Peligroso fenómeno geológico captado en el norte del Perú: desplaza grandes volúmenes de suelo y roca

Un deslizamiento activo fue detectado en el norte del Perú, específicamente en el distrito de Huamachuco, provincia de Sánchez Carrión, en la región La Libertad. Este fenómeno geológico, identificado por el Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet), involucra el desplazamiento de grandes volúmenes de suelo y roca en un área de 1.15 hectáreas, y ha generado serios riesgos para la infraestructura y la seguridad de la población local.

La alerta, que ya ha sido emitida a las autoridades correspondientes, pone de manifiesto la magnitud de este evento, que podría seguir afectando diversas zonas clave de la región norteña.

Un deslizamiento activo es un fenómeno en el que grandes masas de tierra o roca se mueven de manera continua o han mostrado movimiento reciente. En el caso del deslizamiento en La Libertad, se trata de un desplazamiento traslacional, que ocurre cuando el terreno se mueve en bloque, arrastrando grandes porciones de suelo cuesta abajo debido a la gravedad.

Este tipo de fenómeno geológico puede tener consecuencias devastadoras, especialmente cuando el terreno está saturado por lluvias intensas, advirtió el Ingemmet.

El deslizamiento en Huamachuco ha afectado varias infraestructuras esenciales de la región. Entre ellas se encuentra el canal de riego La Zarza, cuya interrupción ha afectado el suministro de agua en la zona. Además, el deslizamiento ha impactado un tramo de 120 metros de la Carretera Nacional PE-3N, que conecta Huamachuco con Trujillo, generando dificultades en el tránsito. También se han reportado daños en el sistema de drenaje del depósito de desmonte minero N°2 (DD2) y en el cableado de fibra óptica de la empresa Claro, interrumpiendo las comunicaciones entre Huamachuco y Pataz.

Las condiciones geológicas y climáticas de la zona contribuyen significativamente a la ocurrencia de deslizamientos. El terreno en Huamachuco está compuesto por materiales no consolidados, como gravas y bloques sueltos en una matriz arenosa, que son fácilmente erosionables y se deslizan con facilidad. Además, las pendientes pronunciadas en la zona, que oscilan entre los 15° y más de 45°, facilitan aún más el desplazamiento de las tierras.

Otro factor relevante en el fenómeno es la modificación del terreno debido a actividades humanas. La construcción de vías y la minería en la región han alterado la estabilidad natural del suelo, creando condiciones propicias para que el deslizamiento se active.

Las lluvias intensas y prolongadas, comunes en esta zona, son el detonante principal del deslizamiento, ya que incrementan el peso del suelo y reducen su cohesión, lo que provoca que se desplace con mayor facilidad.

La erosión de cárcavas y el desgaste del suelo por el escurrimiento de agua en canales naturales o artificiales son otros factores que contribuyen a la gravedad del deslizamiento. Este proceso ha empeorado la situación en la zona, y si no se toman medidas a tiempo, podría generar más daños. Según los estudios de Ingemmet, existe un riesgo potencial de que el deslizamiento continúe afectando un tramo adicional de la vía nacional PE-3N, lo que pondría en mayor peligro el acceso a Huamachuco y otras áreas cercanas.

El impacto en la infraestructura de la región no solo afecta la circulación de vehículos y el suministro de agua, sino también las comunicaciones, lo que complica la capacidad de respuesta ante emergencias. La red de fibra óptica dañada deja a la población sin acceso a servicios básicos de telecomunicaciones, lo que dificulta la coordinación con las autoridades y aumenta los riesgos de aislamiento.

Ante esta grave situación, Ingemmet ha recomendado a las autoridades locales implementar sistemas de drenaje para reducir la saturación del suelo. La construcción de zanjas de coronación para desviar el agua de lluvia es una de las medidas más urgentes para mitigar el riesgo de nuevos deslizamientos. Asimismo, se sugiere la revegetación de las laderas con especies vegetales que ayuden a estabilizar el terreno y evitar la erosión.