Tragedia en el río Huallaga: joven universitaria muere al hundirse minivan con 11 pasajeros

La estudiante de Medicina Veterinaria regresaba a Tarapoto desde Sauce cuando la unidad terminó sumergida. Su cuerpo fue hallado tres días después

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La tragedia ocurrió en segundos, pero marcó para siempre a una familia entera en la región San Martín. María Hortensia Panduro Chávez, una joven de 22 años que estudiaba Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional de San Martín, falleció luego de que la minivan en la que viajaba se precipitara al río Huallaga. La estudiante retornaba a Tarapoto desde Sauce, como lo hacía cada fin de semana para cumplir con sus clases. Esta vez, sin embargo, el viaje terminó en una dolorosa pérdida que conmocionó a toda la comunidad.

El accidente ocurrió la tarde del domingo 6 de julio, cuando el vehículo de la empresa Laguna Express, conducido por Wilman Ruiz, intentaba cruzar el río a bordo de una balsa cautiva. Según la versión del chofer, los frenos se vaciaron en el trayecto, y en cuestión de segundos, el vehículo cayó al agua con 11 pasajeros y el conductor a bordo. Todos lograron salir con vida… menos María.

Un viaje habitual que terminó en tragedia

Foto: Difusión
Foto: Difusión

María Hortensia había salido de Sauce junto a su hermano mayor Kevin, rumbo a Tarapoto. Eran cerca de las 6 de la tarde cuando la minivan abordó la plataforma flotante para cruzar el río Huallaga. Aunque el cruce suele ser rápido, una falla en el sistema de frenos hizo que el vehículo perdiera el control justo en ese instante. Testigos del hecho lograron romper las lunas del vehículo, lo que permitió que diez pasajeros, entre ellos dos niños, salieran antes de que la unidad se hundiera por completo. El chofer también fue rescatado.

Sin embargo, María no pudo salir a tiempo. Según testigos, entró en estado de shock, lo que impidió su reacción. La falta de herramientas y la oscuridad impidieron continuar la búsqueda esa noche. Durante los siguientes días, más de 250 personas, entre familiares, vecinos y rescatistas voluntarios, recorrieron la zona sin éxito. Fue recién el miércoles que pescadores del distrito de Saposoa avistaron un cuerpo flotando río abajo. Las prendas coincidían con las que vestía la joven al momento del accidente. Más tarde se confirmó su identidad.

El dolor de una madre y el pedido a las autoridades

Foto: Difusión
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El hallazgo desató un nuevo dolor para la familia, que debió esperar más de 72 horas para que se autorice la necropsia de ley y se entreguen los restos. Magdalena Chávez, madre de María Hortensia, pidió entre lágrimas que se agilizara el proceso. “Señor fiscal, por favor, póngase la mano al pecho. Necesitamos a nuestra niña, desde el domingo está desaparecida”, exclamó frente a medios y autoridades.

Finalmente, el miércoles por la noche se realizó la autopsia y el cuerpo fue entregado la madrugada del jueves. La joven fue velada en su vivienda en Sauce y, al día siguiente, sepultada en el cementerio municipal del distrito. Hasta allí llegaron al menos 25 compañeros de su facultad, quienes la despidieron entre oraciones, flores y lágrimas. La comunidad universitaria quedó profundamente afectada.

La tragedia ha abierto serias interrogantes. ¿Por qué se permitió que los pasajeros permanecieran dentro del vehículo al abordar la balsa? ¿Realmente hubo una falla mecánica o se trató de un error humano? Transportistas locales afirmaron que el vehículo ya había mostrado fallas de frenos antes del cruce, y señalaron que muchos conductores no exigen que los pasajeros desciendan ni usen chalecos salvavidas, a pesar de que es la práctica recomendada en estos casos.

Mientras las investigaciones siguen su curso, el caso de María Hortensia Panduro Chávez se convierte en un símbolo de dolor, pero también de reclamo por condiciones mínimas de seguridad en los traslados fluviales y terrestres que miles de peruanos realizan a diario en las regiones amazónicas del país.