El ‘milagro económico peruano’ está de vuelta: Credicorp reporta que la economía de Perú es hoy una de las más fuertes de la región

A diferencia de países como Colombia, Chile o Brasil, los riesgos para la economía peruana en 2025 se inclinan hacia el crecimiento, respaldados por exportaciones y flujos de capital, según Credicorp Capital

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El análisis de la entidad
El análisis de la entidad financiera proyecta un avance del PBI peruano de 3,2 %, impulsado por el dinamismo del empleo formal y la inversión privada, aunque advierte sobre desafíos fiscales y necesidad de reformas estructurales

El análisis de Credicorp sobre la economía peruana para 2025 revela un panorama de fuerza y resiliencia que contrasta con la situación de otros países de la región. En la presentación “Perspectivas económicas del Perú y la región al cierre del primer semestre del 2025”, el economista jefe de Credicorp Capital, Daniel Velandia, expuso que el país mantiene condiciones favorables para recuperar el ritmo del llamado “milagro económico peruano” de los 2000, pero todavía requeriría consensos y reformas profundas.

Durante la década de 2000, Perú experimentó un auge económico impulsado por los altos precios internacionales de las materias primas, con tasas de crecimiento cercanas al 6% o 7%. Consultado sobre la posibilidad de replicar ese desempeño en 2025, Velandia señaló que, aunque es difícil, no se puede descartar si se toman las decisiones correctas. Subrayó que el sector minero sigue siendo un pilar fundamental para el país y que existe interés en nuevos proyectos, lo que podría impulsar el crecimiento. Sin embargo, advirtió que “sin estabilidad política ni jurídica es difícil pensar que la economía peruana puede regresar a niveles de 4% o 5%”, ya que la incertidumbre institucional desalienta la inversión a largo plazo.

Credicorp prevé crecimiento sólido para Perú en 2025

La confianza empresarial, según Credicorp, debe consolidarse de manera estructural y no solo responder a ciclos económicos. Velandia enfatizó la importancia de reglas de juego claras y estables para atraer inversiones significativas, señalando que “es determinante que haya estabilidad política, jurídica y regulatoria a futuro”. La falta de previsibilidad sobre el rumbo político y económico, especialmente de cara a 2026, limita la capacidad de las empresas para planificar grandes proyectos.

En cuanto a las proyecciones para 2025, Credicorp mantiene su estimación de crecimiento del PIB peruano en 3,2%, con un sesgo al alza. Este pronóstico se apoya en el dinamismo de la masa salarial formal, que crece a más de 8%, una cifra que Velandia calificó como “altísima”. Este aumento resulta de la combinación entre la creación de empleo y el incremento del salario real, factores que sostienen el consumo privado.

Economía peruana muestra resiliencia frente a la región, según Credicorp

A diferencia de economías como Colombia, Chile, México o Brasil, los riesgos para Perú se inclinan hacia el crecimiento. Credicorp destaca que la balanza de pagos del país es sólida: Perú es el único país de la región con superávit en cuenta corriente, y en 2025 completará tres años consecutivos en esta situación. Esto significa que el país recibe más dólares por exportaciones, remesas y rentas que los que salen por importaciones y otros pagos, lo que fortalece la moneda local y la posición externa.

La entidad estima que el dólar cerrará 2025 en 3,65 soles. Además, los términos de intercambio —la relación entre los precios de exportación e importación— alcanzarán en 2026 su nivel más alto en 75 años, lo que “jala durísimo la economía y la entrada de dólares”, según Velandia. A esto se suma una cuenta de capital positiva, impulsada por la inversión extranjera directa y los flujos de portafolio, lo que refuerza la expectativa de una apreciación del sol peruano, aunque hacia diciembre podría observarse una presión alcista sobre el dólar por la coyuntura preelectoral.

Credicorp eleva proyección de demanda interna para 2025

Credicorp revisó al alza su proyección de crecimiento de la demanda interna para 2025, pasando de 3,7% en marzo a 4,3% en junio. El gasto público y la inversión privada son los motores principales de este repunte. El último dato disponible muestra que la demanda interna creció 6%, mientras que la economía en su conjunto avanzó a un ritmo superior al 3,5% en los últimos cuatro trimestres. Este rebote era esperado tras la contracción registrada entre el primer y tercer trimestre de 2023, un año que Velandia describió como “las 7 plagas para el Perú”, marcado por eventos adversos como la salida de Pedro Castillo, la gripe aviar, el fenómeno de El Niño costero y la ausencia de nuevos proyectos mineros, lo que llevó al país a una recesión.

A pesar de ese contexto, 2024 sorprendió con un desempeño mejor al previsto, y 2025 arranca con una inercia de crecimiento que se extiende a toda la economía. El consumo privado mantiene tasas elevadas, aunque se modera, y la inversión privada —especialmente la no minera y no residencial— ha crecido a doble dígito durante tres trimestres consecutivos, lo que representa un cambio de tendencia relevante. El sector inmobiliario, uno de los más rezagados, muestra ahora señales de recuperación, al igual que la compra de automóviles, indicadores de la confianza de los consumidores y de la mejora en el mercado laboral.

Inflación baja y consumo privado sostienen el crecimiento peruano

Credicorp y el Banco Mundial coinciden en que los riesgos para la economía peruana en 2025 son positivos, a diferencia de otros países de la región. No obstante, Velandia advirtió que un crecimiento del 3% no basta para cerrar las brechas sociales, y que tasas más altas exigirían reformas estructurales. Según sus estimaciones, el potencial de crecimiento de Perú se sitúa entre 2,8% y 3,2%, por lo que superar el 3% este año ya representa un desempeño cercano al límite de la estructura actual del país.

La inflación en Perú se mantiene en niveles bajos, lo que Velandia atribuye a que el país ha crecido por debajo de su potencial durante un periodo prolongado, reduciendo la presión sobre los precios. Esta resiliencia ha permitido a la economía peruana sortear choques externos y episodios de apreciación del dólar en el pasado.

El panorama fiscal, sin embargo, presenta desafíos. Credicorp prevé que por tercer año consecutivo se incumplirá la regla fiscal del déficit de 2,2% en 2025, estimando un cierre en 2,8%. Las presiones sobre el gasto público son elevadas, y en el mediano plazo la reforma previsional podría añadir un punto porcentual al déficit del PIB. Además, los beneficios tributarios otorgados a sectores como zonas francas, turismo y agroindustria, junto con la redistribución del IGV a favor de los municipios, podrían sumar hasta dos puntos del PIB en gasto tributario. Velandia advirtió que, si no se toman medidas, Perú enfrentará presiones fiscales significativas y un posible aumento de la deuda para mantener la estabilidad de las finanzas públicas.