La dura crítica de Flor Ortola a Onelia Molina y Mario Irivarren por sus papeles en la televisión: “Me dan vergüencita”

Florencia Ortola, modelo y presentadora argentina radicada en Perú, lanzó duros comentarios contra Onelia Molina y su expareja Mario Irivarren en un reciente episodio televisivo. La también exfigura de “Esto es Guerra” acusó a Onelia de victimizarse para ganar simpatía pública.

Del lado de Mario, consideró vergonzoso que, siendo de perfil reservado, acceda a participar en dinámicas que lo dejan expuesto. Ortola mostró su molestia frente al formato, al señalar que ambos actúan de manera predecible y sin coherencia, y que se prestan a situaciones que, según ella, rozan lo burlesco o lo innecesario.

Ortola no escatimó palabras al referirse a Onelia Molina, de quien dijo que su papel en ciertos segmentos pareció apuntar hacia la autopiedad. “Se le estaba terminando la cuerda de la víctima”, afirmó Ortola en ‘Amor y Fuego’ esta tarde. Su observación se enmarca en una crítica hacia estrategias de imagen que apelan a la compasión del público en lugar de la autenticidad.

Para Ortola, la dinámica mediática permite a Onelia activar un discurso emocional repetitivo, que termina siendo “fácil de leer” y carente de profundidad. Esa imagen —añadió— se desvaneció cuando la expareja de Mario empezó a mostrarse con mayor libertad sentimental, dejando atrás el papel de agraviada.

De esa forma, Ortega sugiere que Onelia explotó su narrativa emocional hasta convencer al público, pero perdió ese atractivo al recuperar control sobre su vida.

La crítica de Flor a Mario Irivarren se centró en un contraste que ella considera incoherente. Por un lado, reconoció en él un discurso que rechaza hablar de su vida privada: “Él dice que no le gusta escarbar en su intimidad”. Sin embargo, lo acusó de doble estándar porque luego acepta entrar en dinámicas televisivas que lo exponen y, en su opinión, lo humillan.

Para Ortola, Mario habría optado por un rol que lo lleva a “dar vergüencita”. Le recriminó haber accedido a jugar a las ‘naricitas juntas’ con su expareja, un evento que calificó de “bizarro” y señal de incongruencia. “Lo veo en un lugar de humillación a él”, puntualizó, convencida de que tanta exposición choca con su discurso inicial.

Desde la perspectiva de Ortola, los formatos de entretenimiento generan dinámicas vacías en contenido real y llenas de momentos diseñados para repercutir en redes. Al citar su propia experiencia en “Esto es Guerra”, recordó cómo se generaban situaciones deliberadas para el rating.

Comentó un episodio en el que ella debió participar en un reto con otro guerrero, “Pato”, pero finalmente no fue incluida por falta de tiempo y, según dijo, “menos mal”.

La mencionada escena habría sido incómoda, pero Ortola no dudó: “Lo hubiese dicho que no”. Con ese ejemplo enfatizó que en la televisión de espectáculo se fuerza a las figuras a aceptar papeles incómodos, más guiados por el guion que por la espontaneidad.

Para Ortola, la coherencia es uno de los pilares más olvidados en los shows de espectáculos. Ante eso, aseguró que ella, a diferencia de Mario y Onelia, ella siempre se mantuvo firme en aceptar sólo lo que consideraba digno, sin ceder ante las exigencias de la pantalla para generar repercusión fácil.

Flor Ortola dejó claro que para ella, detrás de la autopresentación moral o sentimental de Onelia y de la aparente timidez de Mario, se halla el mismo símbolo de una televisión que busca el impacto inmediato antes que la sinceridad. Su advertencia resonó como un llamado a revisar qué tan válido es exponerse emocionalmente si el show busca manipular más que comunicar.