Estudiantes peruanos desarrollan purificador de agua que solo necesita energía solar

Un equipo de la UARM ideó un sistema que transforma el recurso salado en líquido seguro para consumo familiar con un diseño de bajo costo que aprovecha el sol como única fuente de energía limpia y renovable

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Estudiantes de la UARM diseñaron
Estudiantes de la UARM diseñaron un purificador solar que convierte agua salada en potable con bajo costo.(Universidad Antonio Ruiz de Montoya)

Desde la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), en Lima, un grupo de estudiantes de Ingeniería Industrial ha desarrollado un purificador de agua que funciona únicamente con energía solar. Según informó la propia casa de estudios, esta innovación busca ofrecer una solución accesible, sostenible y de bajo costo para enfrentar el déficit hídrico en la franja costera del país, donde el acceso al agua potable continúa siendo un desafío persistente.

El equipo responsable del diseño está formado por Josué Valverde, Bilha Tolentino, Guianfrank Leonardo, María Angelina Rivera, Rodrigo Pillaca y María Salazar. Su propuesta consiste en un desalinizador solar que convierte agua salada en potable al replicar el ciclo natural del agua a través de los procesos de evaporación y condensación, inspirándose en el modelo francés Marine Tech.

Un diseño accesible y de bajo costo

Uno de los puntos más relevantes de este proyecto es su bajo costo de implementación. Josué Valverde explicó que el purificador está pensado para ser replicado fácilmente sin la necesidad de grandes inversiones.

“No es necesario contar con grandes presupuestos para realizar el purificador. La suma de los materiales utilizados varía entre S/. 50 y S/. 100. Esto puede ayudar sobre todo a familias que viven cerca de las playas, al utilizar agua salada y convertirla en potable”, señaló Valverde.

El dispositivo reproduce el ciclo
El dispositivo reproduce el ciclo natural del agua usando energía solar para comunidades costeras vulnerables.(Universidad Antonio Ruiz de Montoya)

En un país como el Perú, donde más del 60% de la población vive en la costa, pero el acceso al agua potable enfrenta limitaciones crecientes debido a la escasez y la contaminación de fuentes hídricas, esta solución podría tener un impacto significativo. Según datos del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS), alrededor de 3 millones de peruanos carecen de acceso seguro al agua potable, cifra que se concentra en mayor medida en áreas periurbanas y rurales.

Principios físicos y funcionamiento del sistema

Bilha Tolentino, otra de las integrantes del equipo, detalló que el purificador se basa en principios termodinámicos sencillos pero efectivos. El diseño emplea un recipiente esférico, un plato metálico para contener el agua salada y una jarra que sirve como fuente de alimentación al sistema.

“Se calienta el agua salada con la energía solar y, al elevarse la temperatura, las moléculas se evaporan. Así, se eliminan sales y minerales. Ese vapor se condensa en la superficie del domo en forma de gotas, que recolectamos como agua pura”, explicó Tolentino.

El proceso tiene un rendimiento estimado de entre 3 y 4 litros de agua potable en un lapso de aproximadamente tres horas de exposición al sol, lo que lo hace útil para el consumo doméstico en comunidades pequeñas o familias.

La propuesta universitaria genera entre
La propuesta universitaria genera entre 3 y 4 litros de agua potable en aproximadamente tres horas. (Freepik)

Inspiración internacional y adaptación local

El dispositivo está inspirado en el modelo Marine Tech, una tecnología francesa que ya se ha probado con éxito en otras regiones costeras del mundo. Sin embargo, los estudiantes de la UARM lo adaptaron para condiciones locales, reduciendo su costo y complejidad para que pueda ser replicado por comunidades con recursos limitados.

El diseño también toma en cuenta la abundante radiación solar que caracteriza al litoral peruano. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las ciudades costeras peruanas tienen niveles altos de insolación durante buena parte del año, lo que permite aprovechar la energía solar como fuente limpia y gratuita.

Educación, innovación y compromiso social

El proyecto ha sido destacado por autoridades de la universidad como un ejemplo de la capacidad transformadora de la educación técnica y científica. José Manuel López Ludeña, jefe de la Carrera de Ingeniería Industrial de la UARM, señaló que este desarrollo refleja el compromiso de la universidad con la sostenibilidad y la búsqueda de soluciones reales a los problemas del país.

“Este proyecto refleja cómo la formación científica y técnica puede responder a los desafíos del país. Nuestros estudiantes aplican lo aprendido en clase para desarrollar soluciones innovadoras que aportan significativamente al país”, afirmó López Ludeña.

Proyecciones y expectativas del equipo

Los estudiantes no se conforman con el prototipo y esperan que la propuesta pueda escalarse y replicarse en otras comunidades. Según indicaron, su objetivo es que más familias vulnerables puedan beneficiarse de un método accesible y seguro para obtener agua potable.

“Desde la UARM, hemos desarrollado iniciativas con una perspectiva sostenible, de aprovechar los recursos eficientemente. Nos gustaría que este proyecto pueda aplicarse a gran escala, como ya ocurre en otras economías del mundo y, así, abastecer a familias vulnerables”, añadió Valverde.

La iniciativa se suma a otros esfuerzos de innovación social que buscan mitigar la crisis hídrica en Perú, donde el cambio climático y la expansión urbana han incrementado la presión sobre las fuentes de agua dulce. Organizaciones como el Banco Mundial han advertido que Perú es uno de los países sudamericanos más vulnerables al estrés hídrico, lo que hace urgente la búsqueda de soluciones locales, sostenibles y replicables.

Con este proyecto, los estudiantes de la UARM no solo demuestran creatividad y dominio técnico, sino también un fuerte compromiso social al ofrecer una herramienta sencilla que puede transformar la vida de cientos de familias costeras, aportando así a la construcción de un futuro más sostenible e inclusivo.