Madre abandona a bebé en puesto de zapatero en San Martín de Porres

La comisaría Sol de Oro, ubicada en el distrito limeño de San Martín de Porres, recibió a una menor de apenas tres meses tras un incidente que ha generado conmoción en la comunidad. La madre de la niña abandonó a la bebé en el mercado Sarita, argumentando que iría al baño, y la dejó al cuidado de un zapatero. La mujer no regresó. Cámaras de seguridad captaron el momento en que la madre se aleja tras entregar a la menor.

Los serenos del distrito acudieron al llamado de alerta realizado por los comerciantes del mercado, quienes notaron que la madre de la menor no volvía después de varios minutos. Al constatar el abandono, los agentes rescataron a la bebé y la trasladaron a la comisaría Sol de Oro para su protección. Durante su permanencia en la dependencia policial, integrantes de la Policía de Familia y el Centro de Emergencia Mujer se hicieron cargo de la menor. Debido a la falta de recursos y el tiempo que permaneció bajo resguardo policial, agentes de turno realizaron una colecta para comprar pañales y leche.

Una integrante de la Policía de Familia alimentó a la menor, un hecho que fue registrado en imágenes, aunque estas no llegaron a los medios por cuestiones de privacidad del caso. Posteriormente, la niña fue llevada a la Unidad de Protección Especial (UPE), entidad del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). Esta unidad se especializa en la protección de derechos de niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo.

Horas después del abandono, una mujer se presentó en la misma comisaría, presuntamente para reclamar a la menor. Según la versión de los agentes policiales, presentaba signos de ebriedad, lo que generó dudas sobre su capacidad para ejercer la tutela de la niña. La identidad de la mujer continúa bajo investigación; por el momento, solo se conoce que sería de nacionalidad peruana. Las autoridades recogieron sus datos personales y, para esclarecer la situación, la mujer deberá presentar documentos que confirmen su vínculo biológico con la menor. También se prevé que sea sometida a evaluaciones de tipo psicológico y, de ser necesario, a pruebas genéticas.

La UPE evaluará el entorno familiar de la niña para determinar si existen otros familiares que puedan hacerse cargo de ella en un ambiente seguro. El procedimiento ordinario en estos casos prioriza la permanencia del menor en un círculo familiar, siempre que se garantice que sus derechos y bienestar estén protegidos. Este análisis busca evitar la institucionalización de la menor, un recurso que se emplea únicamente si no existen familiares idóneos.

La investigación policial también busca identificar al padre de la niña o a otros parientes cercanos, como abuelos, que puedan asumir la custodia. Si la madre no demuestra capacidad para cuidar a la menor, enfrentará un proceso judicial que podría desembocar en la pérdida de la tutela.

El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables mantiene la tutela provisional de la niña mientras se desarrollan las investigaciones. La policía y la fiscalía han iniciado diligencias para esclarecer hechos y establecer las responsabilidades pertinentes.