La tierna confesión del papa León XIV cuando una niña le preguntó en un campamento: “¿Ibas a misa de pequeño?"

Durante la sexta edición del Campamento de Verano del Vaticano, una actividad organizada para los hijos de los empleados de la Santa Sede, una niña dirigió este jueves una pregunta al papa León XIV: “¿Ibas a misa de pequeño?”.

La respuesta del pontífice, lejos de cualquier formalidad, llegó cargada de emoción y recuerdos personales que iluminaron su rostro. “¡¿Iba a misa cuando era niño?! Claro que sí, siempre, todos los domingos, con mi mamá y mi papá. Y desde los seis años, más o menos, también era monaguillo en la parroquia. Así que, antes de ir a clase en la escuela —que era una escuela parroquial—, teníamos que ir a la misa a las seis y media de la mañana”, relató entre risas.

León XIV compartió que su madre tenía una rutina infalible para despertar a sus hijos: “Nos despertaba diciendo: ‘Vamos a misa’. Así que incluso servir en la misa era algo que nos gustaba mucho, porque desde pequeño me enseñaron que Jesús siempre está cerca, que el mejor amigo siempre es Jesús”, dijo.

La celebración eucarística, según explicó el pontífice, era una forma de “encontrar a ese amigo qué es Jesús, de estar con él, incluso antes de hacer la primera comunión”. También recordó que en aquel entonces la misa se celebraba en latín, lo cual lo llevó a aprender el idioma desde temprana edad.

“Después, para mí cambió al inglés, porque nací y crecí en Estados Unidos, y hablábamos inglés. Para ustedes sería el italiano, pero no era importante el idioma de la celebración, sino realmente la experiencia de encontrar a otros niños que también servían la misa juntos. Esa amistad compartida, sobre todo esa cercanía con Jesús en la iglesia”, continuó.

El momento, recogido en imágenes por la cadena de televisión EWTN, ha sido ampliamente compartido en redes sociales. León XIV visitó poco antes del mediodía a niños y jóvenes del campamento de verano “Estate Ragazzi in Vaticano”, instalado en el Aula Pablo VI.

Al grupo habitual de cerca de 310 participantes se sumaron 300 menores ucranianos, acogidos por Cáritas Italiana durante el verano. Dirigiéndose a ellos en inglés, el papa les dio la bienvenida y enfatizó la importancia de la unidad: “Es importante respetarnos, no detenernos en las diferencias, sino construir puentes, amistad; todos podemos ser amigos, hermanos, hermanas”.

Posteriormente, al responder a una pregunta sobre la guerra, destacó el valor del respeto y la fraternidad desde la infancia: “Jesús nos llama a ser todos amigos”, dijo y agregó que “es fundamental aprender desde pequeños a tener respeto mutuo, ver en el otro a alguien como yo”. Durante el encuentro, los niños le entregaron regalos hechos por ellos.

León XIV se trasladará el fin de semana al pueblo de Castel Gandolfo para pasar el verano, a 25 kilómetros de Roma, para descansar hasta el 20 de julio. Hace dos milenios el emperador Domiciano ya poseía una inmensa villa de recreo en el lugar y, a partir del siglo XVII, los papas lo eligieron para escapar de la inclemente canícula romana.