Robó 15 latas de atún vestido de sastre y con casco de ingeniero: el ‘ladrón elegante’ huyó en bici tras asaltar minimarket en Barranco

En plena cuadra 9 de la avenida Grau, en el distrito de Barranco, un sujeto disfrazado con saco formal y casco de ingeniero protagonizó un robo insólito dentro de un pequeño establecimiento comercial. Las cámaras de seguridad registraron cada paso de su meticulosa operación: ingresó solo, examinó los pasillos y se llevó al menos quince latas de atún, además de otros productos, ocultándolos entre los bolsillos de su ropa.

El delincuente, apodado por los agentes de Serenazgo como el “ladrón elegante”, no solo llamó la atención por su apariencia cuidada, sino por la frialdad con la que ejecutó el robo sin levantar sospechas. Una vez que consideró su botín suficiente, salió del local como si nada hubiera pasado, montó su bicicleta y desapareció por las calles del distrito. Las autoridades han advertido que no es la primera vez que actúa en la zona.

El video de seguridad, ahora en manos de la Policía, muestra al hombre recorriendo con tranquilidad los pasillos del minimarket. Llevaba puesto un traje sastre color oscuro y un casco blanco, similar al que usan los ingenieros civiles. La apariencia sofisticada le permitió moverse sin levantar sospechas. Mientras simulaba revisar productos en los estantes, introducía de manera disimulada varias latas en los bolsillos internos de su saco y pantalón.

Luego de llenar casi por completo sus bolsillos, tomó dos paquetes de fideos y un frasco de mayonesa, y se dirigió hacia la puerta. Nadie lo detuvo. Al salir, subió a su bicicleta —dejando atrás toda la imagen de “señor respetable”— y se alejó a gran velocidad. Los trabajadores del local notaron el faltante minutos después, cuando revisaron el inventario y acudieron a las cámaras.

Según información de los agentes de Serenazgo, este sujeto ya habría sido captado anteriormente en hechos similares tanto en Barranco como en sectores limítrofes de Miraflores. Aunque cambia su vestimenta en cada golpe, su estrategia es la misma: aparentar ser un cliente distinguido, usar ropa profesional y actuar con calma. Se le ha visto en ocasiones portando batas blancas o mochilas ejecutivas, siempre con el objetivo de no despertar sospechas.

Negocios pequeños y medianos han reportado incidentes con características similares. En todos los casos, el ladrón prefiere llevarse alimentos no perecibles, sobre todo conservas de pescado. “No es un robo grande, pero sí constante. Viene bien vestido y cuando te das cuenta ya no está”, declaró un comerciante de la zona.

Los robos del “ladrón elegante” tienen un patrón alimenticio peculiar: prefiere productos fáciles de esconder y con buen tiempo de conservación. En la mayoría de sus incursiones se ha llevado latas de atún, algunas de sardinas, además de fideos y condimentos. Esta elección ha llamado la atención de los investigadores, que consideran que podría revender lo robado o almacenarlo para su propio consumo.

Otro detalle observado por las autoridades es su costumbre de estudiar previamente los ángulos de las cámaras de vigilancia. Al ingresar a los locales, suele observar el techo con detenimiento, probablemente para evitar ubicarse en puntos ciegos. Esa preparación y su apariencia pulcra son parte de lo que lo ha mantenido fuera del radar por tanto tiempo.

La Municipalidad de Barranco y su equipo de Serenazgo han iniciado una campaña para que los vecinos denuncien si lo han visto o si han sido víctimas de hechos similares. Las autoridades ya cuentan con varias grabaciones que permitirían establecer su ruta de escape y posiblemente su identidad. Sin embargo, aún no se ha concretado su captura.

Cualquier persona que reconozca al individuo o tenga información sobre su paradero puede acercarse a la comisaría del sector o llamar a los números de emergencia del distrito. La Policía también está evaluando si se trata de un ladrón solitario o si forma parte de una banda más organizada que opera bajo el mismo modus operandi.