La anemia en el Perú afecta en gran medida a menores de 3 años, mujeres en edad fértil y pacientes con cáncer

La falta de hierro en la dieta, infecciones y desinformación mantienen alta la prevalencia de anemia en el país. Conoce los síntomas de alerta y qué hacer para combatirla

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La lactancia materna exclusiva durante
La lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses ayuda a prevenir la anemia - Crédito: Andina

La anemia continúa siendo una de las principales amenazas para la salud pública en Perú. De acuerdo con la más reciente Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES 2024), el 35,3% de los niños de entre 6 y 35 meses padecen anemia, lo que afecta su desarrollo físico, cognitivo y emocional desde los primeros años. Además, el 24,6% de las mujeres en edad fértil también sufren esta deficiencia, lo que incrementa los riesgos durante el embarazo y el parto.

El problema se agrava en enfermedades como el cáncer, donde la anemia puede llegar a afectar entre el 30% y el 90% de los pacientes al momento del diagnóstico. Este preocupante escenario exige no solo respuestas urgentes por parte del Estado, sino también un cambio de actitud en la ciudadanía.

“La anemia no debe ser vista como un problema técnico o lejano. Cada familia, cada comunidad, cada madre debe asumir un papel activo en su prevención y control”, afirma el Dr. Robinson Cruz, nutricionista clínico y especialista en nutrición oncológica, presidente de la Asociación Peruana de Nutrición Clínica Oncológica (ASPENCO).

Gestantes y niños: el rostro más vulnerable de la anemia

Anemia infantil - Perú -
Anemia infantil - Perú - 28 de noviembre (Unicef Perú)

En las mujeres en edad fértil, la deficiencia de hierro puede disminuir la respuesta inmune, generar fatiga crónica, afectar el rendimiento físico e intelectual, y durante el embarazo, puede tener consecuencias negativas tanto para la gestación como para el feto. La anemia en este grupo puede causar bajo peso al nacer, retraso en el crecimiento fetal y parto prematuro.

En los niños pequeños, la deficiencia de hierro puede ocasionar daños permanentes e irreversibles en las funciones cognitivas, afectando la concentración, la memoria y las habilidades de aprendizaje. Estudios recientes han mostrado que una disminución de 1 g/dl en los niveles de hemoglobina puede reducir hasta 1.73 puntos el coeficiente intelectual (IQ), lo que impacta directamente en las oportunidades educativas y laborales futuras.

En pacientes oncológicos, la anemia puede afectar la evolución de la enfermedad, disminuir la efectividad del tratamiento y reducir la calidad de vida. En general, su presencia es considerada un factor pronóstico negativo, lo que podría acortar la esperanza de vida del paciente.

Factores cotidianos que perpetúan la anemia

Presión estética en niñas y
Presión estética en niñas y adolescentes peruanas provoca anemia, alerta el Minsa - Andina

Existen muchos errores comunes en la alimentación, como la creencia de que la espinaca o la betarraga “curan” la anemia, lo cual sigue siendo muy extendido. Sin embargo, la espinaca contiene muy poco hierro de mala calidad, y la betarraga no tiene hierro en absoluto.

En muchas zonas del país, la dieta es deficitaria en alimentos ricos en hierro como carnes, menestras y frutas con vitamina C, que son esenciales para facilitar la absorción del hierro. A esto se suman factores como las infecciones intestinales frecuentes, el escaso acceso a agua segura y la falta de controles prenatales adecuados en regiones rurales, lo que empeora la situación.

Signos de alarma

La palidez en las palmas de las manos es un signo clásico de deficiencia de hierro, también sensación de fatiga y debilidad. En casos más serios se podría presentar dificultad para respirar, mareos, dolor de cabeza. Los cuadros leves de anemia suelen no presentar manifestaciones.

Recomendaciones clave para la prevención

El Dr. Cruz recalca que hay acciones concretas que se pueden adoptar hoy para prevenir esta enfermedad:

• Diversificar la dieta incluyendo fuentes de hierro como carnes y menestras acompañarlas de frutas y verduras ricas en vitamina C para mejorar la absorción del mineral.

• Fortalecer la educación nutricional para contrarrestar mitos alimentarios y promover hábitos saludables.

• En el embarazo: asistir desde el primer trimestre a los controles prenatales, seguir estrictamente la suplementación con hierro y mejorar la calidad de la dieta.

• En niños pequeños: continuar la lactancia materna, asegurar una alimentación variada desde los 6 meses (incluyendo hígado, sangrecita, menestras con limón, frutas cítricas), y completar los suplementos indicados por el especialista.

• En el paciente oncológico consultar con una especialista en nutrición oncológica sobre cualquier decisión nutrición que desee implementar.

• En general: evitar remedios caseros no comprobados, informarse con fuentes confiables y mantener condiciones de higiene básicas para prevenir infecciones que afectan la absorción de nutrientes.

Prevalencia se mantiene en el Perú

A pesar de que en 2024 el MINSA adoptó los nuevos puntos de corte para el diagnóstico de anemia propuestos por la OMS, lo que resultó en un ajuste en las tasas de prevalencia, pasando del 43,7% al 35,3%, la situación sigue siendo alarmante y requiere una intervención integral urgente. La disminución en las cifras no refleja una gestión exitosa, ya que Perú comparte con Bolivia, Ecuador y Honduras las tasas más altas de anemia por deficiencia de hierro en niños en Latinoamérica, superando el 30% en cada uno de estos países. “Menos anemia en las cifras no significa menos anemia en la realidad si no hay cambios sostenidos en los hábitos”, puntualiza el especialista.

El informe resalta la necesidad de cubrir programas de suplementación, educación nutricional y acceso a servicios básicos por parte de las autoridades, pero también recalca que la responsabilidad es compartida. “Mientras una madre interrumpe su tratamiento o no introduce adecuadamente los alimentos ricos en hierro en la dieta de su hijo, la anemia gana terreno”, advierte el Dr. Robinson Cruz, nutricionista clínico y especialista en nutrición oncológica.