Accidente cerebrovascular: un mes antes de un derrame cerebral tu cuerpo te da estas señales

El ACV no siempre llega sin previo aviso. Tu cuerpo puede mostrar síntomas sutiles o intermitentes días o semanas antes del evento

Guardar
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre hacia una parte del cerebro (Imagen Ilustrativa Infobae)

Muchas personas piensan que un accidente cerebrovascular (ACV), también conocido como derrame cerebral, ocurre de forma repentina y sin advertencia. Sin embargo, en muchos casos, el cuerpo comienza a enviar señales semanas antes del evento. Reconocer estos síntomas tempranos puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y consecuencias graves como parálisis o incluso la muerte.

En el Perú, los ACV representan una de las principales causas de discapacidad y muerte. Según el Ministerio de Salud (Minsa), cada año se registran más de 14 mil casos nuevos de accidentes cerebrovasculares en el país. Por su parte, el Seguro Social de Salud (EsSalud) ha advertido que los ACV afectan tanto a personas mayores como a adultos jóvenes, y que su incidencia ha ido en aumento debido a factores como el estrés, la mala alimentación, la hipertensión y el sedentarismo.

Dado que se trata de una emergencia médica que puede cambiar la vida en cuestión de minutos, es fundamental conocer las señales tempranas que pueden aparecer hasta un mes antes de un derrame cerebral. Estar alerta puede salvar tu vida o la de un ser querido.

Un mes antes de un derrame cerebral tu cuerpo te da estas señales

La visión borrosa o doble
La visión borrosa o doble puede ser señal de que una parte del cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno (Webconsultas)

El ACV no siempre llega sin previo aviso. Tu cuerpo puede mostrar síntomas sutiles o intermitentes días o semanas antes del evento. Estas son algunas de las señales más comunes que podrían aparecer hasta un mes antes de un ACV:

  • Dolores de cabeza frecuentes e intensos: si bien muchas personas sufren migrañas, los dolores de cabeza inusuales, que aparecen de forma repentina y sin causa aparente, pueden ser una señal de advertencia, especialmente si vienen acompañados de otros síntomas neurológicos.
  • Mareos o pérdida del equilibrio: tener episodios frecuentes de vértigo, desorientación o dificultad para mantener el equilibrio podría indicar un problema en el flujo sanguíneo hacia el cerebro.
  • Visión borrosa o doble: cambios repentinos en la visión, como ver borroso o ver doble en uno o ambos ojos, pueden ser señales de que una parte del cerebro no está recibiendo suficiente oxígeno.
  • Entumecimiento o debilidad en una parte del cuerpo: una sensación de debilidad, hormigueo o parálisis leve en el rostro, brazo o pierna (generalmente en un solo lado del cuerpo) puede ser una señal de alerta temprana.
  • Dificultad para hablar o entender: experimentar momentos en los que es difícil encontrar palabras, hablar claramente o comprender lo que otros dicen, aunque sea de forma breve, puede ser un síntoma de un mini-ACV (ataque isquémico transitorio).
  • Confusión repentina: cambios en el estado mental, como desorientación, dificultad para concentrarse o recordar cosas simples, deben tomarse en serio.
  • Fatiga extrema sin razón aparente: un cansancio inusual o agotamiento prolongado, sin causa física evidente, también puede estar relacionado con problemas vasculares que afectan el cerebro.

Es importante resaltar que muchas veces estos síntomas se presentan de forma leve o desaparecen por sí solos, pero eso no significa que deban ignorarse. Consultar con un profesional de salud ante la aparición de estos signos puede permitir detectar y tratar condiciones subyacentes antes de que se produzca un ACV.

Factores de riesgo de ACV

Un accidente cerebrovascular ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre hacia una parte del cerebro, lo que impide que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes.

La fatiga extrema sin razón
La fatiga extrema sin razón aparente también puede estar relacionado con problemas vasculares que afectan el cerebro (Freepik)

Algunos de los factores de riesgo más comunes son:

  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Colesterol alto
  • Tabaquismo
  • Obesidad
  • Sedentarismo
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Estrés crónico
  • Tener antecedentes familiares de enfermedades cerebrovasculares

Las personas mayores de 60 años están en mayor riesgo, pero cada vez hay más casos en adultos jóvenes debido a malos hábitos de vida.

Cómo prevenir un derrame cerebral

Aunque no todos los factores de riesgo pueden eliminarse, adoptar un estilo de vida saludable puede reducir significativamente la probabilidad de sufrir un ACV. Estas son algunas recomendaciones clave:

  • Controla tu presión arterial: es el factor más importante. Revísala regularmente.
  • Mantén niveles saludables de colesterol y glucosa: a través de una dieta equilibrada y chequeos médicos.
  • Haz actividad física regularmente: al menos 30 minutos diarios de caminata o ejercicio moderado.
  • No fumes y limita el alcohol: estos hábitos aumentan considerablemente el riesgo de ACV.
  • Lleva una alimentación saludable: rica en frutas, verduras, granos enteros y baja en grasas saturadas.
  • Maneja el estrés: meditación, yoga o terapia psicológica pueden ser útiles.
  • Consulta al médico ante síntomas inusuales: no ignores cambios repentinos en tu cuerpo.

Cómo el ACV afecta la salud

El accidente cerebrovascular (ACV) afecta gravemente la salud porque interrumpe el flujo sanguíneo al cerebro, lo que impide que las células cerebrales reciban oxígeno y nutrientes. Esta falta de irrigación puede causar daño cerebral irreversible en minutos. Dependiendo del área afectada, puede generar secuelas físicas como parálisis, dificultad para hablar, pérdida de memoria o problemas para caminar. También puede alterar el estado emocional y mental, generando ansiedad o depresión. En casos severos, puede causar la muerte. Por eso, el ACV es una emergencia médica que requiere atención inmediata para minimizar sus efectos en la salud y mejorar las posibilidades de recuperación.