Vecinos de Lima y Callao temen perder sus viviendas por el paso del tren Lima-Chosica: casas se ubican muy cerca a rieles

Habitantes de asentamientos en Callao y Cercado de Lima manifiestan temor e incertidumbre ante el inminente paso del tren Lima-Chosica y la posible pérdida de sus hogares. Sin notificación oficial ni alternativas de reubicación claras, los vecinos exigen diálogo y soluciones

Guardar
Familias del Callao preocupadas por los trenes: temen perder sus viviendas | América TV

La reciente llegada de los trenes de la Municipalidad Metropolitana de Lima y que transitarán por la vía del Ferrocarril Central ha encendido la alarma en comunidades vulnerables del Callao y Cercado de Lima. Decenas de casas de madera y material noble se levantan a solo un par de metros del riel, quedando expuestas ante la inminente reactivación de un corredor ferroviario que, durante años, funcionó a menor escala y sin planes de expansión.

En el asentamiento humano Gambeta Alta, en el Callao, la preocupación es evidente. Para los residentes, el futuro está plagado de incertidumbre, sobre todo porque, hasta ahora, ninguna autoridad ha detallado cómo se dará la reubicación, ni qué alternativas ofrecerán frente a un eventual desalojo por los trenes Lima - Chosica. “Más que todo que nos reubique. Eso es lo único que estamos pidiendo, porque hay bastantes familias que necesitamos, o sea, que no vengan así de la noche a la mañana, que ya no nos salgamos o que no vienen de repente, quizás a tumbar hasta con grúas nuestra casa y donde nos vamos a ir no tenemos donde ir, no vivimos con niños”, relata una vecina.

El escenario se replica en Cárcamo, Cercado de Lima, otra zona donde viviendas informales bordean la vía sin ninguna seguridad jurídica. “No nos gusta. Es que no están notificando a nadie. Nos han puesto los letreros pero no notifican a nadie. Y eso nos crea una duda. No sabemos qué planes tiene el alcalde. La mayoría de los vecinos no tienen título de propiedad. Y de hecho, si empieza la obra van a ser reubicados en algún otro sitio. Tiene que haber soluciones. ¿Pero cuándo será?”, comentó otro habitante, reflejando el sentir colectivo.

Vecinos que viven cerca a
Vecinos que viven cerca a los rieles del tren temen ser desalojados

Según el arquitecto Juan Magaña, consultor especializado en proyectos ferroviarios, la normativa es clara y debe cumplirse si el tren va a pasar por esas zonas donde hay viviendas muy cercanas. “Los 20 metros de terreno a cada lado de la vía férrea son intangibles. Eso se llama derecho de vía de cualquier tren de acá del Perú y se mide a partir del eje del de los rieles y a ambos lados”. Sin embargo, durante décadas el Ferrocarril Central ha funcionado con casas e incluso comercios a escasos centímetros.

Al menos 30 familias solo en Gambeta Alta podrían perder sus viviendas ante la llegada de los nuevos vagones. El proceso, advierte el especialista, no es ni rápido ni sencillo: “No es una cosa fácil. En el metro de Lima, en la línea dos, para liberar... son varios años. El retraso no es la obra propiamente dicha, sino es la liberación de los terrenos.”

No han sido notificados

Los vecinos aseguran que solo han visto carteles colgados el último fin de semana anunciando la llegada del tren, pero ni la Municipalidad Metropolitana de Lima ni el MTC han sostenido reuniones formales con los afectados ni informado pasos claros sobre reubicación, compensación o asistencia social. La tensión va en aumento ante la posibilidad de un desalojo intempestivo.

A la precariedad habitacional se suma la falta de títulos de propiedad, un problema estructural en zonas periféricas de Lima y el Callao. Sin papeles y sin haber sido censados en el pasado, las familias temen quedarse sin techo de un día para otro, sumando el drama social a la apuesta ferroviaria capitalina.

Vecinos que viven cerca a
Vecinos que viven cerca a los rieles del tren temen ser desalojados

El Tren Lima-Chosica con fallas

Mientras crece la incertidumbre sobre el destino de las familias vecinas al ferrocarril, el tren Lima-Chosica enfrenta cuestionamientos operativos de fondo. Apenas iniciado el traslado de los primeros vagones donados por Caltrain, se reportó el descarrilamiento de una de las locomotoras. Informes de la propia Municipalidad Metropolitana de Lima revelaron que más del 80% de los vagones recibidos presentaban fallas de funcionamiento al momento de su llegada, reactivando el debate sobre la idoneidad técnica del material rodante y la premura con la que se ha querido implementar el proyecto.

Así se descarriló uno de los vagones del tren de Rafael López Aliaga

El accidente más reciente dejó en evidencia la falta de mantenimiento adecuado y los problemas generales de compatibilidad entre los vagones antiguos y las vías locales. Las dudas logísticas y técnicas se suman a las sociales, aumentando el desconcierto en los tramos urbanos más conflictivos.

Hasta el momento, el proyecto ferroviario de Lima avanza entre la expectativa de modernización y el temor concreto de dejar a decenas de familias fuera de su vivienda y sin opciones en plena capital.