Raúl Romero revela que lo llamaron para el nuevo ‘Habacilar’, pero solo para “darle la bendición” y no para ser el conductor

El recordado presentador contó que fue convocado para el relanzamiento de ‘Habacilar’, pero no como figura principal, sino para ofrecer su apoyo simbólico en el estreno

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El querido conductor contó que lo buscaron para el relanzamiento del programa, pero solo como figura simbólica, una propuesta que no terminó de convencerlo y que lo dejó fuera del esperado regreso televisivo (Amor y Fuego)

Raúl Romero rompió el silencio sobre su vínculo con el fallido regreso de ‘Habacilar’. A través de una entrevista, el popular “cara de haba” confesó que recibió una llamada de la productora Mariana Ramírez del Villar, pero no para conducir el programa, como muchos asumieron.

Según él, su participación se habría limitado a una aparición simbólica para respaldar el nuevo formato, algo que no le entusiasmó. Romero también recordó el origen del nombre del programa y aclaró que, aunque su rostro fue sinónimo de ‘Habacilar’, nunca tuvo derechos sobre el título.

Una llamada ambigua y un malentendido

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Romero recordó la llamada de Mariana Ramírez del Villar como confusa: creyó que sería parte del nuevo Habacilar, pero en realidad solo querían su aprobación simbólica. (Amor y Fuego)

Raúl Romero no imaginó que una llamada bastaría para colocarlo nuevamente en el centro de la conversación. Fue Mariana Ramírez del Villar quien se comunicó con él antes del estreno del nuevo ‘Habacilar’.

El gesto, en apariencia amistoso, escondía una intención que Romero no terminó de comprender en ese momento: no lo buscaban como conductor, sino como figura icónica para “darle la bendición” al relanzamiento.

Así lo explicó con franqueza: “Lo más lógico y natural era pensar que me estaban invitando a ser parte del programa”, dijo en Amor y Fuego. Sin embargo, después de analizar el contenido de aquella llamada y un mensaje de WhatsApp posterior, concluyó que el propósito era distinto: lo querían como una especie de talismán emocional, no como líder del espacio.

“Me parece un disparate”, dijo sin rodeos. La propuesta no lo convenció, no solo por el carácter simbólico que le asignaban, sino por la falta de claridad al momento de la invitación. Según relató, Ramírez del Villar no fue explícita respecto al rol que imaginaba para él.

No es su programa, ni siquiera su nombre

El conductor aclaró que su
El conductor aclaró que su vínculo con el nombre Habacilar es solo sentimental. Legalmente, el título estaría en manos del canal desde su creación. (América TV)

Aunque millones de televidentes identifican a Raúl Romero como el alma de ‘Habacilar’, el conductor fue enfático en señalar que nunca fue dueño del programa ni de su nombre. “Registralmente, creo que el título está a nombre del canal”, indicó, dejando entrever que su papel fue más representativo que contractual.

El nombre del show, reveló, fue creación de Javier Rachitoff. Romero recuerda claramente cómo surgió durante una reunión en el canal 11, donde Rachitoff lanzó la palabra “Habacilar” casi como un juego fonético, que terminó por convertirse en el distintivo de una era televisiva.

“Él lo creó y se lo ofrecieron al canal. Les dijo: ‘Úsenlo, normal’”, relató Romero, destacando que en ningún momento hubo una cesión formal hacia él o su equipo. Así se armó el programa que marcaría a toda una generación.

De figura principal a espectador

Convertido en testigo de un
Convertido en testigo de un relanzamiento ajeno, Raúl rechazó aparecer solo como adorno. Prefirió no estar a hacer una aparición sin sustancia.  (Amor y Fuego)

La distancia entre el Raúl Romero que animaba concursos absurdos con una guitarra en mano y el que observa desde la barrera es clara. Cuando lo llamaron para el regreso del programa, él asumió que era para devolverle su lugar de conductor. Pero la conversación fue otra.

Lo que se le propuso, según dedujo después, fue participar solo como presencia simbólica, algo así como el corte de cinta en una ceremonia. “No me dijeron con esas palabras, pero esa fue la intención”, explicó, notoriamente incómodo con el enfoque.

Y es que para Romero, vincularse con el regreso de ‘Habacilar’ sin tener un rol auténtico habría sido traicionar la esencia del show que él ayudó a convertir en fenómeno. “No era mi programa”, repitió. Aun así, el público lo sigue considerando parte inseparable de esa historia.

El legado de una sonrisa desordenada

Habacilar sin Raúl Romero fue
Habacilar sin Raúl Romero fue otra cosa. Su risa, su desorden y su guitarra fueron más que formato: eran esencia. Y eso no se improvisa. (Andina)

Romero no guarda rencores, pero tampoco se calla. La historia de ‘Habacilar’ se escribió con su risa, sus canciones improvisadas y su estilo informal. Fue él quien le dio un ritmo propio al programa, haciendo que el caos se sintiera como regla y no como excepción.

Hoy, el conductor reconoce que las nuevas generaciones pueden tener otras formas de hacer televisión, pero también defiende su legado con una mezcla de ironía y lucidez. El relanzamiento de ‘Habacilar’, sin él al frente, no logró conectar con el público, quizás porque lo que faltó no fue solo su rostro, sino esa capacidad suya de improvisar en medio del desorden.

El programa nació en un contexto distinto, y su fórmula, aunque exitosa en el pasado, no logró adaptarse al presente sin su guía. Tal vez por eso, aunque le ofrecieron participar como invitado simbólico, él optó por no aceptar. Prefirió quedarse al margen antes que ser decorado.

Raúl Romero no volvió. Pero tampoco se fue: su nombre sigue pegado a la memoria de quienes alguna vez soñaron con ganarse una laptop bailando en los bloques de ‘La chica habacilar’.