Caso El Charrúa: nuevos videos refuerzan la hipótesis de intento de homicidio en restaurante de La Molina

Nuevas imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante El Charrúa, en el distrito limeño de La Molina, han reforzado la hipótesis del Ministerio Público sobre un presunto intento de homicidio por parte de Miguel Ángel Requejo Astochado. Según las imágenes, el empresario, que fue retirado a la fuerza del local por causar disturbios, regresó minutos después visiblemente alterado y estrelló su camioneta contra el establecimiento, hiriendo a varias personas y causando severos daños materiales.

La noche del miércoles 2 de julio, alrededor de las 11:00 p.m., Requejo fue expulsado del restaurante tras protagonizar una gresca con otros comensales. Los nuevos videos difundidos por América Noticias muestran que, tras ser retirado, volvió al local con manchas de sangre en el rostro y una actitud desafiante. Ingresó violentamente, lanzó sillas, golpeó a su amigo y empujó a una mujer frente a un grupo reducido de cinco personas que aún se encontraban en el salón, ya sin clientes.

En un momento clave de la grabación, se ve cómo Requejo abandona el lugar, sube a su camioneta Lexus LX 600, retrocede un metro y acelera con fuerza directamente contra el restaurante. El vehículo atravesó la fachada, destruyó mesas, sillas y estructuras del salón, y estuvo a punto de arrollar a los comensales que lograron salvarse por centímetros. La escena quedó registrada en video y fue confirmada por testigos presenciales.

Tras el impacto, el conductor descendió del vehículo, observó el desastre y, lejos de mostrar remordimiento, lanzó amenazas antes de huir. Fue detenido por la Policía Nacional del Perú cuadras más adelante y trasladado a la comisaría de Santa Felicia.

Aunque el primer parte policial indicó que Requejo se encontraba en “aparente estado de ebriedad”, el dosaje etílico arrojó solo 0.36 gramos por litro de alcohol en sangre. Este resultado ha generado sospechas entre los familiares de las víctimas, ya que, según testigos, sobre la mesa se encontraban varias botellas de vino. Para ellos, la prueba habría sido manipulada para favorecer al imputado.

Inicialmente investigado por daños materiales y lesiones, el caso tomó otro rumbo tras la evaluación de las cámaras de seguridad. La Segunda Fiscalía Penal de La Molina, a cargo de la fiscal Karen Cueva, ha tipificado los delitos como tentativa de homicidio y omisión de socorro. Además, se han dispuesto diligencias como exámenes toxicológicos, reconocimientos médicos legales y análisis de todos los videos relacionados con el incidente.

Uno de los heridos, Aníbal César Aliaga, permanece internado con dos costillas fracturadas y bajo observación médica. Su abogado ha denunciado públicamente una supuesta intención de minimizar la gravedad del caso. “Aparentemente, el señor Requejo estaría buscando evadir la justicia mediante mecanismos conocidos: pruebas amañadas, influencias, favores. No se puede permitir que este caso quede impune”, declaró.

A pesar de las imágenes que muestran una acción claramente dirigida y ejecutada con violencia, Requejo ha sostenido en medios de comunicación que todo se trató de un accidente. Según su versión, habría pisado el acelerador por error debido al nerviosismo y la falta de familiaridad con su vehículo, el cual, según expertos en mecánica, requiere una maniobra específica para atravesar una pared, lo que desacredita aún más su defensa.

Requejo no es ajeno a episodios violentos. En 2023 fue denunciado por agredir a trabajadores de un spa y chocar su auto contra el portón del local. En 2014, una vecina lo acusó de golpearla con una correa sin motivo alguno. También figura un antecedente por falsificación de un examen psicológico para obtener licencia de armas.

Mientras el agresor permanece detenido, las diligencias fiscales serán clave para determinar si el proceso continúa con Requejo en libertad o si se dicta prisión preventiva. La gravedad del caso, sumada a su historial violento, refuerza el pedido de justicia de las víctimas y sus familias.