El Poder Judicial, a través del juez Víctor Alcocer, resolvió este viernes 27 de junio en horas de la noche que el expresidente Martín Vizcarra seguirá en libertad, al declarar infundado el pedido de prisión preventiva por los próximos seis meses.
Al conocer la noticia, se pudo ver el rostro del exmandatario con un gesto calmo. Como es costumbre en él, en las horas previas Vizcarra se mostró bastante sereno e incluso confiado en que saldría airoso del caso.
“No había ningún argumento para el pedido de la Fiscalía. El juez, en una larga exposición, ha demostrado de los argumentos demuestran que no hay absolutamente peligro de fuga. Y por eso, más bien está poniendo algunas medidas adicionales, que incluso creemos que no son adecuadas y por eso también vamos a apelar”, enfatizó a la prensa a la salida de la audiencia en horas de la noche.
Incluso, minutos antes de que se reanude la audiencia, se animó a transmitir en vivo mediante su cuenta de TikTok. Recordemos que desde hace meses el político moqueguano tiene una estrategia digital que le ha permitido sumar varios seguidores jóvenes.
El caso, que sigue su curso, involucra presuntos actos de corrupción ocurridos durante su gestión como gobernador regional de Moquegua entre 2011 y 2014, específicamente en los proyectos Lomas de Ilo y el Hospital de Moquegua. La Fiscalía sostiene que Vizcarra recibió sobornos por un total de 2,3 millones de soles a cambio de adjudicar estos contratos a empresas constructoras.
La audiencia, inicialmente programada para el 25 de junio, fue suspendida debido a que el exmandatario se encontraba en San Martín y no pudo trasladarse a Lima a tiempo. Su defensa solicitó el aplazamiento para fortalecer su estrategia legal, y el juez accedió a reprogramar la sesión para el 26 de junio. Durante la nueva audiencia, Vizcarra se conectó virtualmente y expresó su disposición a asistir presencialmente el 27 de junio, pese a las dificultades logísticas derivadas de la festividad en la región.
Este proceso judicial conlleva gran relevancia, ya que pone tras las rejas de manera preventiva a otro expresidente de la República del Perú, debido a las acusaciones de corrupción que han marcado su carrera política. La decisión del juez sobre la prisión preventiva tiene implicancias significativas en el desarrollo del caso y en la percepción pública sobre la lucha contra la corrupción en el país.
Rechazó los argumentos
Más temprano, este viernes, el expresidente Martín Vizcarra en su comparecencia ante el Poder Judicial rechazó los argumentos del Ministerio Público, que lo vinculan con una posible fuga del país, y reafirmó su compromiso con la justicia peruana.
En su alocución, Vizcarra aseguró que se quedará en el país para asumir las consecuencias que sean necesarias y que ha cumplido con todas las citaciones judiciales, incluso cuando se encontraba en la región San Martín.
Además, calificó de “insólito” que se le acuse de evasión cuando ha estado presente en todas las audiencias y no ha salido de Lima sin autorización del Poder Judicial.
En cuanto a los vínculos con Bolivia mencionados por la Fiscalía, Vizcarra explicó que su único contacto con el presidente Luis Arce fue una breve visita en 2013, sin relación alguna con actividades actuales.
Los presidentes tras las rejas
Perú registra un largo historial de expresidentes involucrados en escándalos de corrupción que han marcado profundamente la historia política del país. Estos son los mandatarios que fueron a prisión.
Alberto Fujimori
El primer presidente peruano en ser encarcelado tras su mandato, marcó el inicio de una serie de escándalos de corrupción que continuaron afectando al país. Durante su gobierno, se registraron casos de corrupción vinculados al servicio de inteligencia, el uso indebido de fondos públicos para la compra de influencias y la malversación de recursos. En 2000, tras la caída de su régimen, Fujimori fue condenado por violaciones a los derechos humanos y corrupción. En 2007, fue extraditado desde Chile a Perú, donde fue sentenciado a 25 años de prisión. A pesar de su liberación en 2017 por razones de salud, Fujimori falleció con procesos judiciales aún pendientes. Su caso fue el primero en una larga cadena de escándalos de corrupción en la política peruana.
Alejandro Toledo
Asumió la presidencia tras la caída de Fujimori, y también se vio envuelto en el caso Odebrecht, que marcaría la vida política de Perú durante años. Toledo es acusado de haber recibido sobornos de la constructora brasileña a cambio de contratos para la construcción de la carretera Interoceánica. Tras ser señalado por la Fiscalía, Toledo se refugió en Estados Unidos, pero en 2023 fue extraditado a Perú para enfrentar cargos por corrupción. A pesar de sus intentos por eludir la justicia, el expresidente se encuentra actualmente en prisión cumpliendo una condena de 20 años. Su caso ha sido emblemático en el contexto de los escándalos relacionados con Odebrecht.
Ollanta Humala
Llegó al poder bajo el lema de combatir la corrupción, no escapó de los señalamientos en su contra. Junto a su esposa, Nadine Heredia, fue acusado de haber recibido dinero ilegal de Odebrecht para financiar su campaña electoral en 2011. Aunque su caso no tuvo la misma resonancia mediática que otros expresidentes, Humala fue detenido preventivamente en 2017 y pasó varios meses en prisión antes de ser liberado en 2018. Fue condenado a 15 años de prisión por estos hechos y cumple su condena en el penal de Barbadillo. La contradicción entre sus promesas de lucha anticorrupción y los hechos que lo vinculan a estos delitos contribuyó al desgaste de su imagen y al aumento de la desconfianza en la clase política peruana.
Pedro Pablo Kuczynski
Asumió la presidencia en 2016, y también se vio envuelto en el escándalo de Odebrecht. Durante su tiempo como ministro de Economía y primer ministro, se le acusa de haber recibido pagos ilegales a través de su empresa Westfield Capital, que asesoraba a la constructora en proyectos en Perú. En 2018, tras la divulgación de estos pagos, Kuczynski renunció a la presidencia, siendo arrestado poco después y puesto bajo arresto domiciliario debido a su estado de salud. Aunque fue liberado en 2019 bajo medidas restrictivas, el caso sigue siendo investigado, mostrando cómo los escándalos de corrupción continúan afectando la estabilidad política del país.
Pedro Castillo
El último presidente en sumarse a esta lista es quien asumió el poder en 2021 y fue destituido en 2022 tras intentar dar un golpe de Estado. Durante su breve mandato, Castillo y varios de sus ministros fueron acusados de corrupción, específicamente por la adjudicación irregular de contratos públicos y obras. Tras su destitución, fue arrestado y actualmente se encuentra en prisión preventiva, enfrentando múltiples investigaciones por corrupción. A pesar de sus intentos por justificar su accionar como una “venganza política”, el caso de Castillo muestra la continuidad del ciclo de corrupción en la política peruana.
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