Peruanos en TikTok comparan versión de ‘El gato y yo’ de la serie ‘Mentiras’ y aseguran que la de Pataclaun es “otro level”

Una escena de la nueva serie desató comparaciones en TikTok con la versión de Pataclaun. Para miles de peruanos, la serie nacional marcó “otro nivel” con su versión cómica y entrañable de “El gato y yo”

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La canción de Amanda Miguel volvió a la fama gracias a una escena de la serie mexicana, pero los peruanos no dudaron en defender la versión de Pataclaun como la más divertida y auténtica de todas (TikTok/@alex.lacruzp)

Una canción de los años ochenta volvió al centro de la conversación digital gracias a TikTok. “El gato y yo”, tema emblemático de Amanda Miguel, apareció en 'Mentiras, la serie’. Esta escena musical provocó un efecto inesperado: usuarios peruanos recordaron la versión que hace décadas interpretó el elenco de Pataclaún, y no tardaron en comparar ambas.

El veredicto fue inmediato. En duelos virtuales, memes y comentarios, muchos coincidieron en que la versión peruana era más auténtica, más divertida y —como dijeron en los videos virales— “otro level”.

Una canción con historia y fuerza

La icónica canción de Amanda
La icónica canción de Amanda Miguel resurge con brillo moderno en Mentiras. Pero miles prefieren el tono lúdico y desordenado de su versión más recordada: la de Pataclaun. (Facebook)

“El gato y yo” fue lanzada por Amanda Miguel en 1984 como parte del álbum El último sonido III, en una etapa de plenitud artística de la cantante argentina naturalizada mexicana. El tema, con tintes de humor, despecho y exageración dramática, retrata la relación entre una mujer y su gato, que termina opacando a un hombre celoso. Su tono teatral, cercano al monólogo con ritmo, la convirtió en un éxito en radios, shows televisivos y karaokes.

Décadas después, la canción encontró nueva vida en la producción mexicana Mentiras, la serie, disponible por Amazon Prime. La escena en cuestión es una secuencia musical donde una de las protagonistas canta “El gato y yo” con un vestuario sexy, gestos estudiados y luces neón, al estilo cabaret moderno. La interpretación está pensada como parte de una narrativa emocional, con estética pulida y un enfoque dramático-pop, en sintonía con la puesta en escena de la serie.

Sin embargo, ese acabado tan medido fue justamente lo que generó distancia con parte del público peruano, que tenía una versión guardada en la memoria colectiva: la de Pataclaun.

Pataclaún y su versión desfachatada

En su caótica rutina, Pataclaun
En su caótica rutina, Pataclaun convirtió “El gato y yo” en un momento inolvidable. Hoy, usuarios celebran ese humor espontáneo y lo eligen sobre la versión elegante de Mentiras. (Latina)

El fenómeno Pataclaún nació a fines de los años noventa como un experimento teatral llevado a la televisión. Con elenco encabezado por Wendy Ramos, Carlos Alcántara, Monchi y Johanna San Miguel, el programa mezclaba comedia absurda, crítica social y humor blanco con acento limeño.

En uno de sus capítulos, ‘Wendy Janet’ interpreta “El gato y yo” hacia su esposo ‘Machín Alberto’ y movimientos exagerados. La canción no es cantada como una escena formal, sino que aparece de forma inesperada, insertada en una rutina de humor y caos. Es precisamente esa falta de solemnidad lo que, para los seguidores en TikTok, le otorga su encanto.

Cuando reapareció el clip en redes, los comentarios lo celebraron como una “versión originalísima”, “llena de personalidad” y “mil veces mejor que la otra”. Algunos usuarios llegaron a decir que “ni Amanda Miguel tiene tanta actitud como Monchi”.

Un debate viral entre generaciones

Entre duelos, edits y comparaciones,
Entre duelos, edits y comparaciones, TikTok transformó un recuerdo noventero en fenómeno viral. En el choque generacional, Pataclaun volvió a ganar por autenticidad. (Amazon Prime)

La comparación desató una ola de ediciones en TikTok: duelos entre ambas versiones, duetos de usuarios interpretando las dos propuestas, y remixes con voz en off de Pataclaún sobre escenas de Mentiras. En pocas horas, se multiplicaron los comentarios nostálgicos: “La de Pataclaun me hizo reír y cantar”, “con la otra solo vi una actuación bien hecha, pero nada más”.

El término más repetido fue “otro level”, usado por jóvenes y adultos para expresar que la versión limeña superaba a la internacional no por técnica, sino por espíritu.

También hubo quienes reconocieron el esfuerzo estético de Mentiras, pero señalaron que la versión mexicana parecía “ensayada para impresionar”, mientras que Pataclaun “te hacía sentir parte de la broma”.

Este tipo de fenómenos reflejan el peso de la memoria afectiva en la cultura pop. Lo que se grabó con cariño y con humor, incluso sin tecnología de punta, tiene un poder que ni la mejor producción puede garantizar.