“Me cortaron un pedazo de la oreja y me pidieron que lo coma”: el duro testimonio de una víctima de secuestro en Trujillo

Durante dos días, un ciudadano de 43 años, identificado como Jimmy, estuvo a merced de una banda criminal vinculada al Tren de Aragua. Víctima fue rescatada gracias al error de uno de sus captores

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Víctima reveló su fuerte y estremecedora historia tras ser captado por una banda vinculada al Tren de Aragua. | Punto Final

Jimmy, emprendedor y agente de seguros en Trujillo, vivió en carne propia dos días de brutalidad y terror a manos de una banda de secuestradores. Su historia, marcada por la tortura física y mental, revela los extremos a los que llega el crimen organizado en el norte del país y pone en evidencia el alto nivel de violencia que enfrentan hoy los ciudadanos.

El secuestro ocurrió el 3 de julio tras una llamada de “Waro”, un cliente venezolano a quien Jimmy había atendido meses atrás. El supuesto nuevo negocio era el anzuelo. La cita, en la urbanización Villa Marina —zona conocida como “la Nueva Venezuela”—, lo puso en la boca del lobo: allí fue atacado nada más llegar, golpeado en la cabeza con una pistola y reducido por la banda. “Me amarraron con cable. Creí que era un asalto, pero ahí me di cuenta de que era un secuestro. Comenzaron a pedirme las claves del celular. Yo les rogaba que hablaran, que se calmaran… pero grababan audios pidiendo transferencias y mensajes de emergencia para pedir dinero a mis contactos”, relató Jimmy a Punto Final, aun con la voz quebrada.

Mientras su familia y amigos caían en la trampa y depositaban dinero, los secuestradores subieron la apuesta: “Primero me cortaron un pedazo de oreja. Lo peor fue cuando me dijeron que lo comiera. Es imposible describir ese momento, el dolor y la humillación”. Sus captores no se detuvieron allí. Pronto vinieron los cortes con cuchillo —uno, profundo, en el brazo para que saliera sangre delante de la cámara— y grabaciones interminables. “Me llevaban a la ducha, simulaban que estaba bien, pero yo estaba totalmente dopado. Perdía la noción del tiempo. Nunca sentí tanto miedo. No sabía si vería de nuevo a mi familia”.

La víctima fue obligada a pasar cada hora bajo amenaza, atado a un colchón, sin moverse, bajo vigilancia y con las torturas continuas convertidas en espectáculo tanto para los criminales como para quienes recibían los videos en sus teléfonos. “Después de golpearme y cortarme, ellos simplemente se ponían a beber whisky y drogarse, como si nada hubiera pasado. Decían que hasta que no consiguieran los 20 mil soles no me dejarían ir. Escuchaba cómo llamaban y exigían ‘Completa los 15 mil’, amenazando con matarme”.

La víctima fue hallada en una casa de Moche, donde permanecía retenida por presuntos miembros del Tren de Aragua. Los secuestradores pedían un rescate de S/15 mil.

La crueldad de la banda, liderada por el venezolano Edgard Pérez Quiroz (“Waro”), no conocía límites. “Me hicieron grabar mensajes en los que suplicaba por mi vida, me hacían repetir que les pagaran porque si no, no saldría vivo. Yo solo pedía a Dios que me diera fuerza para soportar el dolor, que nada me pasara en la vista o en la cabeza”, recuerda.

Esos interminables minutos de dolor psicológico y físico, junto con la incertidumbre sobre su destino, marcaron el punto más bajo de su vida. “Pedía sabiduría como David en la Biblia, porque sólo la fe me sostenía. El miedo, el dolor, los gritos… Me cuesta dormir todavía, la herida en la oreja me sigue doliendo. Todo el tiempo pensaba en mi familia, en que debía resistir”, testimonia.

“Cuando por fin entró la policía, sentí que volvía a nacer. Dije: ‘Gracias por darme una nueva oportunidad de vida’. Pensé que no saldría con vida”, recuerda entre lágrimas.

Detalles del rescate

El operativo, ejecutado por más de 300 efectivos entre personal policial y agentes del orden, se puso en marcha tras la denuncia de un familiar directo. El uso del celular personal de uno de los integrantes ligados al Tren de Aragua permitió el rescate de la víctima.

Durante el operativo, los agentes intervinieron a tres ciudadanos venezolanos que permanecían dentro de la vivienda junto a la víctima. Se trata de Jonander Betancourt, de 23 años; Edgar Pérez, de 31; y Alix García, de 24. De acuerdo con información brindada por el jefe de la Divincri, coronel Jhonny Huamán Mariano, los detenidos pertenecerían a una célula delictiva vinculada al Tren de Aragua.