Despliegan equipos especializados para rescatar a turistas japonesas atrapadas en el nevado Huascarán

Equipos de rescate especializados fueron desplegados en el nevado Huascarán, en Áncash, tras confirmarse que dos turistas japonesas quedaron atrapadas a más de 6.000 metros de altura. Las operaciones se activaron rápidamente luego de que una de las montañistas, inmovilizada por hipotermia durante el descenso, envió una alerta de auxilio a través de un sistema satelital conectado con una base en Estados Unidos.

Las amigas han sido identificadas como Saki Terada, de 36 años, y Chiaki Inada, de 40 años, quienes horas grabaron un video cuando se alistan para emprender la caminata.

La policía de montaña lidera el operativo, aunque advierte que las labores pueden extenderse por las dificultades del terreno y la altitud extrema que presenta la zona donde permanecen las montañistas. La supervisión del rescate incluye la evaluación constante de las condiciones climáticas y la coordinación con otros equipos locales de auxilio.

El uso de dispositivos de comunicación satelital entre montañistas extranjeros ha facilitado la activación inmediata de protocolos de emergencia. Beto Pinto, presidente de la Asociación de Guías de Montaña, explicó que estos aparatos se han vuelto esenciales para los turistas extranjeros que visitan los nevados peruanos. Su tamaño compacto y funciones avanzadas aseguran mayor seguridad durante las expediciones.

“Normalmente, el Huascarán se escala en seis días y nosotros estamos tratando de hacerlo en horas, lo que hicieron en tres días”, dicen uno de los rescatistas para iniciar las labores de emergencia.

Asimismo, refirió que es la cumbre más alta del Perú, por lo cual es complicada. Sin embargo, ambas ciudadanas extranjeras decidieron acudir sin guía.

Este incidente eleva las preocupaciones sobre los riesgos del montañismo en la región, especialmente luego del reciente hallazgo de tres andinistas fallecidos en el nevado Artesonraju. Organizaciones de montaña han solicitado al gobierno la dotación de un helicóptero y la aprobación de una ley que fortalezca el rescate andino, iniciativas que aún están pendientes de implementación.

“Pedimos el apoyo justamente también para que de una vez el Gobierno vea la necesidad de un helicóptero, porque el año pasado nosotros presentamos un proyecto de ley de Socorro Andino para este tipo de rescates y no entendemos por qué no hay este soporte de parte del Gobierno”, evidenció e hizo un llamado a las autoridades.

Este caso no ha sido el único que se ha reportado durante las últimas semanas. Ayer, 24 de junio, se logró rescatar los cuerpos de los tres montañistas Efraín Homer Pretel, Jesús Picón y Edson Vandeira, quienes fueron alcanzados por una avalancha. Luego de casi un mes, sus cuerpos fueron encontrados y llevados a sus hogares para su despedida.

El nevado Huascarán se encuentra en la Cordillera Blanca, en la región Áncash. Es una montaña de origen glaciar que forma parte de los Andes peruanos y constituye el punto más alto del país. Su cumbre sur alcanza los 6.768 metros sobre el nivel del mar, posicionándolo como la montaña más elevada de Perú y la cuarta más alta de Sudamérica.

Es reconocido internacionalmente por sus condiciones geográficas extremas, sus glaciares y sus paisajes de alta montaña. Es considerado uno de los picos más atractivos para el montañismo en la región, aunque su ascenso implica riesgos por avalanchas, desprendimientos de hielo y las bajas temperaturas presentes a gran altitud.

Por otro lado, antes de ascender a una montaña por primera vez, es fundamental realizar una evaluación médica y aclimatarse en altitudes intermedias. Preparar el itinerario implica investigar la ruta, el clima y los puntos de evacuación, además de informar a familiares y autoridades sobre los planes. La elección de un guía con experiencia local incrementa la seguridad en el recorrido, así como ascender siempre en grupo.

El equipo debe incluir vestimenta térmica, botas adecuadas, casco, guantes, gafas de sol, agua, alimentos energéticos, linterna, kit de primeros auxilios y un sistema de comunicación, ya sea celular, radio o dispositivo satelital. Respetar el ritmo del cuerpo, hidratarse y detenerse ante cualquier malestar es clave.