su discurso que los manifestantes estaban siendo manipulados por intereses políticos y electorales. “Quiero dejar un país ordenado cuando dejemos de ser gobierno. Desde Loreto, les digo que hoy en la mañana, seguramente con justa razón, o con intereses políticos, han estado manifestándose”, expresó.

Boluarte aclaró que su administración está dispuesta a abordar problemas como la crisis energética, pero rechazó que las protestas tuvieran fines políticos. “No se dejen utilizar. La agenda social, bienvenida. La conversamos y la solucionamos en la medida de nuestras posibilidades. No tenemos todo el presupuesto para atender a los miles de problemas que han estado sin solución por décadas”, añadió.

También destacó los avances en diversas áreas y anunció que la próxima semana se instalará una mesa técnica en Loreto para abordar la problemática energética. “Acabo de disponer que la próxima semana en Loreto se va a instalar una mesa técnica para encontrar solución al problema energético”, aseguró.

Boluarte anunció la instalación de
Boluarte anunció la instalación de una mesa técnica en Loreto para atender la crisis energética

Cerca de mil personas, en su mayoría miembros del sindicato de construcción civil afiliado a la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), se concentraron fuera de la Villa de la Fuerza Aérea (FAP) en Iquitos. Exigían atención a sus reclamos relacionados con la falta de servicios básicos, como electrificación y acceso al agua potable. También pidieron mejoras en seguridad y una solución a la minería ilegal en la región.

Al intentar acercarse al lugar donde la presidenta arribaría, los manifestantes se toparon con un cordón de seguridad compuesto por la Policía Nacional (PNP), que incluyó unidades antimotines y personal de inteligencia. Los enfrentamientos estallaron cuando algunos manifestantes comenzaron a lanzar piedras contra los efectivos policiales. En respuesta, los agentes emplearon bombas lacrimógenas para dispersar a la multitud.

Los disturbios dejaron al menos dos heridos por disparos de perdigones. Las víctimas fueron atendidas por personal médico local. Además, varios menores de edad y pobladores cercanos sufrieron efectos por la inhalación de gases lacrimógenos. Padres de familia debieron retirar a sus hijos de los alrededores de las escuelas por el riesgo para su salud.

La intervención de la Policía
La intervención de la Policía Nacional incluyó el uso de bombas lacrimógenas y perdigones

La falta de información oficial sobre la agenda presidencial también contribuyó al descontento social. Los gremios sindicales señalaron que la escasa comunicación sobre la visita presidencial y la falta de un espacio para el diálogo generaron tensiones adicionales. La protesta, inicialmente centrada en la demanda de servicios básicos y seguridad, se intensificó debido a la falta de apertura del Ejecutivo para abordar directamente las preocupaciones locales.

Crítica

La congresista Ruth Luque criticó fuertemente la respuesta del gobierno durante su visita a Iquitos y señaló que “una presidenta sin legitimidad no puede gobernar a punta de represión”. La parlamentaria denunció el uso de gases lacrimógenos cerca de colegios y los disparos de perdigones por parte de la PNP, lo que expuso a “niños, niñas y adolescentes a un grave riesgo”.

Luque calificó estos actos como “inaceptables” y afirmó que evidencian una vez más que el Ejecutivo solo responde con represión ante el descontento popular. También señaló que este descontento fue alimentado por las acciones de la mandataria, como sus “cirugías, Rolex, 50 asesinatos e incremento del salario”.