Los secuestraron y los retuvieron en falsa barbería de El Agustino: los momentos de terror de dos venezolanos que escaparon lanzándose del segundo piso

La noche había caído en El Agustino cuando dos jóvenes venezolanos fueron abordados por desconocidos frente a su edificio. Eran tres mototaxis con varios hombres a bordo. En segundos, los obligaron a subir, sin darles opción a resistirse. Lo que parecía una rutina cotidiana se transformó en una situación de peligro extremo. Los llevaron a un inmueble cercano que, a simple vista, funcionaba como barbería, pero que en su interior escondía otra realidad.

Una vez dentro, los redujeron con sogas, los golpearon y los separaron. Uno de ellos, creador de contenido en TikTok, fue el principal blanco de los agresores. Le exigieron las claves de sus cuentas bancarias y redes sociales, y accedieron a su dinero. Mientras tanto, su compañero, de 31 años, permanecía también amarrado, sin poder hacer nada. La violencia fue inmediata. Según el relato de ambos, los captores incluso hablaron de cuánto podían pagar para salvarse. “Si trabajas en TikTok, haces plata”, le dijeron al influencer.

El local donde fueron encerrados no mostraba señales de actividad comercial real. No había clientes ni personal habitual. Según el testimonio de las víctimas, todo indicaba que se trataba de una fachada. Estaba ubicado cerca del paradero El Pino y tenía las puertas cerradas al público. En ese segundo piso, sin ventanas abiertas ni rutas de salida visibles, pasaron varias horas amarrados y bajo amenaza constante.

Los delincuentes ya habían vaciado las tarjetas del influencer y buscaban seguir sacando provecho. Durante el encierro, contactaron a sus familiares a través del celular de la víctima, en un intento de extorsión que no llegó a consolidarse. Mientras tanto, en el exterior, nadie imaginaba lo que ocurría. El edificio pasaba inadvertido, hasta que una decisión desesperada cambió el rumbo de la historia.

El creador de contenido logró soltarse parcialmente. Con una mano libre, se desató por completo, abrió una de las ventanas y sin pensarlo demasiado, se lanzó al vacío. Cayó desde el segundo piso y, a pesar del golpe, logró incorporarse. Tenía cinta adhesiva aún pegada al rostro. Buscó ayuda entre los vecinos y fue auxiliado por agentes del serenazgo que ya habían sido alertados.

Su compañero también intentó escapar por la ventana. Saltó detrás de él, pero no tuvo la misma suerte. El impacto le fracturó un tobillo y fue recapturado por los propios captores, quienes lo ingresaron otra vez a la vivienda. Sin embargo, al notar que los vecinos se acercaban y que la situación se salía de control, los delincuentes decidieron huir. Minutos después, el joven pudo salir por sus propios medios, herido pero consciente.

Con la alerta activada, efectivos de la Policía Nacional desplegaron un operativo en la zona. Gracias a las cámaras de videovigilancia y el testimonio de los agraviados, se logró ubicar a cuatro personas vinculadas al hecho. Todos son ciudadanos venezolanos, quienes fueron capturados en los alrededores del inmueble intervenido.

Durante el registro, se hallaron municiones, sogas, restos de cinta y objetos de dudosa procedencia. También se incautaron teléfonos móviles y se tomó control del local, que quedó bajo custodia policial. La investigación está a cargo de la División de Secuestros de la Dirincri, que ya indaga si esta modalidad había sido usada antes en el distrito. Las víctimas, en tanto, fueron trasladadas al Hospital Hipólito Unanue, donde recibieron atención médica.