Chef peruano fue asesinado por una cadena de oro: video revela el instante del crimen y detalles de su muerte

Luis Dionisio Ruiz había construido su vida lejos de casa. Hacía tres décadas que había dejado Perú para radicarse en Cartagena, Colombia, donde forjó una carrera como chef y se volvió conocido por colaborar con pequeños emprendimientos gastronómicos. Su historia, sin embargo, terminó abruptamente una mañana de junio, en plena vía pública, cuando fue asesinado por un delincuente que intentó arrebatarle una cadena de oro.

Una cámara de seguridad ubicada en una calle de Cartagena registró la secuencia exacta del ataque. Las imágenes, que luego se difundieron en medios y redes, muestran a Luis de pie, retirando mercadería del maletero de una camioneta blanca. No parece advertir el peligro. En pocos segundos, un sujeto se le aproxima por detrás, lo agarra del cuello con violencia y forcejea con él para quitarle la cadena que llevaba en el cuello. Luis intenta defenderse, se suelta e intenta correr, pero apenas da unos pasos: el atacante le dispara por la espalda.

El disparo fue certero. El chef cayó herido sobre el asfalto. El delincuente se alejó unos metros, como si fuera a escapar, pero luego volvió. Caminó con decisión hasta donde yacía Luis, apuntó nuevamente y, según testigos, disparó por segunda vez. Solo después de ese momento definitivo, el hombre corrió hacia una motocicleta donde lo esperaba un cómplice y ambos huyeron de la escena.

El ataque ocurrió en cuestión de segundos, en plena luz del día y ante la mirada impotente de algunas personas que estaban cerca. Nadie logró detener a los atacantes. Poco después, una ambulancia trasladó a Luis Dionisio al hospital más cercano, pero las heridas eran demasiado graves. Los médicos confirmaron su muerte minutos después.

Se trata del tercer asesinato similar registrado en Cartagena solo en el mes de junio, según informaron fuentes policiales. La modalidad —asaltos con armas de fuego por objetos de valor— se ha incrementado en varios puntos del país y ha generado preocupación entre la población local y extranjera.

Agentes de la Policía Metropolitana de Cartagena iniciaron las investigaciones para dar con los autores del crimen. Revisan las imágenes del circuito cerrado de seguridad y han recogido testimonios de personas que presenciaron el ataque. Por el momento, no se ha revelado la identidad del atacante ni del cómplice que lo esperaba en la moto.

Un portavoz policial indicó que la víctima era muy conocida en el sector y que el crimen ha generado consternación entre los vecinos. “Estamos hablando de una persona muy apreciada, que participaba en iniciativas con emprendedores de la zona. Era un ciudadano trabajador, no tenía antecedentes, no se metía con nadie”, declaró una fuente cercana al caso.

También se reconoció que la situación de seguridad en Cartagena ha empeorado en los últimos años. Aunque Colombia enfrenta desde hace décadas fenómenos de violencia, los últimos tres años han mostrado un deterioro específico en delitos callejeros, donde los ataques con armas de fuego se han vuelto más frecuentes, incluso por objetos menores como relojes, celulares o joyas.

Luis Dionisio Ruiz había llegado a Cartagena cuando era joven. Con el tiempo, construyó una carrera en la cocina, se ganó un espacio en el circuito gastronómico local y entabló lazos con colegas colombianos. Lo describen como un chef creativo, solidario, que solía dar una mano a emprendedores que estaban empezando en el rubro.

El restaurante donde trabajaba ha iniciado una campaña para recaudar fondos que permitan cubrir los costos de la repatriación de su cuerpo al Perú. A través de sus redes sociales, compartieron una imagen en su honor y solicitaron apoyo a la comunidad. “Luis dejó huella en esta ciudad. Amaba su cocina, era generoso con todos y siempre soñó con volver a ver a su familia. Queremos que regrese a casa”, se lee en una de las publicaciones.

Para quienes lo conocieron, la noticia ha sido devastadora. “No era un turista, era un cartagenero más. Siempre ayudaba, no se metía con nadie. Y aun así, lo mataron por una cadena”, dijo uno de sus compañeros de trabajo. La cadena de oro que le intentaron quitar era, probablemente, un objeto de valor emocional, no económico.

Su muerte ha reabierto el debate sobre la violencia urbana en Colombia y los riesgos que enfrentan tanto ciudadanos locales como migrantes. Aunque las investigaciones continúan, la sensación en el barrio donde ocurrió el crimen es de miedo, impotencia y tristeza.