MTC anuncia que la próxima semana empezará demolición del colapsado puente Chancay

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) informó que la próxima semana comenzará la demolición del puente Chancay, colapsado el 14 de febrero en el kilómetro 80 de la Panamericana Norte, hecho que causó tres muertes y decenas de heridos.

Con el retiro de los escombros, se permitirá la instalación inmediata de un segundo puente modular. Esta estructura ya fue ensamblada en marzo y está lista para su posicionamiento final. La puesta en marcha de la nueva infraestructura busca restablecer el flujo vehicular y mejorar las condiciones de tránsito para transportistas, comerciantes y ciudadanos que emplean esta ruta diariamente.

Según el titular de la entidad, César Sandoval, la solicitud de demolición fue presentada a la Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Huaral en varias oportunidades, mediante oficios enviados el 7 de marzo, el 16 y 26 de mayo, y el 6 y 19 de junio.

En estos documentos, la institución advirtió sobre el riesgo que implica mantener la estructura colapsada, dado el peligro para la seguridad vial y el cauce del río Chancay, por fenómenos de estrangulamiento hidráulico y turbulencias.

Los trabajos desarrollados hasta el momento en el lugar comprenden la construcción de bases estructurales, levantamiento de muros de protección, habilitación de accesos y la instalación de una pasarela peatonal. Con la autorización expedida por la Fiscalía el 27 de junio, la concesionaria Norvial podrá comenzar de inmediato con la remoción de los restos del puente dañado.

Después de este paso, avanzarán en la colocación del nuevo puente modular, así como en la instalación de cubiertas, pisos metálicos y un muro diseñado para contener posibles impactos. El objetivo es restituir lo antes posible la conectividad y la seguridad en este tramo clave de la Panamericana Norte.

El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte de Uso Público (Ositrán) determinó que el colapso del puente Chancay tuvo como origen principal serias deficiencias en su estructura. El informe técnico sostiene que la única medida efectiva para garantizar la seguridad en la vía es el reemplazo total de la infraestructura existente.

De acuerdo con los especialistas, el diseño inicial no cumplía con los parámetros técnicos establecidos en el Manual de Hidrología e Hidráulica. Uno de los aspectos más críticos fue su ubicación sobre una curva del cauce del río Chancay, lo que elevaba considerablemente la posibilidad de daños, especialmente durante épocas de intensas precipitaciones, comunes en esa región.

Además, se identificó la ausencia de un estudio exhaustivo sobre las características del terreno y el comportamiento hidráulico del afluente, lo cual comprometió la resistencia de la obra desde su origen.

Pese a los reiterados pedidos realizados por Red Vial 5 S.A., la concesionaria encargada del mantenimiento, para que se evaluara el reemplazo del viaducto debido al deterioro progresivo, las autoridades omitieron responder de manera inmediata.

La empresa advirtió en varias ocasiones que las intervenciones menores no serían suficientes para resolver los problemas detectados. No obstante, fue recién tras el accidente que se pusieron en marcha acciones de emergencia.

El documento emitido por Ositrán también subraya que tanto la localización del puente —en una zona expuesta a riesgos naturales— como su antigüedad influyeron en el colapso. Ante este escenario, se hace evidente la necesidad urgente de evaluar y renovar las estructuras viales que presentan condiciones similares en el país.