Papa León XIV destaca el servicio de las monjas en favor de la niñez, los migrantes y las personas en situación de pobreza

El pontífice destacó el compromiso de las religiosas con los más vulnerables, como niños, migrantes y personas en pobreza, durante un encuentro con institutos femeninos en el Vaticano

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El Papa León XIV destacó
El Papa León XIV destacó el compromiso de las monjas en acompañar a los más vulnerables, como niños, migrantes y personas en situación de pobreza. REUTERS/Remo Casilli

El papa León XIV recibió este lunes en la Sala Clementina del Vaticano a representantes de diversos institutos religiosos femeninos, ante quienes destacó el papel de las religiosas en el acompañamiento a los más vulnerables, entre ellos los niños, los migrantes y las personas en situación de pobreza.

“Me alegra encontrarme con ustedes”, expresó al iniciar su intervención para saludar a las religiosas de las Hermanas de la Orden de San Basilio Magno, las Hijas de la Divina Caridad, las Hermanas Agustinas del Amparo y las Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones.

El pontífice subrayó la historia compartida de estas congregaciones, marcada por el carisma de sus fundadores y su constante atención a las necesidades de los más desfavorecidos. “Sus historias muestran una dinámica común”, afirmó, y remarcó que “la luz de grandes modelos de vida espiritual del pasado […] ha suscitado y hecho crecer nuevos caminos de servicio, sobre todo en relación con los más débiles: niños, chicas y chicos pobres, huérfanos, migrantes”.

León XIV hizo eco de los principios del Concilio Vaticano II, al recordar que en los institutos religiosos dedicados a la caridad, “toda la vida […] de sus miembros ha de estar imbuida de espíritu apostólico, y toda su actividad apostólica ha de estar, a su vez, informada de espíritu religioso”. En este marco, llamó a las congregaciones a continuar su camino de fidelidad, “arraigadas en el amor de Cristo”.

A pesar de provenir de
A pesar de provenir de distintas congregaciones, las religiosas comparten una historia común marcada por la valentía, la santidad y la dedicación al servicio de los más débiles. REUTERS/Remo Casilli

“Algunas de ustedes, como ya he mencionado, están realizando el Capítulo General, otras están aquí para el Jubileo. En cualquier caso, se trata de tomar decisiones importantes de las que depende el propio futuro, de las hermanas y de la Iglesia”, dijo al término de su mensaje.

Migrantes

El papa ya había invocado el mes pasado a defender la dignidad de los migrantes, que “es siempre la misma, la de una criatura querida y amada por Dios”, en el discurso que pronunció ante los representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.

“En el cambio de época que estamos viviendo, la Santa Sede no puede eximirse de hacer sentir su propia voz ante los numerosos desequilibrios y las injusticias que conducen, entre otras cosas, a condiciones indignas de trabajo y a sociedades cada vez más fragmentadas y conflictivas”, dijo ante los representantes de los 184 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas.

Y afirmó que “es necesario, además, esforzarse por remediar las desigualdades globales, que trazan surcos profundos de opulencia e indigencia entre continentes, países e, incluso, dentro de las mismas sociedades”.

León XIV animó a las
León XIV animó a las religiosas a continuar su camino con un espíritu apostólico arraigado en el amor de Cristo. REUTERS/Remo Casilli

El pontífice estadounidense, quien también cuenta con nacionalidad peruana, realizó entonces un llamamiento a quien “tiene responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas” y afirmó que “esto puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer”.

Así que “nadie puede eximirse de favorecer contextos en los que se tutele la dignidad de cada persona, especialmente de aquellas más frágiles e indefensas, desde el niño por nacer hasta el anciano, desde el enfermo al desocupado, sean estos ciudadanos o inmigrantes”.

Y recordó su propia vida “desplegada entre América del Norte, América del Sur y Europa” y su propia historia, que es la “de un ciudadano, descendiente de inmigrantes, que a su vez ha emigrado” por lo que “cada uno de nosotros, en el curso de la vida, se puede encontrar sano o enfermo, ocupado o desocupado, en su patria o en tierra extranjera”.