Mafias ofrecen certificados médicos falsos con firmas y sellos de doctores habilitados y hasta hacen ‘oferta’ a clientes

Una investigación de Panorama expuso cómo, a plena luz del día, se venden certificados médicos falsos frente a un hospital público, con diagnósticos al gusto del cliente y firmas de doctores habilitados

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Así te ofrecen los certificados médicos falsos con firma de doctores habilitados | Panorama

En los alrededores del hospital de San Juan de Lurigancho, decenas de personas ofrecen certificados médicos falsos como si se tratara de una feria libre. No hay consultas ni diagnósticos. Basta con mencionar cuántos días se desea faltar al trabajo para que alguien comience a llenar los documentos. La transacción ocurre sin reserva. La persona escoge el tipo de enfermedad, paga en efectivo y recibe un certificado con firma, sello y número de colegiatura de un médico activo en el Colegio Médico del Perú.

A través de una investigación del programa Panorama se reveló como este mercado informal funciona a plena luz del día. Las calles se han convertido en el punto de encuentro entre mafias organizadas y clientes que buscan justificar una ausencia laboral. El negocio incluye desde certificados simples hasta recetas médicas completas. Todo se ofrece como un combo. Algunos documentos llevan el membrete de centros médicos privados, mientras que otros se elaboran en especies valoradas, listas para ser presentadas ante cualquier empleador.

Precios, promociones y enfermedades inventadas

Un certificado por un día de descanso cuesta 20 soles. Si el cliente necesita más, los vendedores aplican descuentos. Cuatro días por 50 soles, con la posibilidad de elegir entre distintas enfermedades que suenen más creíbles ante Recursos Humanos. Bronquitis, faringitis aguda, gastroenteritis o fiebre viral. Las excusas se adaptan según el puesto de trabajo, el tipo de empresa o la urgencia del usuario.

Una feria de certificados falsos
Una feria de certificados falsos frente al hospital de San Juan de Lurigancho. Las mafias ofrecen hasta "promociones" por varios días de descanso médico sin consulta previa. Foto: Panorama

El servicio incluye recomendaciones. “Mejor pide bronquitis, suena más serio”, sugiere una de las vendedoras al momento de ofrecer el paquete. En pocos minutos, redactan el diagnóstico, asignan fechas pasadas o futuras según lo que se requiera y entregan el certificado. También se ofrecen medicamentos, con recetas adjuntas que pueden ser canjeadas en farmacias asociadas. Todo se presenta como un trámite cotidiano, sin que nadie cuestione la veracidad del documento.

Firmas reales en documentos falsos

Uno de los aspectos más graves de esta red es el uso de nombres y rúbricas de médicos colegiados. Los certificados llevan sellos oficiales y números de colegiatura válidos. En uno de los casos, se identificó la firma del doctor Carlos Ernesto Santilli, con registro vigente. Su nombre aparece al pie de un certificado de descanso médico donde se menciona un diagnóstico específico y se recomienda reposo por varios días. Todo luce auténtico. Pero la atención médica nunca existió.

El sistema permite que cualquier persona presente el documento en su centro de trabajo sin levantar sospechas. Algunos de estos papeles incluso llevan el logotipo de EsSalud. Una colaboradora logró obtener uno por 70 soles, supuestamente firmado por un neumólogo del hospital Aurelio Díaz Ufano. El documento incluía los datos completos del médico, la especialidad, el tiempo de reposo y la indicación de no asistir al trabajo durante dos días.

Los documentos llevan sellos de
Los documentos llevan sellos de profesionales colegiados, aunque no exista evaluación alguna. Foto: Panorama

Una cadena que une boticas, consultorios y jaladores

La operación no se limita a los vendedores en la calle. Todo forma parte de una cadena bien estructurada que involucra a clínicas, boticas y posiblemente personal médico. Las vendedoras derivan a los compradores hacia establecimientos donde se imprimen los certificados. En algunos casos, un supuesto doctor extranjero aparece para sugerir el diagnóstico, indicar los síntomas y firmar el documento con sello en mano.

Las boticas también participan. Varias de ellas aceptan las recetas sin cuestionamientos, sabiendo que provienen de un circuito irregular. Por cinco soles adicionales, se puede obtener una receta con medicamentos precisos para justificar el cuadro clínico falso. Esta colaboración entre distintos actores permite sostener el negocio y ampliarlo. La rapidez del trámite y la apariencia legal del certificado hacen que cientos de personas recurran a este sistema cada semana.