Chan Chan en la mira de Unesco: El 73% del Patrimonio Mundial está en riesgo por el cambio climático

Más de 600 tesoros históricos en todo el planeta enfrentan amenazas por sequías, inundaciones y aumento del nivel freático. Perú destina millones para proteger su legado arqueológico, pero ¿será suficiente?

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Composición: Infobae Perú
Composición: Infobae Perú

El cambio climático ha generado una nueva amenaza al legado natural y cultural del planeta. Según el análisis más reciente de la Unesco y el World Resources Institute (WRI), el 73% de los sitios catalogados como Patrimonio Mundial están expuestos a riesgos relacionados con el agua, como sequías, estrés hídrico e inundaciones fluviales y costeras. Esta situación pone en riesgo la conservación de tesoros históricos y pilares de la identidad nacional de países como el Perú.

En nuestro país, el cambio climático despedaza sitios arqueológicos icónicos como Chan Chan, la ciudad de adobe más grande de América y Patrimonio Cultural Mundial desde 1986. Las lluvias intensas y el aumento del nivel freático provocados por el fenómeno El Niño, que afecta sobre todo a la costa norte del Perú, generan daños progresivos en sus estructuras frágiles ante la humedad y las inundaciones. Esto desemboca en la degradación de muros, el crecimiento de vegetación invasiva y un acelerado desgaste de sus frisos y estructuras de adobe.

Chan Chan y la lucha peruana contra los riesgos hídricos en el patrimonio arqueológico

La zona arqueológica de Chan Chan ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. (YouTube De Película ATV)

El informe de la Unesco destaca que el nivel freático elevado y la humedad constante en la ciudadela han acelerado la degradación de sus muros y decoraciones, poniendo en riesgo su conservación. En respuesta, el Ministerio de Cultura peruano (Mincul), a través de su oficina descentralizada en La Libertad, ha destinado más de 22 millones 500 mil soles para la protección y conservación de 13 sitios arqueológicos en la región, incluyendo Chan Chan, frente a los crecientes riesgos hídricos y climáticos que amenazan su integridad.

Con este presupuesto, el Mincul ha implementado un plan de conservación apoyado por el Fondo Mundial del Patrimonio, que combina técnicas ancestrales con ingeniería moderna. Desde el mantenimiento de drenajes y estabilización de muros hasta la capacitación de artesanos locales, la estrategia busca mitigar el impacto y preservar la autenticidad del sitio.

La ciudadela de Chan Chan
La ciudadela de Chan Chan fue la capital del Reino Chimú, destacada por su compleja organización social y política. Sus templos y palacios de adobe son testimonio de una civilización que dominó la costa peruana antes de la llegada de los incas. Composición Infobae Perú | Turismo Perú

Además, en colaboración con la Unesco y el Getty Conservation Institute, se han utilizado tecnologías avanzadas como drones y escáneres láser para monitorear el estado de conservación y diseñar intervenciones precisas. Por último, durante la intensa temporada de El Niño en 2014, se instalaron techos protectores y se promovió la participación comunitaria en tareas preventivas, demostrando un enfoque integral y colaborativo.

A pesar de estos esfuerzos, el sitio arqueológico sigue enfrentando amenazas como la ocupación ilegal y la necesidad de un plan de gestión plenamente operativo que garantice su sostenibilidad a largo plazo. Solo abordando de manera efectiva estos riesgos será posible lograr su retiro definitivo de la lista de Patrimonio Mundial en Peligro.

Riesgos hídricos en el patrimonio mundial: un desafío global en aumento

El análisis conjunto de la Unesco y el WRI revela que, a nivel mundial, cerca de 600 sitios con el título de Patrimonio Mundial están expuestos a condiciones de estrés hídrico y sequías, siendo este el riesgo hídrico más extendido, afectando al 50% de las propiedades declaradas. La mayoría de estos sitios (aproximadamente 90%) tienen el estatus de patrimonio cultural.

Por otro lado, unas 400 propiedades presentan un alto riesgo de inundaciones fluviales y costeras, que ya han causado daños severos tanto en sitios naturales como culturales. Por ejemplo, en 2022, las inundaciones en el Parque Nacional Yellowstone (Estados Unidos) obligaron a su cierre temporal y a reparaciones que superaron los 20 millones de dólares. En Asia, lugares como el Parque Nacional Sagarmatha (Nepal) enfrentan amenazas de inundaciones por deshielos acelerados que generan desprendimientos de lagos glaciares.

Asimismo, sitios arqueológicos como las Ruinas de Moenjodaro en Pakistán y el Minarete de Jam en Afganistán han sufrido daños significativos por inundaciones recientes. En África, regiones como Tombuctú (Mali) enfrentan un ciclo agravado de sequías e inundaciones extremas, que dificultan la conservación del patrimonio y el bienestar de las comunidades locales.

En cuanto a las amenazas por inundación costera, alrededor de 50 sitios están en riesgo, incluyendo monumentos históricos en Vietnam y fortalezas costeras en Ghana, cuya integridad está siendo erosionada por la subida del nivel del mar y la erosión litoral. Aunque los sitios naturales costeros aún no reportan daños mayores, se advierte un riesgo creciente que podría transformar o desaparecer hábitats cruciales para la biodiversidad.