Significado de las Fiestas Patrias en el Perú: historia y tradiciones del 28 y 29 de julio

No solo es un feriado largo que se utiliza para viajar o pasar tiempo con los seres queridos. La conmemoración de la independencia combina actos oficiales, tradiciones religiosas, desfiles militares y actividades culturales

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(Andina)
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Cada 28 y 29 de julio, el Perú se viste de rojo y blanco para conmemorar un nuevo aniversario de su independencia. Aunque muchos lo asocian a feriados, desfiles o reuniones familiares, estas fechas tienen un origen histórico y un conjunto de prácticas que han evolucionado con el tiempo, convirtiéndose en símbolos del imaginario nacional.

El inicio de la República

El 28 de julio de 1821, el general argentino José de San Martín proclamó la independencia del Perú. Este acto marcó la ruptura con el dominio colonial español y dio inicio a la construcción de un Estado soberano. Desde entonces, la fecha fue institucionalizada como el día nacional del Perú.

José de San Martín, el
José de San Martín, el Libertador, lideró la entrada del ejército independentista a Lima, organizando proclamaciones en cuatro plazas clave para consolidar el nuevo orden. (Juan Lepiani)

Un año después, en 1822, se instauró el primer Congreso Constituyente, y a lo largo del tiempo se establecieron otras actividades como parte del calendario oficial de Fiestas Patrias. El 29 de julio fue incorporado como feriado para ampliar la celebración y dar espacio a ceremonias como la Gran Parada Militar.

La misa de Te Deum: tradición desde 1821

Una de las ceremonias más antiguas de estas celebraciones es la misa de Te Deum, realizada tradicionalmente cada 28 de julio. Se trata de una misa cantada que tiene sus orígenes en la época de la independencia, cuando San Martín solicitó una acción de gracias por el fin del dominio español.

Esta ceremonia fue oficializada por el arzobispo de Lima, Bartolomé María de las Heras Navarro, y el sermón inaugural fue predicado por un fraile franciscano. Luego de ello, las autoridades se dirigieron al antiguo palacio del virrey para jurar la independencia. Con el tiempo, el Te Deum se convirtió en una práctica religiosa y cívica en la que el mandatario de turno agradece por la independencia del país.

Ministros, congresistas y autoridades asisten
Ministros, congresistas y autoridades asisten a la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias | Flickr Presidencia Perú

Para los historiadores Ricardo Pinto-Bazurco y David Pino, esta ceremonia refleja la conexión entre la Iglesia Católica y el Estado peruano desde sus inicios. En palabras de Pino, el Te Deum “es una misa cantada que se realiza desde la época colonial” y que adquirió especial importancia por el contexto religioso de la sociedad limeña en el siglo XIX.

El mensaje a la Nación

Otra actividad central del 28 de julio es el mensaje a la Nación que el presidente brinda ante el Congreso. El primer pronunciamiento de este tipo lo realizó José de San Martín, al ceder el poder al Congreso en 1822.

Este 2025, la presidenta Dina Boluarte dirigirá su último mensaje como parte de su mandato. Si bien el formato ha variado con el tiempo, en las últimas décadas se ha consolidado como un discurso en el que se rinde cuenta del estado del país y se anuncian nuevas medidas de gobierno.

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Según el artículo 118 de la Constitución, este mensaje es obligatorio y no tiene límite de duración. Algunos discursos han sido breves, mientras que otros, como el de Manuel Prado en 1957, llegaron a extenderse a más de 200 páginas.

Pinto-Bazurco señala que el mensaje presidencial es parte del “corpus constitutivo de las tradiciones rituales por Fiestas Patrias”, una costumbre que, aunque de origen posterior a la independencia, hoy es central en la vida política del país.

La Gran Parada Militar: más que un desfile

Cada 29 de julio se realiza la Gran Parada y Desfile Cívico Militar, evento que muestra el despliegue de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Esta actividad tiene antecedentes en las celebraciones de inicios de la República y se institucionalizó a partir del siglo XX.

David Pino recordó para RPP que las primeras paradas se realizaban en la Plaza Mayor de Lima en 1821 y luego en la Plaza Bolívar desde 1921, con motivo del centenario de la independencia. Con el tiempo, la celebración se consolidó como un evento organizado por el gobierno para exhibir su poderío militar.

Desfile y Gran Parada Militar
Desfile y Gran Parada Militar en Perú por Fiestas Patrias | Infobae Perú / Clara Giraldo

Para Pinto-Bazurco, esta costumbre está relacionada con la importancia que tuvieron las campañas militares en la gesta libertaria y con el hecho de que muchos jefes de Estado del siglo XIX fueron militares.

El embanderamiento y su simbolismo

En estas fechas, el uso de la bandera peruana se vuelve obligatorio en viviendas y locales públicos. El embanderamiento, que está normado por ordenanzas municipales, es considerado una práctica cívica que refuerza el sentido de pertenencia.

Pinto-Bazurco indica que “la bandera nacional se convierte en el símbolo más ecuménico y reconocible dentro y fuera de nuestras fronteras”. Para David Pino, esta costumbre se ha institucionalizado mediante decretos que hoy la convierten en una obligación durante julio.

La gastronomía y la celebración familiar

La cocina peruana también tiene un lugar destacado en las Fiestas Patrias. Platos emblemáticos como el ceviche, la pachamanca o el pollo a la brasa se comparten en reuniones familiares. La bebida de bandera, el pisco sour, acompaña los brindis en diferentes regiones del país.

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Compartir estos alimentos es una forma de celebrar la identidad nacional y fortalecer los lazos culturales y familiares.

Actividades culturales en todo el país

Durante los días festivos se realizan conciertos, ferias, concursos de danzas típicas y actividades artísticas en distintas regiones. Estas manifestaciones reflejan la diversidad del Perú y permiten que cada localidad aporte desde su historia y costumbres.

Los gobiernos locales, junto con instituciones culturales, promueven festivales que celebran desde las tradiciones andinas hasta las costumbres amazónicas y costeñas, fortaleciendo el valor simbólico de la fecha.