El sur peruano sigue sin acceso a gas natural barato, mientras empresas eléctricas concentran el consumo en Perú

Reservas en declive y contratos en disputa: el dilema de la seguridad energética del Perú. Expertos cuestionan la viabilidad del inicio de producción en el lote 58 para 2026, advirtiendo que las reservas aún no han sido clasificadas como probadas y persisten dudas sobre el impacto real para el sur peruano

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Las reservas del lote 58,
Las reservas del lote 58, bajo control de CNPC, aún no son probadas y su explotación podría frustrar la masificación del gas en el sur peruano.

“Más del 60 % del consumo del gas natural es utilizado en la generación eléctrica”, advierte Jorge Manco Zaconetti al analizar el destino de los recursos energéticos en el Perú. Mientras las empresas eléctricas como Enel Generación Perú, Engie, Kallpa y Termo Chilca obtienen utilidades extraordinarias gracias al gas barato de Camisea, el consumo residencial en Lima y Callao apenas representa el 3 % del volumen total. Esta situación, según el especialista, refleja la débil masificación del gas natural y la postergación de la población del sur peruano, que sigue sin acceso a un energético limpio y asequible.

La fotografía gira en torno a las recientes declaraciones del ministro de Energía y Minas, Jorge Montero Cornejo, quien afirmó que durante su gestión “se ha destrabado el contrato del lote 58” y que en el primer trimestre de 2026 el gas natural de dicho lote estará en producción. Sin embargo, Manco Zaconetti cuestiona la veracidad y el impacto de este anuncio, señalando que el contrato del lote 58, bajo responsabilidad de la estatal china CNPC desde 2013, aún se encuentra en etapa de exploración y que sus reservas no han sido clasificadas como probadas, según el Libro Blanco de Reservas 2023.

Críticas al ministro Montero por anuncio sobre gas del lote 58

El especialista detalla que el ministro Montero Cornejo no es un improvisado en el sector, pues ha ocupado cargos como gerente de Relaciones Comunitarias y Desarrollo Social en la minera Cerro Corona de Gold Fields (Cajamarca), gerente general de la Asociación Sumac Tarpuy de Hochschild Mining y viceministro de Minas entre 2020 y 2021 durante el gobierno de Francisco Sagasti. A pesar de su experiencia, sorprenden sus afirmaciones sobre el futuro del gas natural del lote 58, especialmente porque la transferencia de activos a CNPC se produjo tras la salida de la estatal brasileña Petrobras, afectada por crisis, endeudamiento y escándalos de corrupción en el gobierno de Lula.

De concretarse la producción del lote 58, el gas y los líquidos serían tratados en la Planta Malvinas y transportados por el Gasoducto del Sur hasta Lurín (Lima) bajo la responsabilidad de TGP (Transportadora de Gas Natural del Perú). Esto, según Manco Zaconetti, “enterraría para siempre las posibilidades del Gasoducto del Sur para el servicio masivo de la población del sur”, ya que regiones como Cusco, Arequipa, Puno, Tacna y Moquegua solo recibirían gas en camiones tanqueros, con precios superiores al doble de los vigentes en Lima y Callao.

Termochilca, planta termoeléctrica al sur
Termochilca, planta termoeléctrica al sur de Lima. Produce electricidad con el gas natural de Camisea, que llega desde el Cusco.

Empresas eléctricas obtienen ganancias récord por gas barato de Camisea

El especialista subraya que las reservas del lote 58, estimadas en 3,8 billones de pies cúbicos (107.600 millones de metros cúbicos), aún son consideradas recursos y no reservas probadas. La coincidencia entre el anuncio ministerial y el agotamiento de las reservas probadas del lote 56, comprometidas con la exportación, resulta llamativa. Desde el inicio de la exportación en 2010, bajo el segundo gobierno de Alan García y con contratos firmados durante el gobierno de Alejandro Toledo en 2004, se han consumido más de 2 billones de pies cúbicos (56.600 millones de metros cúbicos) de gas natural en el lote 56, principalmente para exportación a México, Japón y Corea del Sur.

La infraestructura del Consorcio Camisea, que incluye la planta de procesamiento de Malvinas, será utilizada para el gas del lote 58, pagando regalías del 5% y con precios determinados por la oferta y la demanda. Manco Zaconetti advierte que esto hace casi seguro que el gas natural será exportado, frustrando las expectativas del sur peruano de acceder a un energético barato y postergando el desarrollo de una petroquímica básica para producir urea y nitrato de amonio.

Desde 2010, el gas del
Desde 2010, el gas del lote 56 se ha destinado principalmente a la exportación, mientras las reservas probadas disminuyen sin reposición.

Exportación de gas natural priorizada sobre consumo interno

El análisis histórico recuerda que las reservas del lote 88 fueron descubiertas en 1984 por Shell y transferidas al Estado peruano en 1998, tras el fracaso del contrato firmado en 1996 entre Shell/Mobil y el Estado. El presidente Alberto Fujimori celebró entonces que el Perú era “500 millones de dólares más rico” por la transferencia de las reservas del lote 88 (antes lote 42), que luego fueron licitadas en la etapa final del fujimorismo, en medio de la crisis política y la revelación de los “vladivideos”.

Durante el gobierno transitorio de Valentín Paniagua se firmó el contrato de Camisea por 40 años. Han pasado más de 24 años desde la firma del contrato de explotación de las reservas del lote 88, el único con precio regulado y regalías del 37,24 %. El Consorcio Camisea realiza lobby para extender el contrato y reducir las regalías, argumentando la disminución de reservas probadas, que no han sido repuestas desde el inicio de la explotación comercial en junio de 2004.

Jorge Manco. La masificación del
Jorge Manco. La masificación del gas natural en la Macro Región Sur sigue pendiente, manteniendo la dependencia de combustibles caros y la exclusión de millones de peruanos.

“Generadoras eléctricas compran gas barato y venden energía cara”, según Manco

Las reservas probadas del lote 88, destinadas al mercado interno, han disminuido de 10,6 billones de pies cúbicos (300.000 millones de metros cúbicos) a 5,6 billones (158.600 millones de metros cúbicos) entre 2004 y 2024, lo que implica un consumo de casi 5 billones (141.500 millones de metros cúbicos) en 21 años. Sin inversiones en exploración y perforación de nuevos pozos, no se garantiza el suministro suficiente para los próximos 20 años.

El grueso del gas natural del lote 88 beneficia a las generadoras eléctricas, que compran gas barato y venden energía cara, afectando a casi 8 millones de clientes regulados. El consumo residencial sigue siendo marginal, mientras el proyecto privado apuesta por transportar gas licuado en camiones cisterna al norte y sur del país, con precios elevados, y por ampliar el gasoducto costero hasta Ilo y Matarani para alimentar plantas de generación eléctrica que demandan gas en lugar de diésel 2.