El emprendimiento social como motor de la transformación y el cambio social

Emprender implica generar valor, entendemos emprendimientos sociales como aquellos que además generan valor social

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Viendo a su madre enfrentarse
Viendo a su madre enfrentarse a las barreras del financiamiento, Fiorella decidió crear una fintech que rompiera esas limitaciones y brindara apoyo económico a mujeres rurales emprendedoras. (Andina)

En un mundo con amplias disparidades en lo económico, social, tecnológico, educativo, entre otros, y con una alta incidencia de problemas sociales que afectan a millones de personas, el pensamiento tradicional no es suficiente. Es aquí donde la creatividad y el pensamiento ambivalente son insumos para una innovación emergente que genere soluciones de impacto. Según Roberts y Woods (2005), “el emprendimiento social es la construcción, evaluación y persecución de oportunidades para el cambio social transformativo llevado a cabo por individuos visionarios, apasionadamente dedicados”, por ende, el emprendimiento social es entonces una vía para transformar a poblaciones y también disrumpir los clásicos modelos de prestación productiva y de servicios que están tradicionalmente en el radar de las entidades privadas y el estado, los organismos de cooperación internacional y las ONG.

Mucho se ha hablado acerca de la importancia de articular a diversos agentes como la academia, el sector privado, el estado y la sociedad civil para generar innovación, en el artículo describiremos cómo el emprendimiento social se convierte en un motor para generar valor e impactar en la sociedad, relacionándolo con algunas teorías como la teoría de los stakeholders y los modelos de triple, cuádruple o quíntuple hélice o las teorías de efectuación.

Emprender implica generar valor, entendemos emprendimientos sociales como aquellos que además generan valor social. La Teoría de Stakeholders nos habla de la importancia de considerar a todos los grupos de interés (Freeman, 1984). Del mismo modo, los modelos de la triple, cuádruple y quíntuple hélice, pueden ofrecernos un mejor entendimiento de cómo la colaboración entre diversos stakeholders genera valor. La triple hélice enfatiza la cooperación entre academia, empresas y el gobierno como motor del desarrollo (Etzkowitz & Leydesdorff, 2000); posteriormente se complementa esta definición adicionando a la sociedad como un actor clave y pasa a denominarse cuádruple hélice (Carayannis & Campbell, 2009). Años más tarde se incorpora una nueva dimensión (quíntuple hélice), la ecológica, que considera la alineación de los modelos de negocio con la conservación del medio ambiente (Carayannis, Barth, & Campbell, 2012). Estos enfoques son claves para entender cómo iniciativas como el programa Impulsared logran articular esfuerzos colectivos para transformar territorios.

El programa Impulsared muestra cómo el emprendimiento social es una herramienta para reducir la exclusión económica, disminuir las disparidades y promover la innovación, generando mayor valor en sus iniciativas comerciales. En los distritos costeros del norte de Lima, el programa ha promovido la creación de emprendimientos formales en sectores como pesca, oficios, turismo sostenible y economía circular. Estas acciones generan empleo, fortalecen el tejido social y promueven prácticas sostenibles. Mediante la formación técnica y empresarial, el fortalecimiento de sus habilidades blandas y empoderamiento, el acceso a capital semilla y el acompañamiento en la puesta en marcha de sus emprendimientos han permitido a mujeres, liderar empresas en sectores tradicionalmente dominados por hombres, desafiando normas culturales, ampliando su participación en la economía e incrementando su liderazgo local. Este trabajo de ecosistema o quíntuple hélice no es espontáneo, requiere de algunos catalizadores. En este caso el programa, es el que ha logrado articular diversas instituciones como la Fundación Pachacútec, los Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO), el CITE Pesquero Callao, las Municipalidades, MINCETUR y también organizaciones comunitarias para desarrollar soluciones sostenibles en economía circular, pesca, oficios y turismo.

Saras Sarasvathy en su teoría de la Efectuación describe las decisiones de los emprendedores basándose, entre otros factores, en los recursos disponibles; en los que se pueden controlar y en la cocreación. Putnam (1993) identifica que el capital social es fundamental para el desarrollo comunitario, ya que facilita la cooperación y el logro de objetivos comunes. Es así como la colaboración conjunta de diversos agentes del ecosistema no solo mejora el impacto social, sino que genera un bienestar para los diversos agentes involucrados en este. Este tipo de enfoque se incluye a la sociedad civil (en este caso particular, mujeres) en el desarrollo de los emprendimientos y colaborando con una mayor equidad.

Emprender en contextos vulnerables es un acto de transformación social. Más allá de los beneficios económicos, los emprendimientos colectivos fortalecen el capital social, generan confianza y promueven una visión compartida de desarrollo. Iniciativas como Impulsared muestran que la colaboración entre diversos agentes puede colaborar con el desarrollo de bienestar conjunto a la sociedad. El trabajo conjunto de múltiples actores es una meta añorada hace mucho y esta iniciativa nos da una muestra de lo que podríamos lograr promoviendo este tipo de colaboraciones.

Luis Carlos Salazar
Luis Carlos Salazar