Fotógrafo brasileño Edson Vandeira fue sepultado junto al nevado Artesonraju donde perdió la vida durante expedición

Los restos del fotógrafo brasileño Edson Vandeira fueron sepultados en Yungay, en la región Áncash, a pocos kilómetros del nevado Artesonraju, donde perdió la vida durante una expedición de alta montaña. Su cuerpo fue encontrado junto a los de dos montañistas peruanos más de veinte días después de su desaparición.

Según informó el medio brasileño Portal Tela, la ceremonia de entierro se realizó en privado, solo para familiares cercanos. La familia de Vandeira eligió un cementerio en Carhuaz, a pocos kilómetros de la ruta que él había recorrido. Según expresaron, era su deseo permanecer cerca de las montañas que tanto amaba.

Vandeira, de 36 años, participaba en un curso de formación de guías impartido por la Federación Internacional de Asociaciones de Guías de Montaña, en coordinación con el Centro de Estudios de Alta Montaña (Ceam). La expedición comenzó el 29 de mayo. No se tuvo más contacto con ellos desde esa fecha.

Los tres integrantes del grupo, Vandeira, Jesús Huerta Picón y Efraín Pretel Alonzo, tenían previsto regresar el 1 de junio., lamentablemente eso no ocurrió. El hallazgo de los cuerpos permitió cerrar una larga y compleja operación de búsqueda.

Antes del entierro, se realizó un homenaje en la sede de la Asociación de Guías de Montaña del Perú, en Huaraz. Allí, los familiares de los tres montañistas recibieron de manera simbólica los diplomas que los acreditaban como futuros guías oficiales, así como las chompas institucionales del Ceam.

El ataúd de Edson llevó una bandera de Brasil colocada por su madre, Lenira Vandeira. No hubo palabras extensas. “Quiero agradecer con mi más profundo sentimiento a todos los montañistas que ayudaron”, expresó.

Estefany Picón, hermana de Jesús, también participó en la ceremonia. “Me siento agradecida por este homenaje”, expresó entre lágrimas. Jesús será enterrado en Caraz, mientras que el cuerpo de Efraín Pretel será trasladado a Lima. En el caso de Edson, su familia decidió que descansara cerca de las montañas. Fue enterrado en Carhuaz, por deseo suyo.

Durante el homenaje, la Asociación de Guías agradeció públicamente a los pilotos, rescatistas y voluntarios que participaron en la búsqueda. La expedición no culminó como estaba previsto, pero el reconocimiento a su compromiso quedó plasmado en ese acto.

El 29 de mayo comenzó el ascenso. Eran cuatro montañistas en total. Uno de ellos decidió no continuar y regresó antes de alcanzar la cima. Fue la última persona que vio con vida a Edson, Jesús y Efraín.

“Subieron cuatro personas, pero una regresó. Ese compañero que volvió fue el último que tuvo contacto con mi hermano”, explicó Jackeline Vandeira, hermana del fotógrafo. El silencio tras la partida activó la búsqueda. Guías de montaña, amigos y profesionales se unieron a la labor.

El 11 de junio, después de varios días sin resultados, la Asociación de Guías de Montaña del Perú anunció que la búsqueda se suspendería temporalmente por seguridad. Sin embargo, la operación se reanudó días después, y finalmente, los tres cuerpos fueron hallados.

Los rescatistas confirmaron que la recuperación fue compleja. El terreno exigía precisión y experiencia. El traslado se hizo en helicóptero. Según los informes, es probable que el grupo haya alcanzado la cumbre, pero una complicación en el descenso marcó el trágico desenlace. Algunos escaladores declararon haber visto luces en lo alto aquella noche.

Edson Vandeira tenía 36 años y era originario de Brasil. Fotógrafo de profesión, su trabajo apareció en publicaciones como National Geographic. Las imágenes que compartía en sus redes sociales mostraban paisajes andinos, vida silvestre y escenas de la Amazonía. Tenía más de diez mil seguidores en Instagram.

Había elegido vivir en Perú. Allí, además de tomar fotografías, trabajaba como guía de montaña. Esa doble vocación lo llevó a documentar lugares poco accesibles. Su técnica visual se mezclaba con el conocimiento del terreno. Conocía las rutas, los climas, los riesgos y también las bellezas ocultas del paisaje.

En Huaraz, era conocido por la comunidad local. Durante los días de búsqueda, muchos siguieron de cerca la información. Cuando se confirmó su muerte, las redes sociales se llenaron de mensajes de despedida y de fotografías compartidas por amigos y colegas.

El nevado Artesonraju fue su última expedición. La montaña, de silueta icónica, es una de las más técnicas del país. Edson ascendía como parte de su formación profesional, en una ruta reservada para montañistas con experiencia. No volvió. Pero, según su familia, ahora descansa donde siempre quiso estar: cerca de las cumbres que tanto amó.