Impresionante planta trepadora es hallada en Perú: crece en el Bosque de Protección Alto Mayo

La nueva especie, perteneciente a la familia Gesneriaceae, se caracteriza por su singular distribución morfológica

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Impresionante planta trepadora es hallada
Impresionante planta trepadora es hallada en Perú: crece en el Bosque de Protección Alto Mayo - Sernanp

El Perú suma una nueva especie a su listado botánico con la confirmación de Drymonia clavijoiae, una planta trepadora recientemente identificada en el Bosque de Protección Alto Mayo (BPAMY). Ubicada entre Amazonas, Loreto y San Martín, esta zona protegida se consolida como un enclave de biodiversidad en la región andina. El hallazgo, publicado en la revista internacional PhytoKeys, se añade a los antecedentes que posicionan al país entre los líderes de descubrimientos científicos en América Latina.

La nueva especie, perteneciente a la familia Gesneriaceae, se caracteriza por su singular distribución morfológica. Sus inflorescencias surgen directamente del tallo, cerca del suelo, mientras que el follaje se ubica en la subcopa del bosque, hasta unos 1170 metros de altitud. Las flores, de forma tubular, se encuentran recubiertas por una sustancia gelatinosa cuya función ecológica aún está en estudio, aunque se presume que podría actuar como mecanismo de defensa.

La denominación Drymonia clavijoiae honra a Laura Clavijo, investigadora colombiana reconocida por sus aportes al estudio de la biodiversidad andina. Este reconocimiento, también simbólico, rinde homenaje al papel de los científicos latinoamericanos en la documentación y entendimiento de los ecosistemas regionales.

Impresionante planta trepadora es hallada
Impresionante planta trepadora es hallada en Perú: crece en el Bosque de Protección Alto Mayo - Sernanp

El descubrimiento fue posible gracias a décadas de exploraciones botánicas y a la revisión exhaustiva de colecciones de herbario. La identificación de esta especie refuerza la relevancia del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente, como entidad promotora de la investigación científica y la conservación en territorios protegidos.

Áreas protegidas como laboratorios de biodiversidad

Sernanp, responsable de la custodia de los principales espacios naturales del país, enfatizó el impacto de estos hallazgos para la conservación y generación de conocimiento. “Cada especie nueva representa una victoria frente al cambio climático, la deforestación y la pérdida de hábitats. Este hallazgo confirma que nuestras áreas naturales protegidas no solo conservan, también generan conocimiento que trasciende fronteras”, destacó la institución.

La relevancia de los descubrimientos botánicos se extiende a la protección de ecosistemas únicos y a la generación de información valiosa para la ciencia a nivel global. Las áreas naturales protegidas se perfilan como activos estratégicos para el Perú, facilitando además estudios colaborativos con especialistas nacionales e internacionales.

Nuevo hallazgo en Machupicchu: un género y especie de roedor inéditos

La biodiversidad peruana sigue revelando especies desconocidas no solo en lo vegetal. En el Santuario Histórico de Machupicchu, investigadores peruanos identificaron recientemente un nuevo género y especie de roedor semiacuático, el Incanomys mayopuma. Este mamífero, reportado por científicos de la Universidad Católica de Santa María y la Universidad San Agustín de Arequipa, habita arroyos y bosques montanos alrededor de los 2800 metros de altitud.

El Incanomys mayopuma presenta un pelaje grisáceo, orejas vestigiales ocultas y patas posteriores modificadas para ambientes acuáticos. El estudio que lo documenta, publicado en la revista Diversity, señala que esta línea evolutiva, exclusiva del grupo Ichthyomyini, evidencia la existencia de ramas genéticas únicas adaptadas a ríos andinos.

El nombre de la especie alude tanto a la historia incaica como a sus costumbres semiacuáticas: “mayu” significa río y “puma”, el gran felino de los Andes, en idioma quechua. El hallazgo refuerza la importancia de los santuarios históricos como espacios de conservación de la diversidad biológica, más allá de su valor cultural.