Mujer fue asesinada en penal de Junín por recluso que cumplía condena por feminicidio

Henry Córdova Ambrosio cumplía una sentencia de 18 años por este delido en un área de mínima seguridad. Él mismo confesó su nuevo crimen al director del penal

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Asesinan a mujer en penal
Asesinan a mujer en penal Rio Negro, en Satipo. (Foto: INPE)

Un nuevo caso de feminicidio al interior de un centro penitenciario volvió a generar alarma en Junín. El último miércoles 2 de julio, un interno del penal de Río Negro, ubicado en la provincia de Satipo, asesinó a una mujer que lo visitaba. Lo indignante del hecho es que el agresor, identificado como Henry Manuel Córdova Ambrosio, cumple condena por el mismo delito desde hace varios años. Según reportes oficiales, él mismo confesó el hecho ante las autoridades del establecimiento.

El crimen ocurrió alrededor de las 3:20 de la tarde, dentro del ambiente N.°6 del segundo piso del pabellón de mínima seguridad. La víctima fue identificada como Estelita Romero Campos, de 40 años, quien había ingresado al penal como visitante. De acuerdo con la versión proporcionada por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE), el interno ahorcó a la mujer dentro de su celda y luego se presentó ante el director del penal para comunicar lo sucedido.

Tras la confesión, el personal de seguridad del recinto acudió al lugar de los hechos y halló el cuerpo de la mujer tendido en posición decúbito ventral. El área fue inmovilizada de inmediato para evitar el ingreso de otras personas. Minutos después, el médico del penal se apersonó al pabellón y certificó el fallecimiento.

El interno fue separado del resto de la población penitenciaria y trasladado a un área de aislamiento. Las autoridades comunicaron el caso al Ministerio Público y a la Policía Nacional del Perú (PNP), que ya han iniciado las diligencias correspondientes para determinar las circunstancias del crimen y evaluar responsabilidades adicionales.

Reincidencia y antecedentes

Foto: Salud con Lupa
Foto: Salud con Lupa

Henry Córdova Ambrosio, de 51 años, había sido condenado anteriormente a 18 años y cuatro meses de prisión por el delito de feminicidio. Su reclusión se cumplía en el pabellón de mínima seguridad del penal de Río Negro, uno de los principales centros penitenciarios de la selva central del país. La reincidencia en este tipo de crimen ha generado preocupación en las autoridades penitenciarias.

Este no es el primer caso de su tipo en la región. En diciembre de 2024, un hecho similar se registró en el penal de Huancayo. En esa oportunidad, el interno Luis Figueroa Bendezú asesinó a su pareja durante una visita conyugal. Por ese crimen, se le impusieron 26 años adicionales de condena.

Frente a esta nueva situación, el INPE emitió un comunicado en el que informó sobre las medidas adoptadas para esclarecer el hecho y reforzar la seguridad. La Oficina Regional Centro Huancayo del INPE aseguró que se brindarán todas las facilidades a las autoridades competentes para el desarrollo de la investigación.

Además, se indicó que se están adoptando acciones para prevenir la ocurrencia de casos similares en otros centros penitenciarios del país. Entre las medidas señaladas están la revisión de protocolos de ingreso de visitas, la supervisión de ambientes de mínima seguridad y la evaluación de perfiles de internos con historial de violencia contra la mujer.

Foto: Colprensa
Foto: Colprensa

El establecimiento penitenciario Río Negro se ubica en la selva central del Perú, en la provincia de Satipo, región Junín. Funciona como centro de reclusión para internos en diversas condiciones de régimen. El ambiente donde ocurrió el crimen pertenece a un pabellón de baja peligrosidad, destinado a internos que, en teoría, no representan un riesgo de reincidencia.

Hasta el momento, el INPE no ha precisado si la víctima mantenía una relación sentimental o familiar con el interno. Tampoco se ha confirmado si existían antecedentes o denuncias previas entre ambos. El caso se encuentra actualmente en etapa preliminar de investigación por parte del Ministerio Público.

Este hecho se suma a una serie de cuestionamientos sobre el control dentro de los penales, en especial en lo relacionado con la seguridad durante las visitas y el acceso a los ambientes personales de los internos.